Durante años se habló de superdotados para definir a personas que tenía una alta capacidad de aprendizaje. Actualmente, este concepto ha dado paso a otro mucho mejor definido, el de las Altas Capacidades (AACC).
Identificar a un niño con Altas Capacidades es básico para poder ofrecerle el apoyo educativo adecuado y evitar que su potencial se vea limitado por la falta de reconocimiento.
Según Alicia Rodríguez, presidenta de la Asociación Española para Superdotados y con Talento (AEST), "existen varias señales y procedimientos que pueden ayudar a padres y docentes en este proceso".
Rasgos identificativos
Los niños con Altas Capacidades poseen "una capacidad de aprendizaje muy superior a la media, una forma de aprender radicalmente distinta que les diferencia del resto de niños de su edad y que exige un tratamiento educativo diferenciado", explica Rodríguez.
El rasgo que tienen en común todas las personas de Altas Capacidades es "su alta velocidad de aprendizaje y curiosidad para conocer en profundidad, mediante métodos de lo más diverso, todo aquello que les motiva".
Estas personas también se caracterizan por su precocidad, pero es cierto que no todas las personas precoces acaban siendo personas de altas capacidades. Según Rodríguez, "hay personas que cuando nacen son muy precoces, pero al alcanzar una edad, normalmente al llegar a los 3 años, se igualan con el resto".
Evaluar las Altas Capacidades
Aunque tradicionalmente se ha asociado la superdotación con un coeficiente intelectual superior a 130, hoy en día "se emplea una evaluación multidimensional que tiene en cuenta la creatividad, el estilo de aprendizaje y el desarrollo evolutivo del niño, además de pruebas psicométricas".
El concepto de Altas Capacidades engloba diferentes perfiles, como:
- Superdotados: personas cuyos resultados en una evaluación de inteligencia se encuentran en un rango muy superior a la media del resto de personas de su misma edad en todos los aspectos de la inteligencia.
- Talentos: personas que muestran una elevada aptitud o competencia en uno o varios ámbitos específicos de la inteligencia, pero no en todos. Pueden tener resultados muy elevados en unos aspectos y normales o incluso por debajo de la media en otros. Así, nos encontramos con talentos verbales, matemáticos, creativos...
En qué señales hay que fijarse
Los padres y docentes pueden identificar ciertas características en los niños con AACC desde edades muy tempranas. De hecho, según afirma la presidenta de AEST, "los padres son los primeros que notan que su hijo es diferente". "En cuanto le llevan a una guardería, con niños de edades similares, se ve que tienen un desarrollo por encima de sus compañeros. A años luz", añade.
Algunas de las señales más comunes son:
- Riqueza de vocabulario y corrección gramatical avanzada para su edad.
- Preferencia por relacionarse con niños mayores o adultos.
- Facilidad para comprender ideas complejas.
- Gran sensibilidad y preocupación por temas trascendentales (Dios, la muerte, el universo, etc.).
- Aburrimiento y desmotivación en entornos escolares que no les desafían.
Es importante señalar que no todos los niños con AACC obtienen un alto rendimiento académico.
De hecho, existen tres perfiles diferenciados. Los que destacan académicamente, los que son disruptivos en el aula debido al aburrimiento y aquellos que ocultan sus capacidades por miedo a no encajar, especialmente en el caso de las niñas.
Errores y mitos en la identificación
Uno de los mayores errores en la detección de Altas Capacidades es la creencia de que "estos niños deben sacar siempre las mejores calificaciones y tener un comportamiento ejemplar".
Esto puede llevar a la invisibilización de muchos alumnos que, por aburrimiento o falta de adaptación escolar, no alcanzan su máximo potencial.
Además, en algunos casos, las AACC pueden confundirse con otros diagnósticos, como el Trastorno del Espectro Autista (TEA) o el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
"Algunos niños con AACC pueden presentar 'doble excepcionalidad', es decir, combinar su alta capacidad con dificultades como dislexia o déficit de atención".
El TDAH afecta entre el 5% y 7% de los niños y adolescentes españoles.
iStock
Un diagnóstico profesional
Para una identificación precisa, es fundamental acudir a un especialista cualificado en Altas Capacidades. "Aunque cualquier psicólogo clínico o orientador puede realizar un test de inteligencia, interpretar correctamente los resultados y realizar una evaluación completa requiere experiencia y conocimientos específicos".
Entre las dificultades de diagnóstico, Rodríguez menciona la falta de formación de muchos docentes y especialistas en la materia, la variabilidad de criterios entre distintas comunidades autónomas y la lentitud en los procesos administrativos, que pueden demorar la atención adecuada al niño.
Atención y apoyo
Una vez identificado, el niño con AACC necesita una adaptación del currículum que le permita avanzar a su propio ritmo.
La experta sugiere medidas como la incorporación de propuestas de aprendizaje que amplíen sus conocimientos, la eliminación de tareas repetitivas para evitar la reiteración de ejercicios que ya domina y la aceleración escolar, que le permita avanzar de curso cuando sea necesario.
A nivel social, explica la experta, si estos niños "no encuentran entre sus iguales afines que les comprendan, si se sienten diferentes, si sus profesores tampoco les apoyan, ni les ayudan, lo normal es que su autoestima se vea dañada".
“Para ellos, en principio, las relaciones sociales pueden ser más complicadas, por esa disincronía, pero no porque sean menos sociables, en absoluto. Sino por estadística. Es normal. Es un riesgo que corren”.
Otra forma de pensar
Lo cierto es que, según explica Rodríguez, estos niños y también los adultos "tienen una forma de pensar diferente, muy creativa y a veces tienen ideas innovadoras que se salen de lo habitual y no se entienden".
"Pueden sentirse incomprendidos. No obstante, si tienen la suerte de encontrar en su camino personas comprensivas y amables, no tienen por qué sentirse así. Depende de su personalidad y del contexto en el que se desarrollen", concluye la experta.