Medicamentos como el omeprazol están entre los más utilizados en España. Son fármacos antiulcerosos y tienen unos objetivos concretos para evitar daños en el estómago en determinadas circunstancias médicas.
El problema surge al haberse popularizado con el benéfico nombre de “protectores del estómago” o “protector gástrico”, lo que ha hecho creer que son un escudo inocuo que nos defenderá ante cualquier exceso. El resultado es que hoy son uno de los fármacos a los que más se recurre de forma habitual sin consejo médico.
Es un serio error. Error que muchos españoles van a volver a cometer durante las comilonas en las fiestas de Navidad de los próximos días. La Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) lleva tiempo advirtiendo de ello y ha vuelto a insistir ahora: el uso de estos medicamentos antiulcerosos no protege e incluso puede ser perjudicial.
Por qué no protegen de las comilonas
El omeprazol y el resto de fármacos de esta familia (pantoprazol, lansoprazol y otros) son inhibidores de la bomba de protones. Parece que te van a evitar un cataclismo nuclear. Su nombre proviene de que inhiben una proteína. Esta proteína es la responsable de segregar protones de hidrógeno en el estómago, lo que produce ácido gástrico.
Por tanto, estos fármacos reducen la cantidad de ácido que produce el estómago. Esto puede ser muy útil en personas con úlceras o con problemas permanentes de reflujo o para reducir daños estomacales producidos por otros medicamentos.
El que tengas menos ácido en el estómago no va a significar que vayas a tener una mejor digestión si comes mucho o tomas exceso de alimentos grasos y azucarados. La SEFAP es muy clara al respecto: “Estos medicamentos no están indicados para la acidez por exceso de comida o consumo de alcohol.”
Qué consecuencias pueden tener
Como todos los medicamentos, el omeprazol y derivados han pasado unos controles de seguridad estrictos y aportan beneficios en las personas a las que se les receta. Pero no están exentos de efectos secundarios. Son sobre todo a largo plazo y pueden aumentar el riesgo de debilidad los huesos, provocar carencia de vitamina B12 o dañar los riñones.
Cuando se utilizan de manera puntual sin una razón médica y para prevenir las molestias de un banquete, la problemática es otra:
- No actúan a tiempo. Su efecto aparece después de las 4 a 6 horas, casi siempre cuando parte de la digestión ya está hecha. Además, su mayor eficacia se consigue con un uso más continuo y después de 2 a 4 días de tratamiento.
- Alteran la digestión. Una comilona puede producir acidez, pero esos ácidos son necesarios para digerir bien los alimentos. Si los reduces puede alterar sin necesidad la digestión.
- No frena la acción del alcohol. El alcohol tiene un efecto irritante en la pared del estómago, pero estos medicamentos no la evitan porque esa irritación no es por los ácidos que son sobre los que actúa el omeprazol.
En resumen, te arriesgas a tener posibles efectos secundarios de estos medicamentos sin conseguir ninguno de sus beneficios.
Qué hacer para evitar la acidez
Los farmacéuticos recuerdan que hay otros métodos mucho más efectivos e inocuos para reducir o evitar la acidez de estómago en las comidas navideñas:
- Evita en lo posible el tabaco y el alcohol, ahora y siempre.
- Prudencia con alimentos que aumentan la acidez: café, chocolate, bebidas con gas, alimentos grasos y fritos.
- No te excedas con la cantidad: si tienes tendencia a sufrir problemas de estómago, disfruta más de cada bocado y no zampes en exceso. Sobre todo cuida las comidas picantes o muy azucaradas.
- Evita usar ropa que apriete alrededor del estómago.
- Si es una cena, procura dejar pasar de dos a tres horas antes de acostarte y permitir que tu cuerpo haya digerido los alimentos más pesados.
- Las sales de frutas o el bicarbonato pueden ser útiles para un uso puntual.
- En caso necesario hay otros medicamentos antiácidos más adecuados: los que contienen almagato (tipo almax y similares). El almagato es un componente que absorbe parte de los ácidos.