Qué enfermedades puede esconder un sudor excesivo nocturno

Las altas temperaturas del verano hacen que a veces nos cueste horrores conciliar el sueño y, sin aire acondicionado, la cama puede acabar pareciendo más una piscina que otra cosa, por la gran cantidad de sudor que llegamos a desprender.

Sudar cuando hace mucho calor no es nada raro, al contrario, el sudor es el mecanismo que tiene nuestro cuerpo para regular la temperatura corporal y enfriarnos. Pero ¿qué pasa cuando sudamos en exceso? ¿y cuando lo hacemos sin que la temperatura lo justifique?

Consecuencias de sudar mucho por la noche

“El sueño está involucrado en infinidad de procesos fisiológicos, como la consolidación de la memoria, la regulación hormonal, el control de la respuesta inmune e inflamatoria, la regularización vascular, el procesamiento emocional, …”, explica la Dra. Ana Fernández Arcos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología. Es por ello que dormir mal puede ir asociado a numerosos problemas de salud, así como un mayor riesgo de desarrollar enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades vasculares, cambios metabólicos, cáncer y problemas neurológicos y cognitivos.

En este sentido, sudar mucho por la noche puede comportar una mala calidad del sueño porque puede hacer que nos despertemos más y tengamos un sueño interrumpido, lo que puede provocar cansancio durante el día, problemas de concentración, etc. si es algo puntual, o problemas más serios como los que acabamos de comentar si es algo muy frecuente.

Además, una sudoración muy excesiva puede provocar problemas de deshidratación si no bebemos suficiente, pues a través del sudor perdemos líquidos y electrolitos esenciales para que nuestro cuerpo lleve a cabo sus funciones fisiológicas.

Por otro lado, un sudor nocturno excesivo puede causar mucho malestar, sobre todos cuando dormimos en pareja, y puede incluso llegar a afectar a la calidad de vida.

Qué puede indicar un sudor excesivo por la noche

Más allá del calor, sudar en exceso por la noche puede ser un signo de algunas situaciones vitales, malos hábitos o incluso de enfermedades que hay que abordar, como:

• La hiperhidrosis es un trastorno poco frecuente que hace que el cuerpo produzca un sudor excesivo sin un motivo aparente. Hay tratamientos médicos que pueden aliviarlo o incluso curarlo.
• Menopausia: los cambios hormonales que ocurren en esta etapa de la vida pueden causar sudores nocturnos y a menudo provocan también problemas de insomnio.
• Enferemedades infecciosas, como la gripe o la covid-19, pueden provocar fiebre y sudores nocturnos
• Diversos medicamentos (como por ejemplo los antidepresivos, los medicamentos para la diabetes o la terapia hormonal) tienen como efecto secundario la sudoración, por lo que si estás tomando medicación conviene que revises el prospecto y lo consultes con tu médico. Recuerda que nunca debes dejar de tomar un medicamento por tu cuenta, siempre debes hablarlo antes con tu médico.
• Diabetes: unos niveles bajos de azúcar en sangre (hipoglucemia) pueden comportar sudores.
• Apnea del sueño, un trastorno que provoca interrupciones en la respiración durante el sueño y que a menudo se asocia con la obesidad o el exceso de peso puede comportar también un aumento del calor y la sudoración durante la noche.
• Algunos tipos de cáncer (como el linfoma no Hodgkin, la leucemia o el cáncer de próstata) pueden aumentar la sudoración.
• Algunos problemas neurológicos, como la neuropatía autonómica o el accidente cerebrovascular, tienen como síntoma los sudores nocturnos, aunque no es una causa habitual de este problema.

Si sudas mucho por la noche y no hay una causa aparente que lo justifique (como el calor) conviene que consultes a tu médico para que haga las revisiones necesarias y averigüe la causa.

Consejos para evitar sudar demasiado por la noche

La temperatura ideal de la habitación en la que dormimos es de entre 18-21 °C, algo muy difícil de mantener en verano si no contamos con aire acondicionado. Sin embargo, si el sudor excesivo no se debe a ninguna enfermedad y es solo consecuencia de las altas temperaturas, hay algunos consejos que te pueden ayudar a evitarlo.

Estas son las recomendaciones de la Sociedad Europea de Investigación del Sueño y la Dra. Ellemarije Altena, profesora de la Universidad de Burdeos (Francia):

• Ducha fría: cuando las temperaturas son muy altas, date una ducha con agua fría (no helada) o templada o, si no quieres ducharte, un baño de pies con agua templada.
• Usa un ventilador: el acondicionado resulta útil en las temperaturas extremas, pero una temperatura demasiado baja (por debajo de los 17 °C también pueden dificultar el sueño). Además, el ventilador consume menos energía.
• Spray con agua: si te despiertas por la noche debido al calor, usar un spray con agua para refrescarte puede ayudarte a volver a conciliar rápidamente el sueño.
• Beber mucho durante el día te ayudará a regular mejor la temperatura durante la noche.
• Usa ropa fresca: la ropa que lleves para dormir debe ser ligera y de algodón (y poca).
• Mantén los horarios de sueño: trata de ir a dormir siempre a la misma hora y, si haces siesta, que no se muy larga (no más de 20 minutos) y no muy tarde (antes de las 14 h).
• Evita el alcohol: en especial antes de dormir, pues inhibe el sueño profundo y puede alterar el sueño. Además, el alcohol deshidrata y aumenta la sudoración nocturna.

Además, para conciliar bien el sueño es importante no usar pantallas (ni móvil, ni Tablet ni ordenador) en las horas previas a acostarse y dejarlos siempre fuera del dormitorio.