Un nuevo tratamiento aumenta la esperanza frente al cáncer de mama más agresivo

No hay un solo cáncer de mama, sino varios subtipos que pueden ser más o menos agresivos. Ahora se ha conseguido un gran avance en la terapia contra el más letal del todos. Una investigación ha conseguido mejorar de manera significativa la supervivencia.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

INVESTIGACION MAMOGRAFIA

Un tratamiento de inmunoterapia mejora el control del cáncer de mama más agresivo.

ISTOCK

La autoexploración y las mamografías periódicas son las mejores herramientas que tenemos hoy para enfrentarnos al cáncer de mama, el tipo de tumor más extendido en mujeres. Cogerlo a tiempo es fundamental.

El otro gran avance se ha dado en el tratamiento una vez localizado. La personalización del tumor y cómo afrontarlo ha permitido avanzar muchísimo y hoy el cáncer de mama sin metástasis tiene una tasa de supervivencia del 99% a los 5 años.

Los tratamientos son más efectivos, incluso en los tumores más agresivos y de peor pronóstico. De estos últimos vamos a hablar. Se trata del cáncer de mama triple negativo localizado. Un tratamiento experimental que ya está en su fase final de ensayo clínico ha demostrado gran eficacia.

Cómo mejora nuevo tratamiento

El nuevo enfoque consiste en añadir un tratamiento de inmunoterapia, que se aplica conjuntamente con la quimioterapia, tanto antes como después de la operación para extirpar el tumor.

Han comprobado que esta combinación ayuda a controlar mejor la enfermedad. Hay más curaciones y menos riesgo de recaídas. Los ensayos se han hecho con la participación de 1.174 pacientes de este tipo de cáncer. A un grupo se les aplicó el nuevo enfoque y a otro se mantuvo el tradicional.

Los resultados son muy evidentes. Después de seis años tras el tratamiento, se ha constatado “una mejora significativa de la supervivencia global”, señalan los autores del estudio, presentado en la New England Journal of Medicine, una de las revistas científicas más prestigiosas.

Los resultados suponen un 5% más de pacientes que se curan. La tasa de supervivencia en este cáncer de mama triple negativo pasa de ser del 81,7% al 86,6%.

En qué consiste este tratamiento

Este tipo de cáncer triple negativo supone el 15% del total de cánceres de mama diagnosticados. Se extiende fácilmente a los ganglios y complica su tratamiento. Las investigaciones se han hecho con cánceres en estadio 1 y 2, que son las fases más tempranas de la enfermedad.

Lo que proponen los investigadores es dar un tipo de inmunoterapia, el permbrolizumab. Se trata de anticuerpos monoclonales. Estos anticuerpos son proteínas creadas de manera artificial que imitan nuestros propios anticuerpos. Y actúan igual: indican donde están las células malignas.

Estos anticuerpos monoclonales se consiguen fusionando células de nuestras defensas (los linfocitos B) con células tumorales.

La diferencia de la inmunoterapia con otros tratamientos es que aquí no se ataca con sustancias químicas que dañen a las células tumorales. Se da una método para que sea el propio sistema inmune quien pueda localizar y atacar el tumor. Que sean nuestras defensas las que destruyan las células cancerosas.

Hoy por hoy, no existe un tratamiento con inmunoterapia que sea efectivo al cien por cien. Casi todos se aplican conjuntamente con quimioterapia. Por eso, es una combinación de ambos lo que han planteado los científicos en estos casos de cáncer.

Los casos en que falla la inmunoterapia

Uno de los problemas que tiene todavía la inmunoterapia es el paciente que no siempre responde igual. Hay muchos tipos de cáncer en que no ha resultado efectivo.

Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los médicos es que el tumor, sobre todo el que aparece en un órgano, como la mama, consiguen organizarse mejor para defenderse. En linfomas o leucemia (cáncer de la sangre y la linfa) los resultados de la inmunoterapia son mucho más prometedores.

Sin embargo, también en este punto se está avanzando. Ahora se ha creado un test específico que permite ver si el paciente va a responder al tratamiento con inmunoterapia o va a ser inútil aplicarlo.

Es un test que analiza la capacidad del sistema inmune del paciente y otros factores y que será muy útil para que los médicos tomen la decisión del tratamiento.