Las dos vacunas que los expertos aconsejan poner si quieres ayudar como voluntario en Valencia

La solidaridad con la población afectada por la DANA en la Comunidad Valenciana es ejemplar. No obstante, un especialista en epidemiología advierte que los voluntarios han de ir preparados y vacunados. Recuerda que el 25% de quienes participan en las labores de limpieza pueden coger infecciones.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

Voluntarios
GTRES

La situación dramática que ha dejado la DANA a su paso por la Comunidad Valenciana todavía ha de calibrarse en toda su dimensión. Porque un desastre natural como estas inundaciones tienen repercusiones que no se limitan a la búsqueda de los desaparecidos.

Una de las preocupaciones ahora, una vez han pasado las lluvias, es evitar que el fango y las aguas contaminadas provoquen infecciones al haberse mezclado con las aguas del alcantarillado.

Los epidemiólogos lo saben bien, porque es una situación que han vivido ya numerosas veces en otros episodios de inundaciones como este. El doctor Oriol Mitjà, epidemiólogo de IS Global y que fue uno de los primeros en alertar del riesgo de la covid, ha recordado que en las operaciones de limpieza la coordinación y la preparación son tan importantes como la celeridad.

Los riesgo al ir a limpiar el barro

Hay riesgos sanitarios que pueden afectar sobre todo a las personas que están limpiando el lodo -ha explicado el doctor Mitjà-. Hasta una de cada cuatro personas pueden coger infecciones leves.” Por eso los voluntarios han de ir bien pertrechados.

Este tipo de infecciones suelen ser gastrointestinales. Aparecen diarreas, náuseas, vómitos, dolor de barriga y fiebre. Las gastroenteritis se producen entre uno y tres días después de haberse infectado.

El motivo de la infección son los virus y bacterias presentes en las aguas fecales y que se han quedado en el barro que ahora se limpia. “Estas bacterias se replican bastante rápido”, explica el experto. El contagio se produce cuando algo de ese barro contaminado nos toca las manos y luego nos pasamos la mano por la cara y la boca.

Otro tipo de contagio no tan obvio es cuando se coloca la comida que llevan en una zona que está contaminada”, añade el doctor Mitjà en declaraciones a la emisora Rac1.

Cómo se han de preparar los voluntarios

Por eso las principales recomendaciones para los voluntarios es llevar guantes, lavarse las manos con frecuencia, siempre antes de comer, y no dejar el túper o la bolsa de comida en zona de barro. Llevar mascarilla también es útil “pero no es imprescindible”, apunta este especialista.

Otro de los expertos que ha hablado sobre el tema, el catedrático Martín Moreno, de la Universidad de Valencia, añadía que es fundamental llevar “botas de agua, altas y con suela gruesa que protejan de cortes y heridas en los pies”.

También has de estar vigilante con la piel y los ojos en los días posteriores tras ir a los localidades siniestradas, pues son frecuentes algunas infecciones oculares y cutáneas si no estás suficientemente protegido.

Pero lo primero, “la medida preventiva fundamental antes de irte de voluntario es confirmar que estás vacunado de la hepatitis y el tétanos”, aconseja el doctor Mitjà. Y llevar siempre agua embotellada. Nunca usar la de la inundación.

¿Por qué hay riesgo de hepatitis y tétanos?

En las zonas afectadas pueden surgir dos tipos de infecciones:

  • Las primeras se producen en los primeros días. Son las propias cuando se mezcla el agua contaminada con el agua potable. Por eso ni los voluntarios ni la población de las zonas inundadas deben utilizar el agua corriente.

Las autoridades han reestablecido el suministro, sin embargo se prohíbe su uso para cocinar. No se puede utilizar el agua del grifo ni siquiera para hervir. No se garantiza que se vaya a purificar del todo.

La gran mayoría de infecciones son gastroenteritis benignas, porque también las bacterias que circulan por España son benignas.

  • Sin embargo, no se pueden descartar algunos otros riesgos que aparecen ya en días posteriores. Sobre todo la hepatitis A.

Es una infección que se contagia de igual manera que las gastroenteritis, aunque afecta más al hígado y hace que la piel se vuelva amarilla. “Aparece a las dos semanas de la infección. Es mucho menos probable”, tranquiliza el doctor Mitjà. Pero no descartable y por eso hay que ir vacunado.

Otro problema a largo plazo es la aparición de plagas de ratas. Los orines de ratas pueden contaminar el agua y causar leptospirosis. No se espera que haya muchos casos. Pero puede haber algún brote.

  • Respecto al tétanos, el agua contaminada aumenta la presencia de la bacteria clostridium tetani, que causa el tétanos. Es común que las personas sufran cortes o heridas por escombros. Estas lesiones pueden ser un punto de entrada para la bacteria.