Cómo prevenir un golpe de calor y qué hacer en caso de sufrirlo

Mareos, náuseas, vómitos, confusión... son algunos de los síntomas que acompañan a un golpe de calor. Reaccionar a tiempo y correctamente es clave para evitar lo peor.

Dr. Francisco Marin
Dr. Francisco Marín

Médico de Atención Primaria

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Cada verano supera al anterior. Si el año pasado, se registraron hasta siete olas de calor, según la Agencia Estatal de Meteorología, este año todo apunta a que este número se superen o como mínimo, se iguale. Los problemas derivados de esta escalada de temperaturas afectan a numerosos y diferentes sectores, entre ellos, el que concierne a este medio, la salud. 

Y es que, uno de los peligros más graves y frecuentes asociados al verano, es sufrir un golpe de calor o una insolación, los trastornos más habituales por la exposición al calor. La insolación es más leve, mientras que el golpe de calor siempre es grave.

¿Qué es un golpe de calor?

El golpe de calor está ocasionado por un aumento de la temperatura corporal debido al exceso de calor ambiental, sobre todo en condiciones de humedad, o de un esfuerzo físico intenso. La principal causa de esta situación es una subida de la temperatura corporal por encima de los 40°C que, acompañada de síntomas como sensación de mareo, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, debilidad, confusión, sueño o convulsiones, puede derivar, si no se detecta a tiempo, en consecuencias mucho más graves como un fallo multiorgánico.

Diferencias con una insolación

Aunque muchas veces se confunden el golpe de calor y la insolación, lo cierto es que no son lo mismo. Esta se produce por la exposición a temperaturas elevadas, pero no es tan grave como el golpe de calor que es una emergencia médica, especialmente en niños o personas mayores.

La creencia de que la insolación y el golpe de calor son la misma cosa está bastante justificada, ya que son eventos que comparten algunos síntomas como dolor de cabeza, mareos, náuseas y vómitos, pulso fuerte e irregular, cara congestionada. Sin embargo en la insolación lapersona suda, pero en el golpe de calor el sudor cesa y la piel está seca, caliente y enrojecida. Ahí, tenemos una clara señal que nos advierte de si estamos ante una insolación o un golpe de calor.

Para reconocer un golpe de calor...

Los síntomas que pueden indicar que una persona está sufriendo un golpe de calor son los siguientes:

  • Sensación de mareo.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolor de estómago.
  • Debilidad.
  • Confusión.
  • Sueño.
  • Convulsiones.

La Cruz Roja recomienda que si alguien se encuentra mal por el calor debe parar de inmediato la actividad que esté haciendo, situarse en un lugar sombreado y fresco y pedir ayuda.

Fácil de evitar

Las medidas de prevención para evitar un golpe de calor son muy sencillas. Estas son algunas de las más efectivas:

  • Beber agua. Para evitar el golpe de calor es clave una buena hidratación. Es importante beber una abundante cantidad de líquido durante todo el día, preferentemente agua aunque zumos naturales, infusiones o batidos también ayudan. Procura beber cada poco tiempo aunque no tengas sed y llevar siempre una botella de agua.
  • Alimentos ricos en agua. Es fundamental comer de forma regular alimentos que contengan agua, que sean frescos y que favorezcan la hidratación como por ejemplo las frutas. Todo esto ayuda a que el cuerpo esté totalmente hidratado.
beber agua

  • Evitar salir a la calle en las horas centrales del día (12h - 16h). Si tienes que permanecer en el exterior, procura estar en la sombra. Mejor pasar el tiempo en casa o en locales que tengan aire acondicionado.
  • Vestir con prendas sueltas y ligeras, que no sean ajustadas. La ropa ligera permite la transpiración.
  • Hacer deporte a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.

Niños y mayores, grupos de riesgo

Las elevadas temperaturas del verano pueden afectar especialmente a los niños y las personas mayores. Para evitar los golpes de calor entre los niños, se aconseja los siguiente:

  • Ofrecer a los niños/as líquidos continuamente.
  • Si continúan tomando pecho, ofrecerlo con más frecuencia.
  • Evitar la sobreexposición solar y que hagan deporte en las horas de calor.
  • Bañarlos frecuentemente.
  • Vestir a los pequeños con ropa holgada, ligera, transpirable y de colores claros.
  • Proteger la cabeza con una gorra o sombrero.

Según informa la Asociación Española de Pediatría, cada año son muchos los menores que sufren grandes lesiones e incluso fallecimientos a causa de los golpes de calor en el interior de los vehículos. Por ello, es importante nunca dejar solo a los niños dentro de los coches.

Es importante tener en cuenta el acrónimo AAA (anticípese, acostúmbrese y actué) y avisar al 112 en caso de encontrar a un niño solo en el interior de un vehículo: una llamada puede salvar una vida.

También es recomendable, durante los viajes, llevar un botiquín básico con medicamentos para la fiebre, el dolor o las heridas. En caso de viajar con menores con alguna patología crónica, es fundamental que recordemos llevar la medicación necesaria para el viaje, así como un informe actualizado de su diagnóstico y tratamiento.

reaccionar a tiempo

Un golpe de calor es una emergencia médica, por tanto debe llamarse al 112. El Ministerio de Sanidad recomienda trasladar a la persona a un lugar fresco mientras llegan los sanitarios.

Se aconseja aplicar paños fríos para bajarle la temperatura o darle un baño de agua fría. En caso de síntomas graves, la información del ministerio desaconseja dar de beber cualquier tipo de bebida.

Si se trata de un niño, la Asociación Española de Pediatría sugiere estos consejos, que también son aplicables a adultos:

  • Coloca al niño tumbado, boca arriba, en un sitio fresco, a la sombra y bien ventilado
  • Quitarle la ropa que no necesite y aflojarle la que le oprime.
  • Colocar compresas de agua fría en la cabeza, la cara, el cuello, la nuca y el pecho, e ir cambiándolas a medida que se calienten.
  • En caso de que el niño esté consciente, debemos ofrecer líquidos como agua fría o, preferiblemente sueros de rehidratación oral o bebidas isotónicas.
  • Si no está consciente: debemos iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar básicas (RCP) y avisar al 112 para atender esta emergencia lo antes posible.
  • Ante cualquier signo de golpe de calor, acudamos a un especialista que valore la situación y examine al paciente, aunque este se recupere con las primeras medidas de auxilio.