La Seguridad Social ha aceptado finalmente financiar dos medicamentos que han demostrado ser eficaces en la lucha contra algunos tipos de cáncer de mama metastásico.
Estos tratamientos, el Trodelvy y el Enhertu, ya habían recibido la aprobación y la recomendación de la Agencia Europea del Medicamento. Sin embargo, hasta ahora la Sanidad española no lo incluía siempre y, por tanto, tampoco lo financiaba.
Eso suponía que las pacientes que querían recibirlo debían pagar hasta 5.500 euros cada vez. Un coste prácticamente inasumible para una gran parte de las pacientes, puesto que estos medicamentos se han de administrar cada 21 días. Eso son más de 90.000 euros al año.
Por qué se ha cambiado de parecer
El principal cambio que se ha producido en este caso no ha sido tanto médico como de movilización social. Un grupo de pacientes había iniciado una campaña bajo el lema “cuánto vale una vida” criticando esta injusticia.
Hasta en cuatro ocasiones el organismo que en España aprueba la financiación de fármacos había rechazado incluir el Trodelvy y el Enhertu para determinados casos al considerar que la proporción entre el coste y el beneficio no compensaba.
Las pacientes, a través de la plataforma change.org consiguieron reunir cerca de 160.000 firmas a favor de su petición. “Sin fármacos, morimos”, suplicaba Victoria Rodrigo, que en 2019, con 37 años, le detectaron el cáncer y que se ha convertido en la cara visible del movimiento.
El grupo se ha reunido con la ministra de Sanidad, Mónica García, y en la comisión de salud del Senado. Finalmente, el grupo coordinador de Sanidad (en el que se ponen de acuerdo las comunidades autónomas, ya que la sanidad está traspasada) ha aprobado la financiación.
En qué casos se puede solicitar
Hay que aclarar que el medicamento es muy específico para unos tumores concretos. La Administración rechazaba que se financiara en los cánceres de mama metastásico HER2 Low y cánceres de mama con receptores hormonales positivos y HER2 negativo.
A estas pacientes con tumores muy avanzados (y estos, pues hay un porcentaje, aunque pequeño, de tumores de mama en hombres) la respuesta del oncólogo solía ser que la opción factible son cuidados paliativos.
Sin embargo, los datos indican que estos medicamentos han mostrado su eficacia. En el caso del Enhertu, por ejemplo, incluso en estadio IV del cáncer, consiguen una reducción del riesgo de muerte del 50% y alargan la esperanza de vida en casi dos años.
Más allá de las cifras estadísticas, “son fármacos que logran prolongar la esperanza de vida y, si dejan de funcionar, ganas tiempo para el siguiente tratamiento”, explicaban las afectadas ante la comisión del Senado.
La rapidez de aprobación es fundamental
Las portavoces del movimiento recordaban que la lucha contra el cáncer con metástasis supone una carrera contrarreloj en el que no pueden esperar decisiones que se eternizan. Cuando hay metástasis el cáncer avanza rápido y se han de tomar decisiones ya. “Nos da una esperanza de vida de cinco años y ustedes tardan dos en autorizar un método para frenarlo”, reclamaban.
No les falta razón. En la sesión del Senado se puso de relieve este dato: incluso en los casos en que se aprueban nuevos medicamentos de urgencia, España tarda una media de 725 días en aprobar su financiación.
Hasta entonces la única solución es que los pacientes lo paguen de su bolsillo. Algunas de estas mujeres han tenido que hipotecar su casa para poder acceder a estos medicamentos. O, como le ocurrió a Victoria Rodrigo, tener la suerte de que entraba dentro de su seguro privado.
Otra de las portavoces, Rosa María Olmos, puso su caso como ejemplo. Lleva 17 años tratándose del cáncer. Cada nuevo medicamento es una vía para seguir avanzando, para ganar tiempo de vida. Para ellas dos años más no es una meta es una nueva esperanza.
Ahora el Gobierno y las comunidades autónomas ha podido llegar a un acuerdo con las farmacéuticas que fabrican estos dos medicamentos sobre el precio y las dosis.
Más casos pero menos muertes
En 2024 se habrán diagnosticado en total unos 36.000 casos de cáncer de mama, según datos de la Sociedad Española de Oncología. Cada año aumenta el número, pero también aumenta el porcentaje de pacientes que sobreviven.
Cada década que pasa aumenta cerca de un 4% la tasa de supervivencia. Estamos ya en cifras entorno al 86% de pacientes que siguen vivas a los cinco años. El porcentaje es máximo en los tumores localizados, que se diagnostican en las primeras fases.
La gran lucha está ahora en los casos con metástasis. Se calcula que un 5% de casos llegan a la consulta ya en fase de cáncer metastásico (es decir, que ya presenta metástasis cuando se detecta) y que otro 30% evolucionará hasta tener metástasis.