La genética no lo es todo a la hora de determinar cómo va a ser la vida de una persona. Los estudios sobre longevidad insisten en que una gran parte de nuestra salud está determinada por nuestra dieta, estilo de vida y el hacer revisiones médicas.
Eso es cierto. Como también lo es que hay un gran número de estudios que aportan evidencias de que conocer a nuestros antepasados es importante. Más de lo que nos gustaría admitir, puesto que son aspectos sobre los que no tenemos control.
El último de los estudios que ha tratado el tema es una interesante investigación en Estados Unidos, liderada por las Universidad de Drexel (en Filadelfia) y la Universidad de California. Es interesante porque no se limita a la influencia genética, indica que también es muy importante el peso económico, social y cultural de nuestros antecesores sobre nuestra salud. Y no solo la de los padres, también los abuelos.
Cómo afectan los abuelos en tu edad
Lo que siempre hemos oído es que una pista para saber cuánto puedes vivir es saber cuánto han vivido tus abuelos. Esta investigación ha analizado si hay diferencias en tu edad biológica en función del nivel educativo de tus abuelos.
Han visto que, efectivamente, las estadísticas son claras: los nietos de personas que fueron a la universidad tienen una edad celular más joven que las personas que tuvieron abuelos y padres con estudios primarios.
“Sabemos por estudios en animales que los factores de salud se transmiten entre generaciones, de abuelos a nietos, pero ahora hemos encontrado datos sólidos de que en los humanos los factores socioeconómicos de los abuelos influyen”, ha explicado el profesor Agus Surachman, director de la investigación.
Los nietos de licenciados y doctores tienen un perfil epigenético más joven. La epigenética son las modificaciones que se producen en la célula sin cambiar el ADN. Los científicos han descubierto una serie de relojes biológicos para saber la edad de tus células y el riesgo de enfermedades crónicas y tu salud en general.
Así se mira tu edad real
Hace tiempo que se estudia cómo analizar la edad real de nuestro cuerpo, que no siempre coincide con la edad de los años que cumplimos. Hay personas con la misma edad y con apariencia y capacidades físicas muy distintas.
Los científicos han visto que hay pistas en las células que nos determinan mejor la edad biológica real que tienen. En esa edad biológica no solo influye el paso de los años, también las experiencias propias y de los progenitores.
Esto se vio muy bien cuando se estudio a los descendientes de los supervivientes del Holocausto judío y del genocidio de Ruanda. El drama vivido por los padres afectó a los genes de los hijos.
En este nuevo estudio que nos ocupa han confirmado que el nivel educativo de los padres y abuelos es útil para deducir el nivel socioeconómico de los descendientes en la infancia y juventud, y este factor va a ser importante en su salud y longevidad posterior.
Qué beneficio aporta un abuelo universitario
Para ser precisos, el estudio ha seguido la línea materna. Aprovechó unos estudios previos que siguieron la evolución de un grupo de niñas de diez años. Treinta años después se las ha vuelto a analizar, mirando su edad celular. Y esta vez también se ha analizado la de sus hijos.
Tras preguntar a las mujeres sobre el nivel educativo de sus padres, se han podido hacer estas deducciones. El estudio es riguroso y tuvo en cuenta muchos otros factores, como el sexo de los hijos, la edad, el peso y la estructura familiar.
La deducción final es que el nivel educativo de los abuelos acaba influyendo en un 14.5% sobre la edad biológica de los nietos.
La explicación es compleja e influyen muchas cosas. Un abuelo estudioso, por ejemplo, tiene más opciones de aportar buenos hábitos de salud a sus hijas que, a su vez, lo trasmiten a sus propios hijos.
Una pista para cambiar hábitos
“Tendemos a enfatizar demasiado la responsabilidad individual cuando se trata de la salud y se culpa mucho a las personas por su mala salud”, decía el profesor Surachman. “Sin embargo, la salud es mucho más compleja. Algunos factores están fuera de nuestro control, como la genética y la epigenética con la que nacemos y crecemos.”
Los investigadores que han participado en el estudio abogan por proponer más recursos en educación y salud que ayuden a reducir la brecha en este sentido. Que los hijos y nietos de personas con menos nivel educativo reciban una ayuda extra.
Cabe recordar que este estudio está hecho en Estados Unidos, donde la ayuda social no es comparable con la que hay en España y en la Unión Europea. Allí no todas las familias disponen de libre acceso a la sanidad, que es privada.
Por eso, aunque algunos factores sí pueden ser similares, los resultados no son extrapolables totalmente.