Un innovador tratamiento consigue por primera vez frenar un tumor cerebral

Un paciente de Estados Unidos es el primero que ha conseguido que un tumor cerebral letal mejore gracias a una nueva técnica: inyectar células ‘enseñadas’. En apenas dos días, el tumor ya había disminuido.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

TUMOR CEREBRAL

Los tumores cerebrales suelen detectarse en tarde.

ISTOCK

Un excelente avance médico se acaba de hacer público en Estados Unidos. Un tratamiento se ha probado con éxito. Un paso que abre la esperanza ante uno de los tipos de cáncer más difíciles de tratar y con peor pronóstico. Se trata del tumor cerebral.

Este tipo de cáncer tarda en detectarse y cuando dan señales, cuando el paciente empieza a notar problemas de memoria, de visión o movimiento, suele ser cuando el tumor está ya muy avanzado. La operación es muy delicada, dado que hablamos del cerebro, con mucho riesgo de secuelas. O directamente es inoperable.

En qué consiste la nueva técnica

El innovador tratamiento lleva algún tiempo probándose en diferentes tipo de cáncer, aunque es la primera vez que se utiliza en el tumor cerebral. Es la inmunoterapia basada en células CAR-T.

El cáncer avanza porque las células malignas consiguen esconderse de nuestras defensas y pueden multiplicarse sin control. Este tratamiento consiste precisamente en extraer de los pacientes algunas células inmunitarias y se modifican para que sean capaces de detectar las células tumorales.

Las células modificadas se multiplican en el laboratorio y se inyectan al paciente para que actúen en la zona tumoral. Hasta el momento habían dado buenos resultados en algunos cánceres poco precisos, como las leucemias, el cáncer de sangre, y de linfomas (del sistema linfático).

Es una técnica todavía está en experimentación y no se ha dado su aprobación para ningún tipo de cáncer en órganos sólidos. Este caso del tumor cerebral es una excepción. Era el último recurso dado que ningún tratamiento más había funcionado.

Qué resultados tiene en el tumor cerebral

El paciente que nos ocupa es un hombre que está siendo tratado en el Hospital General de Massachusetts de un glioblastoma, que es el tumor cerebral más agresivo. Después de que ni la quimioterapia ni la radioterapia detuvieran el avance del tumor, se procedió a inocular las células CAR-T directamente en el cerebro.

Apenas dos días después, el tamaño del tumor era un 18,5% más pequeño. Al cabo de diez días se había reducido en un 61%.

El paciente continuó mejorando y se mantenía esta mejora en la última evaluación, casi seis meses después del tratamiento”, explicaba el equipo médico del hospital de Massachusetts.

No se trata de un paciente único. El método se ha probado ya con dos personas más, aunque con resultados diferentes. Y los tres forman parte de un ensayo clínico más amplio con 21 pacientes para afinar cómo ha de ser el tratamiento.

Por qué no siempre ha funcionado

Según los médicos, los otros dos pacientes a los que se les aplicó la técnica CAR-T no evolucionaron tan bien. Uno no frenó la progresión y el otro tuvo una leve mejoría pero el cáncer volvió a avanzar.

Los investigadores atribuyen esto a que las cantidades de células modificadas que habían inoculado no eran suficientes para hacer frente al tumor. Por eso, se recalca que estamos ante un avance científico importante, pero que aún no está a punto para convertirse en una terapia autorizada en todo el mundo.

Hay varios aspectos técnicos que todavía se están analizando. Otros grupos de investigación están estudiando qué parte de la célula inmunitaria se ha de modificar. Hay varias proteínas en la superficie de la célula tumoral que pueden ser la señal para descubrirla.

El grupo de Massachussets “enseñó” a la célula a detectar dos de estas proteínas, que están en el 80% de los glioblastomas y que no están en las células sanas (algo vital para que las CAR-T no se confundan y ataque indiscriminadamente). Pero hay más opciones.

Cuál es el siguiente paso

Antes de junio de 2026 no se acabarán estos ensayos. Se están haciendo en pacientes que están prácticamente desahuciados por ser pruebas experimentales. Es prometedor y nos indica que la investigación está en la buena dirección.

Si finalmente se aprueban será un gran paso. Abre muchas expectativas. Uno de los tumores más letales no se necesitaría abrir el cráneo, con el riesgo que supone, para extraer el tumor.

Y quizá un día permita que al final prácticamente todos los tumores puedan tratarse sin operar.