Las 10 mejores frases del psiquiatra y neurólogo Viktor Frankl para encontrar momentos de alegría y ser feliz

Los que más saben sobre la felicidad son un apoyo firme para ayudarnos a salir adelante. El neurólogo y psiquiatra austríaco Viktor Frankl es una eminencia que nos ha dejado algunas de las mejores reflexiones para encontrar más momentos de alegría y bienestar.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

La experiencia del neurólogo Frankl le sirvió para dar sabias lecciones de vida.

La experiencia del neurólogo Frankl le sirvió para dar sabias lecciones de vida.

ISTOCK

Si crees que has tenido problemas en la vida y te lamentas de no poder ser más feliz, conviene mirar a la vida de Viktor Frankl. Esta mente prodigiosa, psiquiatra, neurólogo y filósofo, tenía 36 años y una increíble carrera por delante cuando el régimen nazi lo metió en campos de concentración, en Auschwitz y Dachau.

Cuando fue liberado, cuatro años después, con toda su familia asesinada, pudo muy bien explicar cómo el ser humano puede encontrar fuerza, valor y momentos de felicidad en un mundo de horror y desesperanza. Frankl escribió varios libros, aunque su obra más poderosa y conocida es ‘El hombre en busca del sentido’, la que escribió a partir de sus reflexiones en los campos de concentración.

Las lecciones que nos da este neurólogo son especialmente útiles para que encontremos tierra firme en los momentos en los que más inseguros nos sintamos. Hemos recopilado diez de sus lecciones más importantes sobre cómo hallar la felicidad, resumidas en diez frases. Varias de ellas extraídas de su obra más famosa.

Cómo encontrar sentido a la vida

Una de las cosas que el doctor Frankl consideraba primordiales para ser felices es encontrar sentido a la vida. El sentido de la vida no se encuentra en la felicidad, sino en una tarea significativa. Si tenemos un objetivo, una razón de vivir, está ya parte del trabajo hecho.

  • La vida no es principalmente una búsqueda del placer, como creía Freud, ni una búsqueda de poder, como lo enseñó Alfred Adler, sino una búsqueda de sentido. La mejor tarea para cualquier persona es encontrarle sentido a su propia vida.”

Esa motivación vital, esa búsqueda de significado él la había encontrado ayudando a los demás a encontrar a cada uno el propio significado de su vida. Nos dice que "el éxito no es lo que uno alcanza sino lo que uno supera".

  • La muerte solo puede causar pavor a quien no sabe llenar el tiempo que le es dado para vivir.”

Lo que nos viene a decir que si disfrutamos de la vida y de las cosas que nos trae, viviéndolas plenamente, no le tendremos tanto miedo a la muerte. Precisamente porque habremos vivido cada momento con intensidad. Solo cuando crees que tu vida ha estado vacía te vas agarrándote a la vida, como si te faltase algo.

  • Si como ocurre en muchos segmentos de la sociedad actual la gente no puede encontrar un sentido a sus vidas, solo les quedará algo con lo que vivir pero no algo por lo que vivir

Cómo sobreponerte al sufrimiento

De su experiencia y la de otros prisioneros de guerra, este neurólogo pudo extraer una de las reglas más emblemáticas que le han trascendido.

  • La desesperación es igual a sufrimiento sin propósito.” Él lo representaba como una fórmula matemática, así: D = S – P.

Es algo que muchas escuelas filosóficas y religiosas ya han tratado. Si encontramos un propósito vital, todo puede tener sentido. Todo cobra sentido, de alguna manera. “Si hay algún significado en la vida, entonces debe haber un significado en el sufrimiento”, confirmaba el doctor Frankl.

  • Cuando una persona no puede encontrar un sentido profundo de su significado, se distrae con el placer”.

Esta frase nos devuelve una idea también muy repetida en los tratados sobre bienestar. El placer es una sensación de felicidad muy momentánea. No es una verdadera felicidad que pueda ser plena. Pongamos el ejemplo más típico: el placer sexual.

Si no se acompaña de amor, difícilmente dará felicidad. El sexo sin amor deja un vacío en poco tiempo, que se busca llenar con más sexo u otros placeres. “El amor es la respuesta al problema del sentido de la vida”, añadía.

 

Cómo ser más feliz

Este neurólogo consideraba que la felicidad no se puede perseguir, es un efecto secundario de habernos dedicado a una causa mayor que uno mismo, a esa búsqueda de sentido. Y en los momentos de zozobra es cuando debemos poner los medios para que esa felicidad aparezca.

  • Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.

Todo ser humano tiene la libertad de cambiar en cualquier instante, nos viene a decir. Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento.

  • “No me olvido de ninguna buena acción que me hayan hecho, y no guardo rencor por una mala.”

El doctor da otro de los consejos básicos del bienestar. No podemos ser esclavos de nuestro pasado. Si te han hecho daño, mira hacia el futuro porque nada bueno saldrá de ese odio. La experiencia muestra que en la venganza no hay felicidad. Sin embargo, en el agradecimiento sí. Hay que ser agradecidos.

El sentido de la libertad

Otro de los aspectos que relaciona con la felicidad es el de la libertad. La libertad que nos permita buscar nuestro camino. El doctor Frankl dice:

  • La libertad no es hacer lo que queremos, sino querer lo que debemos hacer

Hay una descripción que hace que es muy elocuente: “Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas —la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias— para decidir su propio camino.”

Divide a las personas en dos únicos grupos los honestos y los que no lo son. Cree que se puede encontrar bondad en todos los grupos humanos. Incluso en aquellos que, en términos generales, merecen que se les condene.

Es decir, incluso en los alemanes que les masacraban podía haber personas llevadas por las circunstancias y que estaban allí sin querer hacer lo que hacían. Pasó algo parecido con los soldados estadounidenses en la guerra de Vietnam, que el doctor tuvo muy presente.

Sin embargo, deja claro que no todo vale. Y lo deja muy claro en esta última frase como broche:

  • El hombre no es sólo el producto de sus circunstancias; también es el producto de sus decisiones.