¿Haces dieta y ejercicio y no adelgazas? La nutricionista Ester Muñoz revela los 3 errores por los que no consigues perder peso

Cuando se habla de perder peso o de quemar grasa corporal, hacer ejercicio y seguir una dieta equilibrada baja en calorías se posicionan como las dos claves a seguir para lograrlo. Sin embargo, es probable que lleves un tiempo cumpliéndolas, pero no hayas experimentado esa anhelada bajada de peso. De hecho, puede que en lugar de un descenso hayas experimentado cierta subida.

Y es que, como matiza la nutricionista Ester Muñoz: no todo vale. No vale seguir cualquier plan alimentario, ni cualquier rutina de ejercicio para perder grasa corporal. Aunque ese no sería el único error que podrías estar cometiendo.

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tres errores que no te dejan perder peso

Las siguientes razones, o más bien errores, son muy habituales a la hora de perder peso. Te explicamos por qué y cómo solucionarlo.

1. Realizar solo ejercicio cardiovascular

Las rutinas de cardio suelen asociarse a la pérdida de peso. El porqué se debe a que está demostrado que este tipo de rutinas están pensadas para aumentar el ritmo cardíaco. Con ese aumento, lo que se consigue es conseguir un déficit de calorías; se gastan más calorías de las que se consumen. De esta manera, si alguien ingiere las calorías recomendadas al día, pero termina quemando más por la realización de ejercicios de cardio, en teoría perderá peso. Sin embargo, esto no es estrictamente así.

Con esa pérdida de peso no se consigue eliminar exclusivamente grasa corporal, sino que también se reduce la masa del tejido muscular y se pierden líquidos. ¿Resultado? Tus músculos tenderán a verse más flácidos.

Por eso mismo, como bien matizaba la nutricionista, es importante combinar los entrenamientos de cardio con diversos ejercicios de fuerza que ayuden a fortalecer los músculos y a dotarles de una mayor resistencia. 

Sobre todo, si lo que se busca es eliminar la grasa rebelde de una parte del cuerpo concreta. Por ejemplo, si lo que se busca es quemar la grasa del abdomen, más allá de seguir una rutina de cardio que active la quema de calorías, es importante realizar ciertos ejercicios de fuerza o resistencia que ayuden a preservar el tejido muscular.

2. Restringir los carbohidratos

Cuando se busca perder peso, suele ser habitual restringir o seguir una dieta baja en carbohidratos. Este tipo de planes de alimentación, que se conocen bajo el nombre de Keto o dietas cetogénicas, están pensados para reducir el apetito (las proteínas y las grasas saludables son saciantes) y el número de calorías suprimiendo los carbohidratos (alimentos como el pan o la pasta son calóricos).

No obstante, esa pérdida de apetito no la sienten todas las personas. De hecho, esto puede contribuir a lo contrario: comer con demasiada frecuencia porque el cuerpo no se siente saciado, lo que puede llevar a consumir más calorías de las que se necesitan.

Como señalaba la nutricionista Ester Muñoz, “estas dietas son un engaño; cuando las dejas y vuelves a introducir ese macronutriente se vuelve a subir de peso o de grasa”.

Por eso mismo, para perder grasa, es importante seguir una dieta equilibrada y variada que no implique la eliminación absoluta de algún macronutriente "a no ser que se tenga una patología diagnosticada por el médico de cabecera", recalaba la experta.

¿Y qué dieta seguir? Una que te ayude a disminuir la ingesta de calorías, tomando menos cantidad en el plato. Evitando picotear entre horas y, al mismo tiempo, intentando seguir una dieta completa en nutrientes que puede haber trazado tu nutricionista o tu médico. 

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3. Trazar o ponerse metas a corto plazo.

Si solo estás pensado en entrar en ese vestido para un evento concreto, es probable que no lo consigas o experimentes incontables efectos rebote. Como señala Ester: “Es importante pensar a largo plazo y trazar un estilo de vida saludable que perdure”.

Además, hay que tener en cuenta que, en el caso de las mujeres, los cambios hormonales pueden contribuir a una mayor retención de líquidos que puede alterar el peso que marca la báscula, pero que esto no implica necesariamente que se haya producido un aumento de peso. Puede ser que se esté perdiendo masa grasa, pero se esté sufriendo una mayor retención de líquidos.