Los expertos alertan de que la adicción al juego se dispara como una pandemia

Una comisión expertos ha alertado de que la adicción al juego es un problema global que se extiende rápidamente, porque la tentación ya no está en un casino o bingo, lo llevamos en el móvil. Afecta a unos 80 millones de personas y hay casi 500 millones en grave riesgo. El porcentaje es especialmente preocupante en adolescentes.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

casino de juego

La adicción al juego ha crecido especialmente entre las nuevas generaciones.

La adicción a los juegos de azar es un problema arraigado en la sociedad actual y que lleva muchas décadas tratándose. Desde la aparición de los primeros casinos, la popularización de los bingos y la instalación de los centros recreativos o los tragaperras de los bares, los adictos al juego no han hecho más que crecer.

Era lógico. Si aumentas la oferta y crece la población que se aficiona al juego también hay más probabilidades de que haya personas que, por diversos motivos, se enganchen y les provoque problemas económicos y familiares.

Pero la situación está alcanzando proporciones muy preocupantes, desde que el juego no es algo que te tienta desde un casino o un tragaperras de bar, sino que lo llevamos en el bolsillo, gracias a las aplicaciones de juego de los móviles. Lo ha alertado una comisión de expertos reunidos por la revista científica The Lancet.

Más de 80 millones de adictos al juego

Este grupo de expertos ha presentado un informe demoledor. Las cifras que han puesto sobre la mesa son muy significativas. Hay cerca de 500 millones de adultos en el mundo que ya tienen problemas laborales, familiares y económicos por culpa del juego. Hay al menos 80 millones con un nivel tan alto de adicción al juego que ya es un trastorno.

Los pronósticos no son mejores, puesto que el grupo de población más afectado es la joven, las nuevas generaciones. Si un 15,8% de los jugadores de tragaperras son ya adictos, en el caso de los adolescentes, ya son adictos al menos uno de cada cuatro, exactamente el 26,4%.

Las apuestas deportivas en línea, a través de aplicaciones móviles son otro anclaje habitual al juego. Ya hay casi un 9% de adultos que se han hecho adictos y un 16,3% entre los adolescentes.

El grupo de expertos puntualiza que sus estimaciones son conservadores, puesto que no se tienen datos concretos, al no un problema al que las autoridades sanitarias hayan prestado suficiente atención. Por eso exigen medidas estrictas y mundiales. “El juego representa una amenaza para la salud pública global”, concluyen.

Cómo puede afectar la adicción

El juego es una preocupación de salud, porque, como al igual que ocurre con el alcohol, entra dentro de las actividades sociales, pero hay gente que no lo puede controlar”, ha explicado la investigadora Heather Wardle, profesora de la Universidad de Glasgow y primera autora del informe.

Admite que mucha gente disfruta jugando puntualmente. Es divertido y entra dentro de los aspectos de vida social. Lo que critica es que no se ha controlado ni estudiado bien el grado de adicción que supone. Especialmente con las nuevas aplicaciones.

Estos problemas se han disparado durante la crisis provocada por la pandemia de covid. La gente estaba más en casa, preocupada por la situación económica y ha llevado a un mayor riesgo de entrar en el juego en línea.

Hay una amplia gama de aspectos de salud relacionados con la adicción al juego -explica la profesora Wardle-. Puede causar estrés, ansiedad, sentimiento de vergüenza, estigma. Y llevar a problemas físicos concretos, porque la persona deja de cuidar de sí misma.

Esta experta apunta de que el riesgo de suicidio es muy real. Hay personas que se han quitado la vida y en sus problemas psiquiátricos las consecuencias de su adicción al juego han tenido un papel muy significativo.

Una amenaza para la salud pública

Todos sabemos que el juego puede provocar problemas económicos y familiares. Los expertos lo apoyan con estadísticas que apuntas más casos de violencia doméstica, robos y pérdida de empleo. Por eso estos expertos no se centran solo en la adicción severa, que supone salud mental.

La tecnología ha hecho que cada vez sea más fácil empezar a jugar y más difícil dejarlo”, ha enfatizado la profesora Wardle. De ahí que piden una mayor actuación pública.

Aunque también admite las dificultades, puesto que hoy las aplicaciones de juego que se instalan están situadas en países con diferente legislación. De ahí que ha de haber un abordaje mundial. “Solo avanzaremos si conseguimos acciones internacionales coordinadas”, añadía.

El adicto no es el único responsable

El informe recoge la opinión de un colectivo internacional y ya ha sido ratificado por expertos de diversos países. En Kenia, por ejemplo, los datos indican que el 76% de los jóvenes ya está enganchado al juego.

En Albania, el país europeo más pobre, tienen un problema social serio por culpa del juego. Hasta el punto de que en 2018 tuvieron que implementar leyes muy estrictas de prohibición. Leyes que de momento no han surtido efecto. Es muy difícil vetar las aplicaciones del móvil.

El informe aboga por restricciones en todas las fases de la comercialización de productos de juego de azar, desde el diseño, el precio y condiciones de venta hasta el marketing y la promoción”, ha explicado el profesor Hibai González, de la Universidad de Barcelona.

Tras más de dos décadas de hegemonía del discurso del ‘juego responsable’, que hace recaer en el consumidor la responsabilidad, el informe aboga por pasar del concepto médico restrictivo de ‘trastorno del juego’ a ‘daños del juego’, concepto más social y que implica a la corresponsabilidad de la industria”, ha añadido este profesor en declaraciones a la agencia SMC España.