Los encurtidos son unos alimentos muy ricos que forman parte de numerosas culturas gastronómicas. Son sobre todo vegetales diversos (a veces también pescados) con el nexo común de que han sido sometidos a un proceso de conservación. Puede ser a base de meterlos en vinagre o fermentándolos con microorganismo naturales.
Los encurtidos en vinagre no implican fermentación y por tanto no tienen uno de los beneficios más conocidos de los otros encurtidos: son probióticos, mejoran la microbiota (los microorganismos del sistema digestivo).
En España tenemos unos encurtidos que tomamos con frecuencia en aperitivo o como acompañamiento de algunos platos (ensaladas o sándwiches) y que son especialmente interesantes si se toman antes de comer. Se trata de los pepinillos. “Un pepinillo antes de comer puede transformar tu digestión”, ha explicado la enfermera nutricionista Estíbaliz García.
Cómo actúan los pepinillos
“Los encurtidos como los pepinillos, al tomarlos antes de una comida estimula la producción de ácido clorhídrico en tu estómago”, explica la nutricionista. El ácido clorhídrico es fundamental en todo el proceso digestivo. Por eso es importante una cantidad adecuada.
Es un efecto similar a tomar vinagre de manzana antes de comer. Este consejo de las abuelas está confirmado por la ciencia. De hecho, el vinagre de manzana sin filtrar “es más efectivo para estimular la producción de ácido clorhídrico por su mayor concentración y su forma líquida”, admite la experta.
Sin embargo, el vinagre de manzana tiene un gusto bastante desagradable para la mayoría. Por eso, recomienda los pepinillos encurtidos como una excelente alternativa. “Tiene un efecto similar, pero mucho más agradable y más fácil de integrar en tu rutina”, añade.
Los beneficios del ácido clorhídrico
- El ácido clorhídrico es fundamental para que nuestro cuerpo pueda descomponer los alimentos. “Al estimularlo, mejoras tu digestión desde el inicio”, apunta la nutricionista García.
- Ayuda a prevenir el reflujo que a veces nos sube desde el estómago, dejando una desagradable sabor, además de que puede provocar problemas de salud si se produce a menudo.
- Ayuda a evitar la hinchazón habitual después de comer. Es normal que nos sintamos un poco hinchados al principio, pero no es bueno que esa hinchazón se alargue. Puede ser señal de que no estamos haciendo una buena digestión.
Estos beneficios se consiguen simplemente “tomando un puñadito de pepinillos diez o quince minutos antes de la comida”, señala la experta.
No todos los pepinillos sirven
“Ojo, fíjate en la etiqueta -advierte la enfermera García-. Busca encurtidos naturales, que no lleven glutamato monosódico ni ningún potenciador del sabor.”
Es bastante común que estos productos los incluyan en sus ingredientes y restan beneficios. El glutamato monosódico provoca malestar estomacal e hinchazón en algunas personas. Fíjate que en la etiqueta solo aparezcan ingredientes simples: agua, sal y vinagre.
Para conseguir además los beneficios probióticos que aportan los encurtidos fermentados has de comprobar que se preparan sin pasteurizar. Si se han pasteurizado ayudan a la digestión pero pierden esos microorganismos que van a repoblar la microbiota.
- Los pepinillos fermentados se preparan dejándolos en agua con sal, que permite la fermentación natural, y en todo caso luego se añade vinagre. El vinagre no es el método de conservación.
Para distinguirlos busca términos como “fermentado” o “cultivos vivos” en la etiqueta. Si contiene bacterias vivas deben mantenerse refrigerados.
- Los pepinillos no fermentados se encuentran en las estanterías y no indican probióticos en el envase.
Qué beneficios tienen los fermentados
Los pepinillos fermentados, al igual que el chucrut (col fermentada), ha mostrado numerosos beneficios para la salud gracias a esos probióticos (microorganismos) que aporta:
- Mejoran la salud intestinal: ayudan a equilibrar el microbiota, promoviendo una digestión saludable y reduciendo trastornos como el síndrome de intestino irritable.
- Fortalecen las defensas: una flora intestinal equilibrada refuerza el sistema inmunológico del organismo.
- Reducen la inflamación: los probióticos pueden contribuir a la regulación de procesos inflamatorios crónicos.
- Mejora el estado de ánimo: a través del eje intestino-cerebro, los probióticos podrían influir en la salud mental y reducir los síntomas de ansiedad y depresión.
En este sentido, el chucrut y el kimchi (mezcla de col y rábano propia de Asia) son los que más evidencias científicas han cosechado. Pero también los pepinillos son una buena opción.