Ducharse con agua fría puede parecer tentador y apetecible cuando hace mucho calor pero no es la mejor solución para refrescarte porque podría tener justo el efecto contrario y conseguir que el cuerpo se caliente aún más.
Una ducha caliente tampoco es una buena opción porque también nos haría sentir más calor. De hecho, tanto las duchas muy frías como muy calientes afectan a los mecanismos de regulación de la temperatura corporal, por lo que la mejor solución para combatir el calor es, según los expertos, una ducha tibia.
¿Qué pasa cuando te duchas con agua fría?
Aunque una ducha fría hace que te sientas fresco de forma inmediata, en realidad ayuda a conservar el calor corporal.
Uno de los mecanismos del cuerpo para reducir la temperatura corporal es llevar la sangre a la superficie de la piel para que el calor pueda salir hacia fuera, por eso enrojeces cuando las temperaturas son elevadas y notas la piel caliente. Si te duchas con agua fría para refrescarte, los vasos sanguíneos de la piel se contraen y no dejan eliminar el exceso de temperatura.
La ducha fría también frena el sudor, que es el otro mecanismo que tiene el cuerpo para ir eliminando la temperatura interna. Es como si engañaras al cuerpo haciéndole creer que tiene frío, por lo que deja de sudar.
En resumen, al ducharte con agua fría no consigues reducir la temperatura central del cuerpo porque se bloquean los mecanismos de que dispone el organismo para lograrlo: el sudor y la expulsión del calor a través de los capilares de la piel.
¿Cuándo es mejor ducharse con agua fría?
El agua fría evita corta la sudoración al momento, por lo que puede ser una solución de urgencia para personas que sudan en exceso, aunque al cabo de un rato sentirás calor de nuevo y la sudoración puede reactivarse. A no ser que te des una ducha fría para cortar el sudor y permanezcas luego en un ambiente fresco.
Si optas por una ducha fría para reducir el exceso de sudor no basta con estar 30 segundos bajo el agua. Debes permanecer un tiempo para que la temperatura del cuerpo baje como para frenar la sudoración.
La ducha ideal contra el calor
Lo ideal para combatir el calor es una ducha con agua tibia, incluso mejor un baño, porque estimula el sistema termorregulador del cuerpo al aumentar el flujo sanguíneo hacia la piel y permitir una correcta sudoración, con lo que ayuda a reducir la temperatura corporal.
Los expertos recomiendan bajar gradualmente la temperatura del agua al final de la ducha dejando 10 segundos entre cada cambio de temperatura para que el cuerpo se aclimate.
Después de la ducha, no frotes enérgicamente el cuerpo con la toalla porque la fricción aumenta la temperatura corporal y vístete en una habitación fresca para no empezar a sudar de nuevo.