Los casos de irritación en los ojos o en la piel por culpa del agua de las piscinas son habituales, sobre todo en verano.
Muchas personas acuden a los centros de atención primaria y a las consultas de los dermatólogos, especialmente con niños, pensando que han desarrollado una alergia a los productos químicos de la piscina, especialmente al cloro.
es una REACCIÓN natural de la piel, no alergia
“Como decía un profesor mío, todo lo que hay en la atmósfera es susceptible de producir alergia a alguien. Sin embargo, los casos de personas con reacciones alérgicas a los productos de la piscina son muy muy raros”. Así de tajante se muestra el dermatólogo Ramón Grimalt, profesor de la Universidad Internacional de Cataluña y autor del blog especializado en dermatología grimalt.net.
Lo que pasa es que el cuerpo reacciona de una manera natural a unos productos que son ya de por sí irritantes.
Es un efecto parecido al que encontramos al lavar los platos a mano y sin guantes. Muchos jabones lavavajillas son agresivos para nuestra piel. “El jabón o la lejía son productos irritantes en sí mismos, no es que sean productos alergénicos”, aclara el doctor Grimalt.
A QUIÉN daña más el cloro de las piscinas
En la piscina, para evitar la proliferación de hongos y bacterias que podrían provocar infecciones, se utilizan jabón y cloro para desinfectar el agua. El potencial irritativo de estos productos sobre la piel depende, básicamente, de tres factores:
- La cantidad de producto.
- El tiempo que estás en contacto con él.
- La propia sensibilidad de tu piel.
En general, los niños son siempre los más afectados, puesto que se pasan mucho rato en el agua y, además, tienen la piel más delicada y sensible que un adulto.
El problema es especialmente significativo en los casos de personas que tienen pieles especialmente sensibles, como ocurre en caso de dermatitis atópica, piel psoriática, piel reactiva o piel delicada. Todas ellas, al salir de la piscina, tienen irritaciones en la piel, la mayoría de veces importantes. Pero no son los únicos.
ponerse una hidratante antes puede evitarlo
Cada uno de nosotros, en mayor o menor medida, tenemos una piel que acaba reaccionando a estos productos. De todas formas, los adultos, como ya se conocen mejor las reacciones de su cuerpo, suelen ir con más cuidado, sobre todo si son habituales en la piscina.
Para evitar que el cloro acabe irritando tu piel, protégete primero con una crema hidratante o emoliente (con aceite).
Es algo que suelen hacer habitualmente, por ejemplo, los jugadores de waterpolo. Para ellos es como ponerse un guante químico para proteger la piel, que de alguna forma actúa como "repelente" del agua.
LAS SEÑALES DE LA IRRITACIÓN cutánea
La principal reacción de esta irritación es el eccema. La piel se enrojece, se escama y pica.
Tampoco todo nuestro cuerpo reacciona igual. Hay determinadas zonas más sensibles y proclives a sufrir estas irritaciones.
“Es típico que el eccema sea flexoral, es decir, que aparezca en las zonas de la piel que tienen pliegues”, explica el doctor Grimalt.
Estas zonas de pliegues suelen ser detrás de los rodillas, delante del codo, en la zona de la ingle, en las axilas, en los pliegues del cuello o de los párpados, y en las mujeres también debajo del pecho.
La córnea de los ojos es otra de las zonas especialmente sensible a los reactivos, por eso cuando se enrojece es otro signo muy visible de la irritación debida al cloro.
La misma cantidad de cloro, por el contrario, puede apenas hacer efecto a la piel de la espalda, que es mucho más dura.
cómo se tratan las irritaciones de la piel
Si hay intención de estar mucho rato en la piscina, lo primero que hay que hacer es protegerse con cremas o aceites.
Si no se ha podido evitar, el tratamiento clásico para los eccemas son las cremas con corticoides: antiinflamatorios que aplicados por vía externa ayudan a reducir la irritación. Te lo debe prescribir un médico, no lo apliques por tu cuenta.
A veces se añade una crema emoliente o hidratante para restaurar esta capa de grasa de la piel que se ha visto afectada.
También hay antiinflamatorios naturales, como el aloe vera, el derivado del mentol o crema con manzanilla que pueden ayudar. Su eficacia es algo menor, no actúan tan rápido y la acción dependerá del grado de irritación
¿Las PISCINAS CON AGUA SALADA también irritan la piel?
Ahora hay piscinas que intentan reducir su contenido de cloro con un método de agua con sal.
El clorador salino, que así se llama el sistema, lo que hace es disgregar la sal que se tira y, al mismo tiempo, extraer el cloro. No se deja de poner cloro en la piscina, lo que pasa es que no se agrega directamente, sino que ya viene incluido en la composición química de la sal.
Por tanto, si eres sensible al cloro puede seguir afectándote. "De todas formas, sí que es cierto es que son un poco más benignas para las personas especialmente sensibles, son menos irritantes”, explica el doctor Grimalt.