Descubren las mejores señales para saber si la inmunoterapia funcionará en un cáncer

La inmunoterapia es una de las grandes esperanzas contra el cáncer. El problema hasta ahora es que no a todo el mundo le funciona igual. Una investigación en España ha descubierto unos biomarcadores que revelan con precisión si será útil o no el tratamiento.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

investigadora laboratorio

Unos biomarcadores permitirán saber con precisión si una persona se puede tratar con inmunoterapia.

ISTOCK

La inmunoterapia es uno de los grandes avances que ha dado la lucha contra el cáncer en años recientes. El tratamiento consiste en aprovechar las capacidades de nuestras propias defensas. En lugar de intentar eliminar las células cancerosas desde fuera se enseña al propio sistema inmune a reconocerlas y atacarlas.

El planteamiento es sencillo pero su aplicación no lo es tanto. Hay muchas variables. No todos los tipos de cáncer pueden tratarse con inmunoterapia. Y ni siquiera dos personas con el mismo tumor responden igual. Los medicamentos de inmunoterapia son efectivos solo en un 20 o 30% de los casos.

Eso ha obligado a buscar señales que puedan ayudarnos a predecir si vale la pena o no aplicar inmunoterapia o limitarnos a la quimio y radioterapia clásicas. Estas señales, lo que se conoce como biomarcadores, tampoco eran muy precisos. Ahora un equipo del Instituto de Investigación Biomédica, de Barcelona, ha dado con los cinco biomarcadores más efectivos.

Los biomarcadores más efectivos

La gran novedad de esta investigación es que han juntado un gran número de posibles biomarcadores. Por supuesto, se han incluido algunos biomarcadores que ya se habían considerado como significativos y que ya se utilizaban en algunos hospitales. Y se ha mirado otros potenciales.

Para hacerlo, se han vertido los datos del historial clínico de 1.970 pacientes que han sido tratados ya con inmunoterapia. Tanto a los que les funcionó como a los que no.

Así han visto que algunos de los biomarcadores que se han utilizado tradicionalmente son redundantes y no aportan información diferente. Otros no son fiables al cien por cien.

Al final han conseguido reducirlo a cinco biomarcadores que son los más útiles.

Son marcadores muy técnicos. Por simplificar diremos que dos se relacionan con las mutaciones genéticas de las células tumorales y los otros tres tienen que ver con la fortaleza de las células defensivas del paciente y la capacidad del tumor para esconderse de ellas.

Cómo va a beneficiar el nuevo test

De todos estos marcadores, hasta ahora se usaban sobre todo los de las mutaciones del tumor. Los investigadores han creado un test nuevo que es una combinación de estos cinco biomarcadores.

Hemos hecho pruebas para desarrollar predictores de respuesta al tratamiento con solo algunos de los cinco factores, y hemos visto que se obtienen mejores resultados cuando combinamos los cinco”, ha explicado la doctora Núria López-Bigas, directora del proyecto.

Este test podrá indicar con mucha más precisión qué personas pueden ahorrarse el tratamiento de inmunoterapia porque no va a funcionar. Evitando así los posible efectos secundarios. Es menos tóxica que la quimio pero también los tiene.

También servirá para que otros casos en los que no se contemplaba, se usen fármacos de inmunoterapia. “Hemos identificado personas con tipos de cáncer que no se consideraban candidatos y que, según nuestro predictor, podrían beneficiarse”, ha dicho la doctora López-Bigas, en declaraciones a La Vanguardia.

Cuándo se va a empezar a aplicar

Las expectativas son excelentes, aunque aún habrá que esperar algún tiempo para que se autorice el uso del test de manera generalizada. Los datos se han de validar ahora con nuevos estudios a más gran escala.

De todas formas, no deja de ser un paso más en el avance que está suponiendo la inmunoterapia frente al cáncer. En estos últimos diez años ha sido, dentro de la terapia de precisión, el gran cambio de paradigma en la lucha contra el cáncer.

Antes había una visión monolítica del cáncer. Ahora se analiza las características genéticas y moleculares específicas del tumor. Este enfoque permite individualizar mucho más la enfermedad. Y precisar mejor el tratamiento más adecuado. Con el nuevo test esta precisión será incluso mayor.

Hoy la inmunoterapia no es un tratamiento único. Se sigue combinando con quimioterapia. Además, ha dado muy buenos resultados en linfomas o leucemia, pero los resultados son menores con los tumores sólidos, los que afectan a órganos concretos.

El problema es que las células tumorales de los tejidos se organizan mejor para defenderse del sistema inmune. También se está avanzando en este aspecto, por ejemplo, gracias a células inmunitarias tratadas con la técnica de ARNmensajero que también sirvió en la vacuna de la covid.