Con la edad se pierde colágeno y aumentan tanto las arrugas y la flacidez como las molestias articulares. Y es que el colágeno es la proteína más abundante en nuestro organismo y forma parte de las estructuras de la piel, los huesos o las articulaciones.
Los suplementos de colágeno prometen compensar esa pérdida y son percibidos como un aliado antienvejecimiento. Son uno de los productos más vendidos en las parafarmacias y muchas celebrities aseguran tomarlos, contribuyendo así al boom que está viviendo este producto. ¿Realmente tomar suplementos de colágeno ayuda a restablecer el colágeno perdido en la piel, las articulaciones o los huesos?
La Dra. Anna Costa, dietista nutricionista y directora Clínica de NutriClínica, explicaba a Saber Vivir por qué en realidad no son tan eficaces.
Dónde se encuentra el colágeno y qué función tiene
El colágeno, la proteína que más abunda en el cuerpo, se encuentra en:
Las células epiteliales. Se hallan en las dos primeras capas de la piel (epidermis y dermis) y en el revestimiento interior de los vasos sanguíneos (endotelio) y de órganos huecos como el endometrio o los intestinos. Las células epiteliales son alargadas y su esqueleto (citoesqueleto) es de colágeno y forma una especie de trenza que va de un extremo a otro de la célula. El colágeno es el responsable de la elasticidad de estos tejidos, ya sea la piel o el endotelio de las arterias. Cuando pellizcamos la piel, enseguida regresa a su lugar gracias al colágeno.
En los huesos y articulaciones. El colágeno también se encuentra entre las células que forman los huesos (osteocitos y osteoblastos) y hace de cemento entre ellas.
¿Qué pasa cuando tomas un suplemento de colágeno?
El colágeno es una proteína con forma de trenza formada por una secuencia de aminoácidos. Cuando ingerimos un suplemento de colágeno u otra proteína procedente de los alimentos tiene que pasar antes por todo el proceso digestivo. En ese proceso, los jugos gástricos del estómago degradan el colágeno en partes más pequeñas y luego las enzimas digestivas del estómago y del intestino siguen fragmentándolo aún más. Al final, lo único que consigue atravesar la barrera intestinal y pasar al torrente sanguíneo es uno, dos o como máximo tres aminoácidos juntos, pero eso ya no es colágeno.
Cuando esos aminoácidos están en la sangre para dirigirse al hígado, el cuerpo no tiene forma de identificar su procedencia; podrían venir de un suplemento de colágeno, de la carne, de las lentejas o de un yogur.
¿Los suplementos de colágeno ayudan a reponer el colágeno de la piel o las articulaciones?
"Los aminoácidos procedentes de los suplementos de colágeno que logran pasar a la sangre no tienen memoria como para saber que habían sido colágeno e ir justo a las partes del cuerpo donde se encuentra esta proteína, como la piel o las articulaciones. Se los queda el hígado y los libera cuando las células los necesitan para fabricar hormonas, neurotransmisores, enzimas para realizar una función concreta, anticuerpos... o los acaba eliminando", aclaraba la Dra. Anna Costa, doctora en Biología y tecnóloga en alimentos.
"Pensar que si tomamos suplementos de colágeno acabarán justo en las estructuras de colágeno de la piel o los huesos es un error. Por tanto, es un mito que los suplementos de colágeno sean de ayuda para recuperarnos antes de una fractura ósea o para reducir las arrugas y la flacidez del rostro", aseguraba.
¿Los suplementos de colágeno aportan más proteína que los alimentos?
Puedes obtener el colágeno necesario a través de la alimentación sin necesidad de tomar suplementos. Son muchos los alimentos que llevan esta proteína (carnes, pescado azul, huevos...).
"Comiendo un trozo de 150 gramos de carne ya obtienes el triple de aminoácidos que lo que te aporta un suplemento", apuntaba la especialista.
Cómo podemos ayudar a evitar la pérdida de colágeno
Es normal que con la edad perdamos colágeno, pero para evitar que esa pérdida se acelere es necesario tomar las proteínas necesarias a través de la alimentación y, sobre todo, evitar todo aquello que destruye el colágeno.
- Evita los hidratos de carbono refinados, los ultraprocesados y el azúcar porque provocan picos de glucosa en sangre, dando lugar a un fenómeno llamado glicación o glucosilación, una reacción química espontánea que se produce entre la glucosa y las proteínas, dando lugar a unas moléculas llamadas AGE's (Advanced Glycation End Products) que provocan daño oxidativo, inflamación y muerte celular. Por eso una dieta rica en azúcares acelera la destrucción de colágeno y provoca envejecimiento prematuro.
- Evita el exceso de sol. Un exceso de radiación ultravioleta reduce la producción de colágeno.
- Evita el tabaco. Disminuye la producción de colágeno y favorece su destrucción.
- Aumenta el consumo de fruta y verdura. Aportan antioxidantes (carotenoides, clorofila, antocianinas...) que secuestran los radicales libres que atacan el metabolismo celular. Una dieta rica en fruta y verdura es el mejor aliado para una piel sana porque con los años el cuerpo pierde la capacidad de mantener a raya los radicales libres.
- Asegúrate la dosis diaria de Vitamina C. Además de antioxidante, la vitamina C ayuda a la fabricación de colágeno. Todas las frutas y verduras aportan vitamina C pero algunas como el pimiento o el kiwi en mayor cantidad. Una persona adulta necesita alrededor de 80 mg de vitamina C al día (un poco más los hombres y algo menos las mujeres).