Una de las infecciones más habituales en verano es la otitis. De hecho, se estima que más de 14 millones de españoles son diagnosticados cada año de otitis. Esta otitis estacional se conoce como "otitis del nadador" u "otitis del bañista" y hace referencia a un buen número de otitis externas, muy comunes en los meses estivales y más dolorosas que las otitis medias (que son más propias del invierno y asociadas a los catarros).
La causa de la infección es la entrada de agua y humedad en el conducto auditivo debido a los chapuzones, ya sea en la playa o en la piscina, y su riesgo aumenta cuando las aguas son poco higiénicas.
¿Qué causa la otitis?
El origen suele estar en las bacterias y hongos que habitan en el oído. La cuestión es que estos microorganismos coexisten sin problemas en el conducto auditivo, pero cuando se dan las circunstancias adecuadas (humedad constante) se produce una alteración del pH en esta zona y esto hace que proliferen las bacterias y los hongos provocando la infección.
Además, si el agua contiene sustancias químicas como el cloro de las piscinas, el riesgo de infección de oído aumenta. De todas formas no es algo exclusivo de la piscina: el agua salada también puede provocar otitis si los baños son prolongados y hay un exceso de humedad que no se resuelve tras el baño.
Bañarse en ríos o lagos donde puede haber bacterias estancadas, también puede ser causa de infección en el oído.
Señales de su aparición
Los síntomas habituales de la otitis del bañista son:
- La supuración. Es el signo más visible. De hecho, cuantas más bacterias hay, más verdosa es esa sustancia.
- El dolor. Comprueba si te duele presionando la parte de la oreja que cubre el orificio de entrada, como cuando te tapas los oídos.
La otitis puede estar provocada por hongos o por bacterias. Si es bacteriana duele más, y en cambio si es fúngica notas más picor.
En caso de que notes dolor y dure más de cinco días, lo mejor es acudir al especialista para que valore si es necesario tratamiento. Es mejor que no apliques gotas por tu cuenta aunque ya las hayas usado en anteriores ocasiones.
Prevenir las infecciones de oído
Hay algunas medidas que puedes adoptar para evitar el riesgo de otitis en verano u otros problemas que puedan afectar a los oídos en esta época del año:
- No utilices bastoncillos para la higiene de tus oídos, mejor hazlo con una toalla de baño fina. Da pequeños toques con ella en el orificio auditivo, sin llegar a introducirla. Ten en cuenta que los bastoncillos pueden provocar lesiones y que estas se infecten, provocando también una otitis externa.
- Si pasas mucho tiempo en el agua, usa unos tapones homologados, retíralos tras el baño y seca bien los oídos (ten en cuenta que no son herméticos). Para el secado, ladea la cabeza para que el agua salga, comprime el oído con la toalla y luego seca la parte externa.
- También es básico que procures bañarte en aguas de calidad controlada, puesto que el conducto del oído está perfectamente preparado para soportar agua limpia, el problema es si hay gérmenes. Evita aguas estancadas.
- Entra al agua lentamente para evitar que entre de forma brusca a los oídos
- Durante los viajes de avión, evita dormirte en el momento del aterrizaje y el despegue. Bostezar, masticar un chicle o un caramelo te ayudará a destaponar los oídos.
- No abuses del uso de aires acondicionados.
- Aumenta la ingesta de agua en verano para evitar la deshidratación, que puede ocasionar acúfenos debido a la disminución de la circulación de sangre y una tensión arterial baja.
El tratamiento para la otitis
La mayoría de las otitis externas no necesitan tratamiento antibiótico oral, normalmente la aplicación de unas gotas óticas es suficiente para curarlas, aunque puede acompañarse de la toma de antiinflamatorios durante unos días si el dolor es muy fuerte y el médico te ofrece esta opción.
Si el médico te receta antibióticos (no suele ser necesario) y aunque cese el dolor debes tomarlos el tiempo indicado por el especialista ya que son útiles para reducir el proceso infeccioso provocado por la otitis.
Para evitar que empeore, es esencial que no se moje el oído interno durante unos días incluso cuando te duches. Por eso, es recomendable proteger los oídos con tapones de algodón hasta que se cure por completo la infección.
Otras amenazas para el oído en verano
Las otitis no son el único riesgo para los oídos en verano: la humedad favorece la formación de tapones de cera, el aire acondicionado puede irritar e inflamar los oídos y los viajes en avión también son una amenaza para la salud auditiva.
Por si fuera poco, según datos de GAES, 5 de cada 10 españoles no limpia sus oídos con los métodos apropiados. Siguen utilizando bastoncillos, método que provoca infecciones y perforaciones debido al empuje de la cera hacia el interior, cuando lo aconsejable sería dejar que el sistema natural de limpieza del oído expulsara la cera.