La calabaza es uno de los alimentos estrella del otoño. Y no es para menos, pues es una hortaliza tremendamente nutritiva, rica en vitaminas, minerales y antioxidantes, y baja en calorías.
Su vibrante color naranja se debe a su elevado contenido en betacaroteno, un poderoso antioxidante que nuestro convierte en vitamina A y que le otorga diversos beneficios para la salud ocular y de la piel y para el sistema inmunitario, entre otros.
También es rica en zinc, igualmente fundamental para el buen funcionamiento de las defensas. Además:
- Protege tu estómago. Contiene muchos mucílagos, una sustancia que protege la mucosa del estómago. Si la añades a tus recetas, seguro que la comida te sentará mejor. Además, su riqueza en fibra mejora el tránsito intestinal, por lo que ayuda a no sentirse hinchado.
- Es una aliada anti-cáncer. Además de provitamina A, vitaminas C y E, con acción antioxidante, la calabaza proporciona licopeno. Se trata de otro pigmento que frena la oxidación celular y contribuye así a alejar el riesgo de cáncer.
- Es buena para tu corazón. También aporta vitaminas del grupo B y minerales como el magnesio, que cuidan el sistema cardiovascular.
Además, la calabaza es muy versátil en la cocina. Sin duda, es un ingrediente clave en las sopas y purés de otoño e invierno (la época en la que está de plena temporada). Pero esta hortaliza de pulpa carnosa puede utilizarse en muchas otras recetas, ya sea como guarnición o como producto principal de primeros, segundos y postres.
A continuación encontrarás 10 recetas con calabaza explicadas paso a paso para que puedas disfrutar de todos sus beneficios.