¿Unas mamas densas significa tener más riesgo de cáncer de mama?

Tener las mamas densas es una característica normal y frecuente que puede comportar algunos problemas en el diagnóstico de anomalías en las mamas e implica un mayor control. Te explicamos por qué.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud y nutrición

Actualizado a

mamas densas

Tener las mamas densas puede hacer más difícil el diagnóstico de un cáncer de mama.

iStock

Las mamas densas se caracterizan por una mayor proporción de tejido glandular y fibroso en comparación con el tejido graso. Tener las mamas densas genera cierta preocupación entre las mujeres debido a que se han asociado tradicionalmente a un mayor riesgo de cáncer de mama.

Sin embargo, de acuerdo con la Dra. Mª Dolores Ojeda, especialista en ginecología y obstetricia, tener mamas densas es simplemente una característica fisiológica natural en muchas mujeres y no es necesariamente un motivo de alarma, siempre y cuando se realicen los controles médicos adecuados.

Más allá del cáncer, las mamas densas también pueden estar relacionadas con un mayor riesgo de desarrollar otras condiciones benignas, como los quistes mamarios.

¿Qué es una mama densa?

Las mamas están formadas por tres tipos principales de tejido:

  • Tejido graso (adiposo).
  • Tejido glandular (productor de leche).
  • Tejido conjuntivo o fibroso (de sostén).

En el caso de las mamas densas, la distribución de estos tejidos es diferente a la de las mamas no densas:

  • Menor proporción de tejido graso.
  • Mayor cantidad de tejido glandular.
  • Mayor presencia de tejido conjuntivo o fibroso.

¿Cuándo es más habitual tener las mamas densas?

¿Unas mamas densas significa que tienes más riesgo de cáncer de mama?

iStock by Getty Images

"Hasta la menopausia hay más mujeres con mamas densas, después hay más con mamas grasas", explica la Dra. Ojeda.

En efecto, las mamas densas son más frecuentes en mujeres jóvenes y premenopáusicas. Esto se debe a que, durante los años reproductivos, los ciclos hormonales están en plena actividad, lo que influye en la composición del tejido mamario.

Con la llegada de la menopausia, se produce un descenso significativo en los niveles de hormonas femeninas, lo que suele resultar en una disminución de la densidad mamaria. En esta etapa, el tejido graso tiende a aumentar en las mamas.

Mamas densas y riesgo de cáncer de mama

Hay investigaciones que han asociado a las mamas densas un mayor riesgo de cáncer de mama, pero esta relación requiere algunos matices. De acuerdo con la Dra. Ojeda no es tanto que haya un riesgo mucho mayor de cáncer de mama, sino que en este tipo de mamas es más difícil detectar anomalías en las mamografías.

Y es que las mamas densas aparecen más "compactas" en las mamografías, lo que perjudica la visualización de problemas. Hay que tener en cuenta que la detección del cáncer de mama de forma precoz, en sus etapas iniciales, mejora mucho el pronóstico y que la mamografía es la prueba de cribado que se utiliza para diagnosticarlo.

En los casos de mama densa, el problema de detección "se solventa realizando una ecografía de mama complementaria que nos ayuda a detectar señales atípicas", explica la Dra. Ojeda.

Dado que la visualización del tejido con las mamografías es más deficiente, las mamas densas requieren un mayor control que las que no lo son. La especialista explica que el mayor riesgo de cáncer que apuntan los estudios en relación a las mamas densas es probable que se deba en gran parte a que no se realizan todas las pruebas para detectarlo que deberían hacerse.

Qué controles hay que hacer si tienes las mamas densas

Las mujeres con mamas densas, como hemos dicho, requieren un seguimiento más riguroso debido a la mayor dificultad en la detección de anomalías. 

  • Controles regulares a partir de los 40 años: para mujeres sin factores de riesgo adicionales, hay que hacer una mamografía anual y una ecografía mamaria complementaria anual.
  • Si hay historia familiar de cáncer de mama, hay que iniciar los controles 10 años antes de la edad de diagnóstico del familiar afectado. Por ejemplo, si tu madre fue diagnosticada a los 45 años, deberías comenzar tus controles anuales a los 35 años.

¿Cómo influye el tejido mamario en el desarrollo de cáncer?

Las mamas con mayor proporción de tejido glandular y conectivo (mamas densas) presentan una actividad celular más intensa y cambiante. Esta mayor actividad celular aumenta la probabilidad de que ocurran errores en la división y replicación celular. Cuantos más cambios celulares hay, "más papeletas tienes de que proliferen células anómalas", explica la Dra. Ojeda. En cambio, el tejido graso cambia mucho menos.

No obstante, hay otros factores como la genética, el estilo de vida, la exposición a carcinógenos ambientales y la historia reproductiva que también juegan papeles importantes en el desarrollo del cáncer de mama.

Mamas densas y riesgo de quistes

Las mamas densas, caracterizadas por una mayor proporción de tejido glandular y conjuntivo, tienen una relación particular con el desarrollo de quistes mamarios. Generalmente, los quistes son benignos y no representan un riesgo directo para la salud ni evolucionan a cáncer de mama.

El enfoque médico para los quistes mamarios suele ser conservador. Se hace un seguimiento regular mediante exámenes clínicos y de imagen y, en la mayoría de los casos, no se requiere tratamiento específico.

Solo cuando son quistes de gran tamaño que causan molestias o generan dolor se considera una intervención más activa.

Mamas densas y dolor en la menstruación

Las mamas densas tienden a experimentar una mayor sensibilidad y molestias durante el ciclo menstrual, especialmente en la fase premenstrual. Esto ocurre porque los tejidos glandular y conectivo son más sensibles a las fluctuaciones hormonales del ciclo menstrual, lo que puede favorecer que se inflamen más y duelan al tacto o incluso con el roce.

La Dra. Ojeda propone algunas soluciones para aliviar los síntomas, como el aceite de onagra por vía oral o soluciones a base de plantas que se aplican por vía tópica. Otra opción pueden ser las cremas con progesterona en la segunda mitad del ciclo. Es esencial consultar con el médico la conveniencia de estas soluciones en cada caso particular.