Tradicionalmente, tener unos dientes blancos ha sido uno de los "requisitos" para tener una sonrisa perfecta y, por extensión, ser una persona atractiva. Por esta razón, lucir una dentadura lo más blanca posible se ha convertido en el objetivo de muchas personas para sentirse bien.
Por otro lado, los trucos y consejos para lograrlo inundan las redes sociales, siendo los más habituales los que incluyen el uso de bicarbonato de sodio. Y es que, pocos remedios son tan baratos, fáciles de conseguir, y supuestamente tan eficaces.
Ahora bien, ¿realmente el bicarbonato es la solución para recuperar la blancura? Y lo más importante, ¿tiene algún riesgo para la salud aplicarse este polvo en los dientes?
¿Por qué bicarbonato y no otro producto?
¿Quién no ha usado en alguna ocasión bicarbonato? Es un producto que se emplea para limpiar en infinidad de situaciones, siendo verdaderamente eficaz en la mayoría de los casos. Precisamente por ello, no es de extrañar que muchas personas decidan usarlo también para blanquear sus dientes.
La cuestión es que al cepillarlos con bicarbonato, se eliminan las manchas superficiales causadas por café, té, vino tinto o tabaco, pero no blanquea desde el interior del diente.
Por tanto, lo único que se puede afirmar es que podría limpiar, pero no blanquear. Además, y esto es lo más importante, usarlo de forma incorrecta puede traer consecuencias negativas.
la ciencia matiza sus poderes
Más allá de las experiencias personales, los vídeos en las redes sociales o los consejos bienintencionados de familiares y amigos, lo que realmente hay que tener en cuenta es lo que las investigaciones apuntan al respecto.
En este sentido, hay estudios que respaldan el uso del bicarbonato en la higiene bucal. Uno de los más conocidos fue publicado en el Journal of Clinical Dentistry (2008), con participación de la University of Iowa College of Dentistry. Allí se compararon pastas dentales con y sin bicarbonato, y las que lo contenían resultaron más eficaces para eliminar manchas externas.
Por otro lado, la American Dental Association (ADA) también reconoce su eficacia. Eso sí, solo cuando forma parte de pastas dentales formuladas correctamente. Sin embargo, la misma institución no recomienda usar bicarbonato puro de forma frecuente, ya que podría dañar el esmalte dental.
Entonces, ¿es recomendable usarlo?
Depende. Si hablamos de usar pastas dentales comerciales que contienen bicarbonato, la respuesta es sí: pueden ser útiles y seguras. Pero si se trata de aplicarlo directamente sobre los dientes, como polvo suelto o mezclado con agua o limón, la recomendación es otra muy distinta: no lo hagas con frecuencia y mejor aún, evita hacerlo sin la opinión de un dentista.
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Usado en exceso o con demasiada fuerza, el bicarbonato puede desgastar el esmalte dental, que es la capa protectora que recubre el diente. Y lo peor es que una vez que ese esmalte se pierde, no se regenera. Eso puede provocar sensibilidad dental, cambio de color (porque se expone la dentina, que es más amarillenta) e incluso mayor riesgo de caries.
Posibles riesgos del bicarbonato
La razón por la que los expertos recomiendan prudencia en el uso del bicarbonato de sodio para eliminar las manchas dentales es básicamente para evitar los posibles riesgos asociados. Estos son los tres más importantes:
- Desgaste del esmalte. El esmalte no se recupera y su pérdida puede dejar los dientes más sensibles y menos protegidos.
- Irritación de encías. El polvo puede ser agresivo para los tejidos blandos si se aplica directamente.
- Desequilibrio en la flora bucal. Aunque el bicarbonato tiene propiedades antimicrobianas, su uso excesivo puede alterar el equilibrio de bacterias buenas en la boca.
Alternativas al bicarbonato de sodio
Existen algunas opciones caseras que podrían ayudar a mejorar el color de los dientes sin ser tan agresivas.
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Estas son algunas de ellas:
- Aceite de coco. Consiste en hacer enjuagues bucales con aceite de coco durante 10-20 minutos. Hay estudios que sugieren que puede reducir la placa y mejorar la salud bucal en general.
- Alimentos crujientes. Manzanas, apio o zanahorias actúan como limpiadores naturales al masticarlos, ayudando a eliminar placa y restos que manchan.
- Fresas con bicarbonato. Las fresas contienen ácido málico, que puede ayudar a eliminar las manchas. Se puede mezclar con un poco de bicarbonato, pero solo muy de vez en cuando (una vez al mes como mucho) y con mucho cuidado.