Más de 2 horas de ejercicio a la semana reduce el riesgo de divertículos

Una vez que aparecen, los divertículos no se van. Eso sí, la buena noticia es que podemos reducir las posibilidades de que se formen y frenar su progreso. El ejercicio es una de las herramientas que podemos emplear, pero hay más.

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Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

Actualizado a

Dolor abdominal

Dolor abdominal, fiebre y náuseas son síntomas de divertículos en el colon.  

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Una de las afecciones más frecuentes relacionadas con el aparato digestivo es la formación de divertículos en el colon. Una enfermedad que afecta entre el 5 y el 10 % de la población en general, siendo mucho más habitual a partir de los 50 años y aumentando su prevalencia a medida que la edad se incrementa. 

Además, es importante tener en cuenta que a la hora de valorar la presencia de esta patología en la sociedad, existe un problema añadido, y es que muchos de los casos no están diagnosticados, ya que son asintomáticos. Lo que dificulta su tratamiento y, en consecuencia, suelen empeorar e incrementar las molestias en el que las sufre.

Ahora bien, en aquellos casos que sí presentan síntomas, estos cuatro son los más habituales:

  • Dolor abdominal.
  • Fiebre.
  • Cambio de ritmo intestinal.
  • Náuseas.

Sin una causa clara

Antes de avanzar en el terreno de la prevención, veamos en qué consisten. Los divertículos son una especie de pequeñas bolsas que se forman en la pared interna del intestino y que crecen hacia fuera (justo al contrario de lo que ocurre con los pólipos). Su aparición recibe el nombre de diverticulosis o enfermedad diverticular del colon.

Habitualmente estas protuberancias se ubican en el colon descendente, sobre todo en una zona denominada sigma que desemboca en el recto y se encuentra situada en la parte izquierda del intestino grueso.

En cuanto a su origen, a día de hoy, no se ha podido determinar con exactitud la causa que provoca su aparición. Sin embargo, se cree que una dieta baja en fibra y una actividad física escasa predisponen a su formación.

La prevención como estrategia

La forma de reducir el riesgo de padecer divertículos contempla la aplicación de medidas de diversa índole. Así, el doctor Mauricio González, especialista en Medicina Interna, y uno de los divulgadores más seguidos en las redes sociales, resume en un post de su perfil de Instagram algunos de los consejos que podemos implementar para reducir las posibilidades de desarrollar esta patología.

Entre todas ellas, destaca la práctica de ejercicio, ya que, según el doctor, hacer más de dos horas de ejercicio de moderado a intenso a la semana, reduce el riesgo entre un 24% y un 35%.

menos carne y mejores hábitos

Además de la actividad física, el experto lista otros cinco consejos que ayudan a minimizar el riesgo de desarrollar diverticulitis:

  1. Reducir el consumo de carne roja es crucial. La alta ingesta de carne roja no procesada (35 g o más) aumenta el riesgo de diverticulitis. Sustituirla por aves o pescado puede disminuir este riesgo. La asociación americana de gastroenterología apoya esta recomendación. 
  2. Fumar representa un alto riesgo de diverticulitis. El mejor día para dejar de fumar fue ayer. El siguiente mejor día, es hoy. 
  3. Es un mito que comer semillas puede favorecer la aparición de diverticulitis.  
  4. En resumen, una dieta centrada fuertemente en alimentos como lentejas, naranjas, vegetales de hoja verde, pescado, nueces, etc. es un gran paso.
  5. Y si a eso le agregamos ejercicio vigoroso, y pesa estable, aún mejor.

Eso sí, el doctor advierte que integrar estos hábitos en nuestra vida cotidiana "nos da ventaja, pero no nos garantiza que vayamos a estar protegidos para siempre. Solamente mejora nuestras posibilidades".

¿Y si ya tengo divertículos?

Una vez se han formado, los divertículos no desaparecen. A partir de ese momento, lo único que podemos hacer es tomar ciertas precauciones para que no vayan a más y no molesten.

Para ello, los expertos hacen especial hincapié en llevar una dieta rica en alimentos con alto contenido en fibra. Esto significa darle prioridad a las frutas, verduras y frutos secos. Esto contribuirá a que haya menos divertículos y a evitar que se inflamen. 

Por qué tomar fibra te puede sentar mal

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Por otro lado, existe la creencia generalizada de que alimentos como las nueces, los cereales, las frutas con pepitas pequeñas (como el kiwi o las frambuesas) provocan la aparición de diverticulosis o que deberían eliminarse de la dieta en el caso de haber padecido un episodio de diverticulitis. Sin embargo, los expertos no confirman tal suposición. 

Así las cosas, estos son los tres consejos nutricionales más eficaces para prevenir y frenar el desarrollo de diverticulosis:

  • Aumentar el consumo de los alimentos integrales. Es decir, priorizar los de grano entero frente a aquellos que han sido sometidos a un proceso de refinamiento. 
  • Incrementar la cantidad de verduras de hoja verde, como las acelgas o las espinacas. 
  • Tomar las frutas con piel.
  • Beber agua en una cantidad suficiente para ablandar el bolo fecal y permitir su expulsión. Esto se traduce en beber unos ocho vasos diarios. Aunque esa cantidad variará en función de múltiples factores como la edad y el sexo de la persona, el tipo de dieta que sigue o el nivel de hidratación que presenta, que podría verse alterada si hace mucho calor o si ha terminado una sesión de ejercicio físico intenso.