La Fundación Pasqual Maragall desarrolla cerebros en miniatura para explorar el alzhéimer

Una investigación de la Fundación Pasqual Maragall ha conseguido desarrollar minicerebros a partir de células madre que pueden aportar un gran cambio para la investigación de las causas y el tratamiento del alzhéimer.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

Laboratorio alzhéimer

Los minicerebros permitirán estudiar mejor las causas y evolución del alzhéimer.

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El alzhéimer, junto con otras enfermedades neurodegenerativas, está afectando ya al 10% de los mayores de 65 años. A casi el 35% de los mayores de 85 años. Es hoy una gran espada de Damocles de las personas mayores. Es una enfermedad cruel que te va quitando poco a poco tu esencia, tus recuerdos.

Con el aumento de la esperanza de vida, además del drama humano, se ha convertido en uno de los principales retos sociales, por el coste de discapacidad y dependencia que supone.

Se calcula que en los próximos 25 años el número de casos de alzhéimer se puede haber triplicado. En España serán más de un millón y medio de personas. Podrían colapsar la asistencia sanitaria.

De ahí que se hace más urgente que nunca buscar respuestas a una enfermedad de la que se desconoce la causa y que tampoco tiene cura. Uno de los mayores problemas es que, al afectar al cerebro, es imposible investigar bien su evolución en pacientes vivos. Por eso el paso que se acaba de dar es muy importante.

Qué son los minicerebros

Investigadores de la Fundación Pasqual Maragall han conseguido crear organoides cerebrales o cerebros en miniatura. Lo han hecho a partir de células madre. Estos minicerebros no has de pensar que son realmente cerebros, sino un cultivo de células creadas en laboratorio con una estructura parecida al cerebro humano.

Estos minicerebros resultan muy útiles para entender enfermedades neurológicas complejas. Permiten simular el desarrollo del alzhéimer y así explorar en detalle los factores que contribuyen a su aparición y progresión. Todo ello sin experimentar con animales.

“Los organoides cerebrales representan una herramienta predictiva muy potente que contribuye a analizar los diferentes factores genéticos en el desarrollo de la enfermedad”, ha explicado la doctora Laura García González, líder del proyecto.

El proyecto se inició en 2022 y ha conseguido generar células madre a partir de las células extraídas de una muestra de sangre de personal voluntario. Las células madre, como sabes, son células capaces de transformarse en cualquier célula del cuerpo. En el ADN de la célula está toda la información para conseguirlo.

Lo que han hechos los investigadores es “desprogramar” la célula. Revertir este proceso en células ya desarrolladas y devolverlas a su estado inicial. Luego se incentiva que se conviertan en organoides cerebrales. Se pueden generar múltiples partes distintas del cerebro humano, de 3 o 4 milímetros.

Qué permitirán hacer estos minicerebros

El objetivo de este estudio es analizar cómo contribuyen distintos factores genéticos al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Aunque no se conoce con exactitud por qué unas personas la desarrollan y otras no, cada vez se van teniendo más pistas.

El tabaquismo, la hipertensión o la falta de actividad física parecen incrementar el riesgo. Pero uno de los puntos clave está en la genética. Tener antecedentes familiares aumenta significativamente el riesgo. Por eso, los genes son una diana importante de investigación.

Ya se está avanzando. Gracias a este estudio, por ejemplo, se han abierto nuevas líneas de investigación del impacto de la covid en el cerebro de personas con predisposición genética al alzhéimer.

Además, con estos minicerebros se pueden explorar posibles tratamientos. “Diferentes centros están investigando opciones de tratamiento que, por primera vez, cambiarían el curso de la enfermedad”, recuerdan desde la fundación.

Estos minicerebros también podrían ayudar a mejorar el diagnóstico de forma más temprana y no invasiva. Ahora la detección mayoritariamente cuando aparecen los síntomas evidentes. Hay pruebas con punción lumbar. Es fiable y segura pero invasiva. Por eso también se ponen esfuerzos en hallar estas pruebas de diagnóstico mejores.

¿Es la primera vez que se consigue este hito?

No es la primera vez que se utiliza esta técnica. Los órganos humanos creados en laboratorio se han extendido en la última década. Precisamente es uno de los avances que más ha hecho progresar las investigaciones biomédicas. Ahora ya se puede genera tejido humano prácticamente de cualquier órgano.

Con los cerebros en miniatura ha de quedar claro que no son entes pensantes como tal. Pero ofrecen una representación más precisa de nuestro cerebro que otros modelos en cultivos bidimensionales (estos minicerebros tienen tres dimensiones) o los modelos animales. Replican varios aspectos estructurales y funcionales del cerebro.

Otros centro de investigación de primer nivel han comenzado a utilizar esta tecnología para modelar enfermedadesneurológicas y testar nuevos medicamentos. El hecho de que los tengamos ya en un centro de investigación de España es una gran noticia.