Los trucos de la OCU para eliminar las manchas amarillas del colchón y dormir en una cama limpia y sana

Y quien dice el colchón, dice almohada, sábana, funda o protector... Todos hemos sido "víctimas" de la inevitable aparición de esos círculos amarillos que parece imposible eliminar. Sin embargo, te demostraremos cómo no está todo perdido y que existen algunos sencillos trucos que pueden devolver a tu colchón su aspecto original.

Más allá de las manchas con un origen claro, como las de vómito, sangre, fruta o vino, en esta ocasión nos ocuparemos de las manchas amarillentas, las cuales en su mayoría se deben a productos químicos de la sudoración natural que se produce mientras dormimos. Otras posibles causas pueden ser la orina o el simple envejecimiento de los materiales. 

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Manchas de sudor y saliva

Tal y como señalan los expertos de la OCU, uno de los principales motivos que explican la aparición de las manchas amarillas es la saliva y el sudor. Teniendo esto en cuenta, estos son los consejos que sugieren: 

• Puedes utilizar un quitamanchas enzimático. Antes de aplicarlo, comprueba que el limpiador es adecuado para el material del tapizado del colchón.
• Pon una pequeña cantidad de lavavajillas a mano disuelto en una taza de agua templada con un chorro de vinagre blanco. Vinagre de limpieza también puede servir.
• En el caso de que quieras eliminar las manchas de la funda de la almohada, ponla en remojo con detergente y un poco de lejía.

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cada mancha, su solución

Cuando las manchas se deben a orina y vómito, lo más importante para acabar con ellas es actuar lo antes posible, ya que las sustancias químicas que contienen este tipo de fluidos puede dañar el tapizado del colchón.

Los pasos que indica la OCU en estos casos son:

• Retira el exceso de fluidos y coloca el colchón de lado sujetando una toalla limpia y seca debajo de la mancha.
• Disuelve un poco de lavavajillas a mano en agua templada y añade unas gotas de amoniaco. Aplica la mezcla sobre el colchón con una esponja o paño.
• A continuación, pasa un paño humedecido en agua limpia con unas gotas de antiséptico como alcohol o agua oxigenada y seca bien la zona con un paño seco o con papel absorbente como el de los rollos de cocina.
• No coloques el colchón en posición normal hasta que esté seco. 

Ponlo en práctica

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Un caldo de cultivo de bacterias

Tanto las manchas de sudor, como las de orina o vómito, es importante que se limpien cuanto antes, entre otros motivos, porque rápidamente desprenderá un olor desagradable, y más importante todavía, porque la mancha se puede convertir en un foco de infección. 

De modo que se podría decir sin temor a exagerar que un colchón limpio es un colchón sano. Por tanto, su limpieza no es solo un cuestión estética. De hecho, es más un asunto de salud. Así que para evitar que las manchas se conviertan en una fuente de enfermedad, los expertos de la OCU han publicado el siguiente listado de consejos, todos ellos, prácticos, sencillos y eficaces:

1. Antes de empezar ponte unos guantes y retira el exceso de fluidos intentando que la mancha no se disperse por el colchón. Con una toalla puedes absorber el exceso pero sin presionar demasiado.
2. A la hora de limpiar el colchón debes evitar, sobre todo, dos cosas: empapar el colchón y frotar las manchas. Si frotas una mancha de sangre, por ejemplo, la mancha podría esparcirse, empeorando la situación. Es mejor aplicar el tratamiento para quitar la mancha y repetirlo tantas veces como sea necesario.
3. Es importante mantener el colchón lo más seco posible, especialmente los colchones viscoelásticos y de espuma. Pon el colchón de lado de forma que penetre la menor cantidad de agua posible. Coloca una toalla bajo la mancha para que vaya absorbiendo el exceso de humedad.
4. Limpia mancha por mancha, aplicando una pequeña cantidad del limpiador y secando inmediatamente el colchón con un paño seco o papel absorbente. Repite el proceso hasta que la mancha desaparezca y luego pasa a la siguiente mancha.
5. Cuando hayas terminado, humedece un paño limpio con agua para enjuagar suavemente la zona, luego aplica bicarbonato de sodio, déjalo reposar y elimínalo después con un cepillo suave o aspirando suavemente.
6. Asegúrate de que el colchón está seco antes de volver a ponerlo en su posición normal.