Antes de ponerte en manos de médicos para solucionar la acidez de estómago, piensa que es un problema en el que uno mismo puede hacer mucho.
Cambios en los hábitos de vida y en la dieta pueden resolver el problema de un modo más fácil y sin forzar a medicarnos. Recuerda que los fármacos son una solución puntual.
seis trucos para prevenir la acidez
Empecemos por los pasos que puedes dar antes de comer.
- Distráete. Es importante distraer la mente para alejar los pensamientos centrados en "Me va a dar acidez". Por eso, uno de los puntales para evitarla es alejar el estrés de la vida diaria con música, lectura, técnicas de meditación, actividad física…
- Come en compañía. Rutinas como compartir la comida con la familia nos puede hacer verla como un momento de descanso, no solo como la mera acción de comer. No mirando la tele.
- Haz 4 o 5 respiraciones desde el diafragma. Quizás te sea más fácil si estás acostado, porque podrás comprobar cómo se infla tu estómago al respirar. Según algunos expertos, estas respiraciones ayudan a sentarnos a la mesa más calmados. Basta con dedicarles uno o dos minutos.
- Cocina como si fuera un ritual y centra toda tu atención en la preparación de los alimentos. Preparar los platos con calma manda al cerebro el mensaje de que lo que vamos a comer nos beneficia.
La comida, templada, nunca demasiado caliente. La temperatura excesiva podría dañar las mucosas del estómago.
No bebas mientras comes. Así no se llenará tanto el estómago a la hora de almorzar o cenar. El alcohol y las bebidas con gas son perjudiciales. El alcohol relaja el esfínter esofágico. Y las bebidas gasificadas aumentan el volumen dentro del estómago (y, por tanto, la presión). Favorecen que aparezca la sensación de ardor.
así cocinas platos antiacidez
El tamaño de las raciones importa, y mucho. Es mejor que hagas varias comidas pequeñas al día que dos grandes, de este modo dejas que el estómago haga bien la digestión.
Apuesta por 'el plato de Harvard': la mitad deben ser vegetales, un cuarto proteínas (las de la carne de ave, pescado y huevos) y el otro cuarto, cereales (preferentemente arroz o pasta integrales) o patata (hervida o asada). Además...
1. Disminuye las grasas. Elimina fritos, salsas, embutidos o guisos grasos. Son de difícil digestión y hacen que se retarde el vaciado gástrico por lo que relajan el esfínter esofágico inferior, haciendo que el contenido del estómago suba más fácilmente al esófago.
Las grasas buenas, como aceite de oliva, pescado azul o los frutos secos tienen grandes beneficios. Vigila cómo lo toleras.
2. Evita ingredientes irritantes y flatulentos. No te convienen el ajo y la cebolla, las verduras que provocan flatulencias (coliflor, coles de Bruselas, etc.), especias picantes. Tampoco tomate, cítricos, encurtidos, vinagretas, salazones ni chocolate, porque irritan las mucosas del tubo digestivo y favorecen la aparición de acidez.
3. Legumbres digeribles, como la lenteja roja, y siempre hacer un remojo prolongado y una cocción adecuada. También puedes triturarlas.
4. Aumenta la fibra. Un estudio publicado en World Journal of Gastroenterology asegura que la dieta rica en fibra aumenta la presión del esfínter esofágico y disminuye el número de reflujos gastroesofágicos, es decir, disminuye el número de “episodios” de
acidez. La calabaza, calabacín y zanahoria son ricas en mucílagos, un tipo de fibra que protege las mucosas digestivas. Manzana, pera y plátano maduros también son excelentes, así como la avena.
5. Añade hinojo o tomillo. Harán más digeribles tu comidas. Añádelos en el último momento para que el calor no estropee sus propiedades. Evita la menta: irrita.
Ejemplos de menú antiacidez
Te resultará muy útil tener distintas opciones para irlas combinando. Prepara tu propio cuadrante incluyendo estas sugerencias:
- Desayunos: Gachas de avena, plátano e infusión; tostadas y queso fresco; yogur con papaya y avena; queso fresco batido, pera y avena; gachas con compota de manzana.
- Almuerzos: Bacalao con verduras y patata asados; verdura con arroz integral y pavo; lentejas rojas con verduras y arroz integral; lenguado y menestra de verduras.
- Meriendas: Manzana asada; yogur, avena y pera; compota de manzana; galletas de avena y plátano; yogur con plátano y canela.
- Cenas: Ensalada y tortilla de calabacín; caldo de verdura y quinoa con verdura y huevo duro; crema de calabaza y gambas con verduras salteadas; merluza en papillote y verdura; arroz con espinacas, queso fresco y huevo duro.
Deja pasar 3 horas entre comidas. De este modo el sistema digestivo descansa y el estómago se vacía bien.
Y después de comer...
¿Puedo tomar café? Beber café puede estimular las secreciones gástricas y relajar el esfínter esofágico inferior, por lo que, en algunas personas, podría desencadenar la sensación de ardor. Pruébalo y si lo toleras, tómalo no muy caliente y sin leche.
- Mejor una infusión. Después de comer espera un poco (una media hora) para tomarlas y que tu estómago no esté tan lleno. Entre las mejores: angélica, hierbaluisa, hinojo y manzanilla.
- Cuida la postura. Lo más importante es estar bien erguido para que no suba el ácido. Mejor evitar la siesta.
- Da un paseo relajado, aunque sea solo de diez minutos. Cuando estás de pie y caminas, la gravedad ayuda a que la comida baje. Eso sí, evita el ejercicio intenso.
- No fumes. Supone una mejora del 40 % en la digestión porque se elimina un irritante estomacal.