Bajan las temperaturas: 10 enfermedades que siempre empeoran cuando hace frío

A veces con el frío sentimos que el cuerpo se debilita. No es una sensación, el frío provoca mayor rigidez muscular y puede alterar el sistema inmunológico. Todo esto provoca que algunas enfermedades comunes empeoren con las bajas temperaturas y debes tomar precauciones.

Dr. Francisco Marin
Dr. Francisco Marín

Médico de Atención Primaria

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud y nutrición

Actualizado a

Enfermedades que empeoran con el frío

Enfermedades como la hipertensión, las migrañas o la urticaria pueden empeorar con el frío.

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Cuando hablamos de enfermedades relacionadas con el frío solemos pensar en gripes y resfriados, pero hay muchas patologías que empeoran al bajar las temperaturas.

El frío tiene produce varios efectos en el cuerpo humano, ya que este trata de mantener una temperatura interna constante para funcionar de manera óptima. Estas reacciones de nuestro cuerpo hacen que los síntomas de algunas enfermedades tiendan a aumentar o a ser más fuertes. Te contamos qué enfermedades empeoran con el frío y porqué sucede.

Por qué el frío hace que empeoren algunas enfermedades

El frío puede provocar la constricción de los vasos sanguíneos (vasoconstricción), lo que reduce el flujo sanguíneo a ciertas áreas del cuerpo, cosa que puede empeorar los síntomas de, por ejemplo, enfermedades relacionadas con las articulaciones.

Además, las bajas temperaturas pueden causar rigidez muscular, lo que puede aumentar el dolor en personas con condiciones como la fibromialgia o problemas musculares. También los cambios en la presión atmosférica que a menudo acompañan a las condiciones climáticas frías afectan a algunas personas con cefaleas o migraña.

El sistema inmunológico puede debilitarse en condiciones frías, lo que hace que las personas sean más propensas a infecciones en general y, sobre todo, a resfriados y gripe. Para aquellos con enfermedades respiratorias crónicas, esto puede empeorar los síntomas.

Es importante tener todo esto en cuenta y tomar precauciones en invierno para evitar que algunas afecciones se agraven.

El doctor Antonio Pardo, Jefe de la Unidad de Medicina Interna del Hospital Ruber Internacional, explica cómo incide el frío en determinadas enfermedades que afectan a gran parte de la población.

Hipertensión arterial

En situaciones de frío ambiental, para mantener la temperatura corporal, el organismo recurre a la vasoconstricción, es decir, estrecha los vasos sanguíneos con lo que aumenta la tensión arterial.

Estos fenómenos son más notables en personas de edad avanzada. También son más frecuentes cuando los cambios de temperatura son repentinos.

Diabetes

Durante los meses más fríos es más habitual que aparezcan infecciones, sobre todo, las relacionadas con el aparato respiratorio, con lo que el stress acompañante aumenta las necesidades de antidiabéticos. El frío requiere un cambio metabólico aumentando el nivel de glucosa.

El experto recomienda proteger los pies del frío con calzado adecuado y mantener el ritmo habitual de ejercicio físico, así como una buena alimentación. Procura mantener la insulina a temperatura estable.

Rinitis

Los estornudos, el picor, la obstrucción, las secreciones nasales y, en ocasiones, la falta de olfato que presenta la rinitis pueden estar directamente relacionados con la acción del frío y/o sequedad ambiental.

Con el frío se produce una hipersensibilidad de los vasos sanguíneos facilitando la producción de exagerada mucosidad nasal.

Hipotiroidismo

Las hormonas tiroideas son las reguladoras de todas las funciones metabólicas del organismo. Ante una situación de desequilibrio de las reacciones químicas celulares, aumenta la sensibilidad al frío.

Por tanto, no es que el frío cause hipotiroidismo, es que las personas afectadas sufren intolerancia al frío y pueden pasarlo peor en invierno.

La reacción a las bajas temperaturas podría considerarse un síntoma típico de hipotiroidismo que se suma a otros más conocidos como la fatiga, la piel seca o el estreñimiento.

Urticaria

Esta patología de la piel se caracteriza por la formación de ronchas rojizas temporales con picor en las zonas expuestas al frío. Estos síntomas pueden agudizarse a medida que la piel se va calentando.

Algunas de las urticarias más graves pueden aparecer al contacto con baños de agua fría, produciendo hipotensión severa. La urticaria también puede aumentar con el calor.

Otitis

A pesar de que el frío no produce otitis, sí facilita la colonización e infección del oído por gérmenes (virus-bacterias).

Aunque esta enfermedad puede darse entre adultos, es más frecuente durante la infancia. Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), se calcula que a la edad de cinco años, más del 90% de los niños habrá sufrido un episodio de otitis media aguda.

artrosis y artritis

Muchas personas que sufren artrosis y artritis notan más molestias con el frío. La explicación a ello es que podrían existir receptores de presión en las articulaciones que podrían activarse especialmente por las borrascas (presión atmosférica baja), lo que aumentaría la liberación de sustancias inflamatorias.

Contracturas musculares

Cuando hace frío solemos encogernos. Esta medida de protección natural del cuerpo para protegerse de las bajas temperaturas conlleva una contracción de los músculos que, sumada a malas posturas mantenidas en el tiempo, puede aumentar las contracturas musculares.

Migrañas

El frío y los cambios de presión atmosférica pueden alterar el equilibrio del tono de los vasos sanguíneos facilitando la aparición del dolor de cabeza.

Aunque cefaleas vasculares se pueden tratar desde diferentes frentes, un médico especializado en dolores de cabeza (neurólogo) puede diagnosticar las migrañas según un estudio físico y neurológico con el fin de buscar el mejor tratamiento.

Acrocianosis

Los síntomas de esta enfermedad son coloración azulada y persistente en las manos y, aunque menos frecuente, también en los pies. Esta reacción se debe a una respuesta exagerada de vasoconstricción ante temperaturas bajas.

Ante la aparición de estos síntomas, se recomienda descartar enfermedades autoinmunes.

Esta patología no tiene tratamiento, tan solo se aconseja aumentar la protección contra el frío.