Los servicios sanitarios de la Comunidad Valenciana ya han informado de los primeros casos de infecciones por gastroenteritis entre los habitantes de las zonas afectadas por la DANA. Era lo esperable. Los expertos han alertado de que este tipo de infecciones son comunes cuando se produce una catástrofe de este tipo.
El riesgo esencial es que las aguas residuales y las aguas contaminadas con animales muertos, con gasolina y otros productos tóxicos ha formado un todo junto con el agua de lluvia que desbordaba los caudales. Esta agua y el lodo también contaminado que se ha formado están llenos de bacterias que si llegan a la boca van a provocar la gastroenteritis.
Como la gran mayoría de estas bacterias en España son relativamente benignas estas gastroenteritis son leves: vómitos, algo de fiebre y malestar intestinal. Pasan al cabo de un par o tres de días. “Hay agua corriente en las casas, pero no todas las aguas tienen garantías para usarse y es cada ayuntamiento el que informa de las condiciones”, ha explicado el doctor Salvador Peiró, epidemiólogo de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria.
Los riesgos más serios: tétanos e infecciones
Hay otro tipo de infecciones que son más problemáticas. Se trata de infecciones por bacterias graves, como la leptospirosis (que contagia la orina de ratas y otros animales) o la hepatitis. Los especialistas consideran que en España el riesgo es bajo, porque no son bacterias tan frecuentes, aunque no se descarta algún brote.
La manera de contagiarse es igual al de la gastroenteritis: estas bacterias, presentes en el barro o el agua contaminada llega a nuestra boca. Puede ser por tener las manos sucias de barro y nos las ponemos en la cara o que los alimentos que traemos han estado en contacto con superficies contaminadas.
Otro riesgo grave en este tipo de situaciones es el tétanos. Es importante que los voluntarios y las personas que habiten las zonas afectadas estén vacunados. La Generalitat valenciana ha iniciado una campaña de vacunación. En todo caso, es importante que si se hacen una herida acudan en seguida a un centro médico para evaluarla.
En estas zonas de desastres naturales prolifera más fácilmente la bacteria del tétanos. La manera que tiene de infectarse es a través de una herida. Por ejemplo, si nos cortamos con un objeto contaminado. Con tantos escombros, es fácil que nos hagamos heridas de este tipo.
Los riesgos más inmediatos
Por redes se alerta de riesgos muy improbables, como epidemias de dengue o malaria. Estos casos se dan en similares circunstancias de inundaciones pero en países en desarrollo. No en España. “No obstante, se toman medidas para vigilar y si hubiera un caso evitar que se propague”, admite el doctor Peiró, en declaraciones a RTVE.
Hay dos riesgos mucho más inmediatos y evidentes que ya se han empezado a detectar en gran número en estas zonas afectadas:
- Los accidentes. “La gente se resbala en los barrizales y más transportado objetos pesados como neveras”, apunta el doctor. Se están produciendo lesiones.
También se teme que pueda haber accidentes eléctricos cuando vuelva a conectarse aparatos que han podido llenarse de agua. Hay que recordar que el agua es un muy buen conductor eléctrico. Hay que extremar las precauciones. Hemos de asegurarnos de que todo está bien seco y llevar calzado de goma, que nos aísle.
- Las intoxicaciones alimentarias es otro peligro habitual. Puede ser por ser alimentos que tras el corte del suministro eléctrico se han echado a perder sin que nos percatemos. Puede ser porque se han lavado con agua contaminada.
Las principales medidas de precaución
Desde Sanidad y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria han dado algunas indicaciones básicas para prevenir los problemas reales y más probables, como las intoxicaciones y las gastroenteritis:
- Lávate las manos con jabón con frecuencia y siempre antes de manipular alimentos.
- No consumas productos que hayan estado en contacto con el agua. Solo las latas o tarros herméticos, pero después de haberlos hervido dos minutos.
- Evita que los niños, embarazadas y personas con asma participen en las tareas de limpieza.
- Usa ropa de manga larga, pantalón largo y guantes, protector ocular y mascarilla.
Esto es porque también son habituales las infecciones de piel y los ojos. En cuanto a la mascarilla, nos protegerá cuando el barro contaminado se seque y vuele por el aire. Al aire libre estos primeros días no son tan necesarias.
Ahora “es importante llevar la mascarilla en interiores a medida que va creciendo el moho y esporas que pueden producir enfermedades respiratorias”, puntualiza el doctor Peiró.