Investigadores del MIT demuestran cómo los beneficios del ayuno pueden volverse en nuestra contra y favorecer el cáncer

Están apareciendo diversas investigaciones sobre las bondades del ayuno intermitente para mejorar nuestro salud y retrasar el envejecimiento. Pero el estudio más reciente, del MIT, una de las universidades de referencia, advierte que también podría aumentar el riesgo de cáncer.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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ayuno intermitente

El ayuno intermitente tiene beneficios para la regeneración celular, pero también posibles riesgos.

ISTOCK

En años recientes las investigaciones sobre regeneración celular y mejora de la salud en la edad adulta se han centrado sobre todo en los beneficios del ayuno. Han aparecido varias teorías, ideadas por especialistas de gran reputación, que proponían diferentes formas de exponer a nuestro organismo a un estrés metabólico controlado.

Se ha comprobado que al estresar el metabolismo conseguimos numerosos beneficios para la salud: mejorar la regeneración celular, reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares, y en general, alargar la vida.

Son resultados preliminares, puesto que se necesita más tiempo para que se corroboren y, en algunos casos, solo hay evidencias a partir de ensayos con animales. Precisamente, una de las últimas investigaciones con animales ha mostrado que los mecanismos celulares que llevan a estos beneficios pueden volverse en nuestra contra y aumentar el riesgo de tumores.

En qué consiste el ayuno intermitente

La recomendación del ayuno intermitente varía según el especialista. Básicamente todos parte de lo mismo: dejar pasar suficiente tiempo entre la última comida de un día y la primera del siguiente como para que nuestro cuerpo tenga que recurrir a la grasa almacena.

Unos nutricionistas apuestan por un ayuno más estricto pero solo unos días a la semana. Otros recomiendan que sea un falso ayuno diario. No dejamos de comer, pero limitamos el tiempo de comidas a una franja ocho horas al día. Por ejemplo, cenando a las seis y no desayunando hasta las diez de la mañana.

Los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que encabeza cada año la lista de universidades más prestigiosas, han realizado varios trabajos al respecto. Han podido demostrar que la forma en la que el ayuno ejerce sus beneficios es aumentando la capacidad de regeneración de las células madre intestinales.

Cuando las células madre se estresan porque se quedan sin comida muchas horas empiezan a usar las grasas almacenadas y se produce la regeneración celular. Lo que no se sabía es qué mecanismos hacía que se activara la regeneración celular. ¿Era por dejar de comer o era cuando volvían a tener alimento? Para dar con la respuesta, los investigadores del MIT han hecho otro experimento con ratones.

Cómo ayuda el ayuno a regenerar las células

Pusieron a unos ratones en ayuno de 24 horas. Luego, a un grupo les dieron una dieta estricta. Y a otro grupo les dejaron comer todo lo que quisieran al día siguiente. Así han descubierto que las células madre dejan de activarse cuando empieza el ayuno y ya no tienen más comida. Pero luego cuando vuelven a tener comida se reactivan de un modo espectacular y se multiplica la regeneración celular.

Se regeneraron mucho más que el grupo de ratones que siguieron a dieta. También se regeneraron mucho más efectivamente que cuando se compararon con otro grupo de ratones que no había hecho ayuno.

Así han visto lo que ocurre. Cuando las células del intestino vuelven a tener alimento se producen unos cambios químicos en la célula. Se producen grandes cantidades de poliaminas. Las poliaminas son unas moléculas que ayudan a la célula a crecer y dividirse.

Sin embargo, también han se han llevado una sorpresa. "Tener m��s actividad de células madre es bueno para la regeneración, pero demasiado de algo bueno con el tiempo puede tener consecuencias menos favorables", ha explicado el biólogo Omer Yilmaz, supervisor del estudio.

El ayuno aumenta el riesgo de cáncer

Las células madre del intestino son especialmente activas a la hora de dividirse. Más que las de otras partes del cuerpo. Eso les permite conseguir que el revestimiento del intestino se renueve cada cinco o diez días.

Precisamente, como se dividen con tanta frecuencia hay más opciones que se produzcan errores en la duplicación del ADN y algunas de esas células acaben volviéndose cancerosas. Por eso, el cáncer de intestino y colon es uno de los más frecuentes.

Los científicos del MIT encontraron que las células madre del intestino al reactivarse aún más tras el ayuno también son más propensas a volverse cancerosas. En sus ensayos corroboraron este aspecto. Un gen causante de cáncer tenía muchas más posibilidades de desarrollar pólipos.

"Quiero enfatizar que todo esto se hizo en ratones, utilizando mutaciones cancerosas muy bien definidas. En los humanos se da una situación mucho más compleja", relativizaba el profesor Yilmaz.

Su conclusión es que el ayuno es muy saludable y aporte beneficios. “Pero si tienes mala suerte y te expones luego a un factor cancerígeno, por ejemplo un bistec carbonizado, podrías estar aumentando tus posibilidades de cáncer”, añadía.