Si tenéis hijos, ¿habéis hablado suficiente con ellos de sexualidad? Las estadísticas indican que no. Y lo que es más preocupante: muchos padres piensan que sí. Dos datos significativos:
Un reciente estudio del Ministerio de Igualdad este 2024 reveló que el 90% de los padres creen que sus hijos no ven pornografía, cuando el 90% sí lo hace. Gran parte tienen el primer contacto con el porno a los 8 años.
Otro estudio revela que solo un 12% de los jóvenes españoles de hoy recibieron algún tipo de educación sexual directamente de sus padres durante los pasados diez años. Un 7% se informó por amigos o experiencia propia y un 56%, mayoritariamente chicos, por el porno.
Se disparan las enfermedades sexuales
Es este contexto en el que se inscriben el preocupante aumento de enfermedades de transmisión sexual que se está dando en España. Las dos más significativas son la gonorrea, que ha crecido un 42,6%, y la sífilis, con algo más de un 24%, entre 2021 y 2023. Otra enfermedad con aumentos significativos es la clamidia. Creció un 20,7%.
Son datos que revela el informe que publica cada año el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III. Estamos hablando de cerca de 50.000 nuevos casos de estas enfermedades solo en el último año. Y eso respecto a las infecciones notificadas. Hay muchos contagios que son asintomáticos o la persona se lo calla.
Las tasas más altas de gonorrea se concentran en Cataluña, Madrid y el País Vasco. Mayoritariamente se contagiaron hombres, y cerca del 40% fueron en relaciones homosexuales.
Respecto a la sífilis, Canarias, Baleares y Madrid son las comunidades más afectadas. En este caso también creció sobre todo los contagios entre hombres. El grupo de edad con las tasas más altas fue entre los 25 y los 34 años.
Un mejor método de control
Para combatir el problema creciente de las infecciones de transmisión sexual (ITS), España puso en marcha un plan específico, con especial atención en el sida, pero que abarcaba todo este tipo de enfermedades. El objetivo es que para 2030 se hayan podido erradicar como problema de salud.
Claramente la evolución no es favorable. Las autoridades sanitarias, sin embargo, destacan que hay un mayor control de los casos, que es el primer objetivo para atajar los brotes y evitar más contagios. El que se estén detectando más enfermos no es necesariamente una mala señal.
Los responsables del estudio apuntaron que es difícil homogeneizar las estadísticas porque la sanidad está traspasada a las Comunidades Autónomas y cada una sigue una política distinta en cuanto al sistema de vigilancia. El informe llama a mejorar la calidad de los datos, sobre todo al explicar el modo como se ha transmitido la enfermedad.
¿Qué son las ITS?
Las ITS son el conjunto de enfermedades infecciosas cuya vía principal de contagio es en las relaciones sexuales, aunque de modo minoritario pueden tener otros modos de transmisión. Ese es el único nexo común. Las causan diferentes microorganismos. Pueden ser virus, bacterias o incluso parásitos.
Hay una veintena de estas infecciones. “La importancia de estas enfermedades radica también en las secuelas que producen si no se realiza un diagnóstico y un tratamiento adecuado”, nos recuerda la investigadora Asunción Díaz, del Centro Nacional de Epidemiología.
Entre estas secuelas están los problemas de infertilidad, enfermedad inflamatoria pélvica o, como pasa con el virus del papiloma humano, riesgo de cáncer.
Si bien es cierto que muchas de estas infecciones cuentan con tratamientos eficaces, hay que atajarlas a tiempo. Y en el caso del sida, no hay cura, solo una medicación de por vida no exenta de posibles efectos secundarios.
La educación es fundamental
Lo que no debemos olvidar es que algunas de estas infecciones sexuales cuentan con vacunas, como el papiloma humano, que evitaría que la enfermedad se extendiera, y en todas ellas es posible la prevención.
Los jóvenes deben aprender los riesgos de contagio que supone no notificar una de estas infecciones. También la importancia del preservativo como el mejor medio de protección.
Hay campañas oficiales, pero las autoridades consideran que es el trato directo y la información por parte de personas de confianza la que puede ayudar a que las nuevas generaciones sean plenamente conscientes de los riesgos.
La pornografía está socavando esta lucha. Más allá de que las escenas reflejan un tipo de relación de sumisión de la mujer al hombre más que discutible, casi nunca se utiliza preservativo.