Los problemas en el oído son la principal causa del vértigo, un trastorno que, cuando se presenta por primera vez puede ser extremadamente debilitante y que se caracteriza por una sensación de rotación del entorno.
El Dr. Eduardo Martín Sanz, otorrinolaringólogo especialista en otoneurología clínica, lo describe como "esa sensación terrible de giro de objetos que puede durar horas o días con náuseas, vómitos, palidez... La persona que tiene vértigo no puede ni caminar, tiene que estar prácticamente tumbada en la cama".
Afortunadamente, estos episodios agudos de vértigo suelen resolverse mediante intervención médica, tratamiento quirúrgico si es necesario, o en algunos casos, de manera espontánea. No obstante, el Dr. Martín advierte que entre el 20% y el 30% de las personas que han experimentado un episodio grave de vértigo pueden sufrir secuelas. En estas situaciones, la rehabilitación vestibular es una opción terapéutica particularmente efectiva.
Qué secuelas puede dejar el vértigo
Las secuelas persistentes del vértigo, aunque menos intensas que el episodio inicial, pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes las sufren, según explica el Dr. Martín a Saber Vivir.
Quienes experimentan estas secuelas suelen enfrentarse a una sensación constante de inestabilidad y mareo. Estos síntomas pueden desencadenarse por diversos estímulos visuales, como entornos concurridos, centros comerciales, avenidas transitadas, o simplemente al realizar movimientos de cabeza o conducir.
Aunque la intensidad de estos mareos no alcanza la severidad del vértigo agudo, su naturaleza crónica los convierte en altamente incapacitantes y, de acuerdo con el Dr. Martín, “hacen que el paciente tenga miedo a salir a la calle, a caerse o a que lo vean caminando como un borracho. Ese miedo puede generarles ansiedad y desembocar en una depresión".
Es importante destacar que aproximadamente el 30% de las personas que han experimentado vértigo en algún momento de su vida pueden desarrollar estas secuelas. Para este grupo de pacientes, la rehabilitación vestibular es una opción terapéutica prometedora.
Qué es la rehabilitación vestibular
La rehabilitación vestibular es un enfoque terapéutico diseñado para mejorar la función del sistema vestibular, ubicado en el oído interno y responsable del equilibrio. Consiste en una serie de ejercicios específicos que buscan aliviar síntomas como la inestabilidad, la visión borrosa, el desequilibrio y el temor a las caídas.
Los expertos enfatizan la importancia de iniciar este tratamiento de manera temprana para prevenir el agravamiento de los síntomas. El primer paso es consultar a un otorrinolaringólogo, quien derivará al paciente a un otoneurólogo, especialista en trastornos del equilibrio y vértigo.
El otoneurólogo realizará un diagnóstico exhaustivo utilizando equipos especializados para determinar si las secuelas están más relacionadas con el oído, la visión o el sistema musculoesquelético, particularmente las piernas y los pies. En base a estos hallazgos, se diseñará un plan de ejercicios personalizado, adaptado a las necesidades específicas de cada paciente.
La rehabilitación vestibular puede llevarse a cabo en casa o en unidades especializadas, conocidas como unidades de rehabilitación instrumental. Esta última opción está particularmente recomendada para pacientes de edad avanzada, con enfermedades graves o patologías asociadas, para los que una caída podría tener consecuencias como una fractura de cadera.
En estos centros especializados, los ejercicios se realizan en un entorno controlado y seguro. Por ejemplo, los pacientes pueden utilizar arneses de seguridad mientras caminan sobre plataformas especiales. Además, se incorporan tecnologías avanzadas como la realidad virtual, que proporciona una experiencia inmersiva para ayudar a los pacientes a recuperar gradualmente su equilibrio.
Cómo son los ejercicios de rehabilitación vestibular
En la rehabilitación vestibular se emplean una variedad de ejercicios diseñados para abordar las secuelas del vértigo. Se adaptan a las necesidades específicas de cada paciente, pero generalmente incluyen las siguientes técnicas:
- Ejercicios de movimiento de la cabeza: cuando el vértigo se origina en el oído interno (algo bastante común), se recomiendan ejercicios que implican mover la cabeza con los ojos cerrados. Esta práctica ayuda a recalibrar el sistema vestibular y mejorar el equilibrio.
- Entrenamiento en superficies inestables: para aquellos pacientes que experimentan dificultades para mantener el equilibrio en superficies blandas o irregulares, se aconseja practicar caminar sobre terrenos inestables. Esto puede incluir el uso de colchonetas o superficies acolchadas, que obligan al cuerpo a desarrollar un mejor control postural en este tipo de condiciones.
Uno de los ejercicios más efectivos para tratar las secuelas del vértigo es caminar por la playa. La arena proporciona una superficie blanda e irregular que desafía constantemente el equilibrio y el movimiento del mar crea un estímulo visual dinámico que ayuda a adaptar el sistema vestibular. La combinación de estos factores obliga a trabajar activamente la postura, el equilibrio y el control del mareo.
Cómo superar el miedo a salir a la calle
El Dr. Martín enfatiza la importancia de enfrentarse a los espacios abiertos para aquellos que experimentan secuelas de vértigo, a pesar del temor que puedan sentir.
Aunque muchos pacientes prefieren limitar sus caminatas al interior de sus hogares, esto no es lo más beneficioso para su recuperación. "Si estás en un espacio conocido como el comedor de tu casa y cierras los ojos sabes exactamente donde está cada mueble o cada objeto. Por eso en esas condiciones el oído interno y el equilibrio trabajan muy poco", asegura.
Por el contrario, en los espacios abiertos la persona está constantemente alerta del entorno, atenta a cualquier objeto o movimiento cercano. Es precisamente este estado de alerta el que propicia la compensación necesaria para que el sistema vestibular recupere su función de equilibrio.
Por lo tanto, salvo en casos donde una caída podría representar un riesgo grave para la salud, se recomienda encarecidamente incluir caminatas en espacios abiertos como parte fundamental del plan de recuperación de las secuelas del vértigo.
Cuándo se empieza a notar el efecto de la rehabilitación vestibular
La rehabilitación de las secuelas del vértigo suele mostrar resultados en un corto plazo, según explica el Dr. Martín. Esto se debe principalmente a que los pacientes pasan de un estilo de vida sedentario, motivado por el temor a los mareos, a uno más activo enfocado en abordar el problema.
"El simple hecho de caminar a diario media hora por un espacio abierto ya va a mejorar el problema en apenas unos días, pero no es fácil convencer al paciente de que debe hacerlo porque justo caminar le marea", indica el especialista.
La duración del tratamiento varía según la gravedad de la patología subyacente que causó el vértigo. En casos menos severos, pueden ser suficientes de 4 a 5 sesiones de rehabilitación. Sin embargo, situaciones más complejas, como las que implican cirugía del oído interno por tumores, pueden requerir un proceso de rehabilitación más largo.
"Si tienes secuelas no hay que asumirlas como algo normal, no te conformes con ello porque tiene solución", concluye el doctor.