La falta de concentración es parte de la esencia de los tiempos que vivimos. La realidad que nos rodea, en concreto, las nuevas tecnologías y las redes sociales, han ido moldeando nuestro comportamiento y formas de pensar. En general, nos hemos vuelto más impacientes y menos reflexivos. A menudo, somos incapaces de aguantar una película entera o una conversación de más de media hora.
No solo nos distraemos con facilidad, también necesitamos, e incluso, exigimos, gratificación constante de todo lo que hacemos y decimos. Solo así sentimos la confianza necesaria para seguir adelante y no caer en uno de los trastornos más extendidos en los últimos años, la ansiedad, e incluso, la depresión.
Desde este escenario tan familiar, la psiquiatra y escritora, Marian Rojas Estapé, propone una serie de estrategias para hacer frente a este "órdago" que nos echa la vida y recuperar el equilibrio emocional perdido.
Tomar las riendas de nuevo
La experta acaba de publicar Recupera tu mente, reconquista tu vida (Espasa, 2024), un libro donde Rojas investiga el mundo digital en el que vivimos y cómo influye en la forma que tenemos de gestionar las emociones y cómo nos relacionamos con los demás.
Tal y como ella misma apunta en las primeras páginas del libro, la idea es identificar con detalle el origen del comportamiento, pensamientos y sentimientos que hoy en día comparte la mayoría de la gente, y a partir de ahí, mostrar sus efectos inmediatos, así como las consecuencias a largo plazo, siempre que no hagamos nada al respecto.
De hecho, el último bloque el libro proporciona las herramientas necesarias para "aprender, crecer y mejorar cuidando tu atención" según Rojas, quien asegura que su objetivo es que el lector recupere el control de su mente y reconquiste su vida.
Con esta meta, la psiquiatra propone varias estrategias, de las cuales a continuación exponemos siete.
El azúcar estresa
Siempre se ha pensado que el cerebro necesita grandes cantidades de hidratos de carbono para funcionar correctamente. Sin embargo, "el consumo de alimentos ricos en azúcar conlleva un incremento de cortisol (hormona del estrés), ya que cuando uno ingiere carbohidratos refinados con azúcares añadidos experimenta fluctuaciones en sus niveles de azúcar, algo que puede ser motivo de estrés para el organismo y generar un pico de cortisol. Es la pescadilla que se muerde la cola".
¿Qué herramientas propone la psiquiatra? Sugiere varias. Ahora bien, destaca con especial interés la práctica de ejercicio físico. "Se ha visto que los ejercicios aeróbicos y de fuerza son capaces de reducir el pico de glucosa hasta un 30%".
Pensar agota
Recientemente los científicos Mathias Pessiglione y Antonius Wiehler investigaron acerca de qué es la fatiga mental. Para ello, realizaron un estudio en el que los participantes se dividieron en dos grupos: los que tenían que pensar mucho y los que se encargaban de tareas cognitivas más sencillas. El resultado fue que aquellos que tenían que pensar, razonar y planificar con más intensidad, reflejaban síntomas de fatiga mental. Ahora bien, lo más interesante es que los investigadores insistían en que ante el cansancio intenso de la mente, lo mejor es descansar.
¿Solución? Buscar situaciones que recarguen nuestra batería (mental), como puede ser pasear por el campo o la playa sin móvil, ir a un concierto de música clásica, meditar, rezar, cuidar las plantas, correr, etc.
El miedo bloquea tu mente
"El miedo oscurece la mente y hace que perdamos la claridad para tomar decisiones". Además, un estado permanente de miedo llega a afectar al estado de ánimo, la atención y la concentración.
De hecho, la psiquiatra va más allá: "La felicidad no es lo que nos pasa, sino cómo interpretamos lo que nos pasa. Cuando está activado el miedo, ese estado de hiperalerta te impide que interpretes la realidad como es".
Por tanto, acabar con los miedos es otro paso más hacia la reconquista de tu vida.
Duele que no nos quieran
Al sentirnos solos de manera involuntaria, el cuerpo activa su modo de alerta, su modo de supervivencia, y ello hace que el organismo y la mente cambien. Tanto es así que, tal y como apunta la psiquiatra en su libro, "cuando nos sentimos solos durante un largo período de tiempo, esto nos perjudica tanto física como psicológicamente". Incluso, equipara la intensidad del dolor físico y el social, dándoles la misma importancia.
Por contrapartida, "sentirse acompañado y aceptado mejora la autoestima, la seguridad en uno mismo y la capacidad de tomar decisiones de forma adecuada".
El problema añadido es que "el mundo tecnológico, la comida y el alcohol son empleados como suplentes muchas veces. Se convierten en anestésicos emocionales, en herramientas fáciles para calmar ese enorme pico de cortisol que provocan el abandono, la soledad, la falta de pareja, el rechazo o el mismo duelo".
Que no te roben el sueño
Las pantallas han supuesto otro hito fundamental en el mal cuidado de nuestro dormir. Actualmente, estamos expuestos a mucha más luz que hace unos años, de hecho es diez veces más que hace cincuenta años.
Una de las consecuencias de este hábito es que las pantallas retrasan el inicio del sueño y la luz de los dispositivos frena la liberación nocturna de melatonina (hormona del sueño), según varios estudios.
Además, esa dificultad para conciliar el sueño (insomnio crónico) nos conduce, entre otros problemas, al aumento de la dispersión mental y la falta de concentración.
Además, otra de las ideas que recoge el libro de Rojas es que la falta de sueño provoca impaciencia, irritabilidad y mal humor. Y concluye: "Si cuidas tu descanso, mejorarás en la faceta psicológica".
El peligro de añadirle fast a la vida
Una de las muchas ideas más interesantes que recoge la psiquiatra es la que hace referencia al paso del tiempo, a cómo lo empleamos y a la falsa sensación de utilidad que acompaña a las horas que pasamos delante de una pantalla. "Quizás la mentira más grande de las pantallas es que nos hacen sentir que sí estamos haciendo cosas; Revisar mails, ver qué hacen los amigos, contestar mensajes, leer las noticias, hacer la compra, comprobar el saldo del banco, actualizar una aplicación, mirar si hay alguna rebaja de esto que me quiero comprar, ver si ya me han contestado... Acciones que nos generan una sensación clara: estoy resolviendo temas pendientes y no perdiendo el tiempo".
Sin embargo, "los psicólogos, sociólogos, filósofos, pensadores... sabemos que gran parte de la magia de la vida consiste en saber parar". Algo, imprescindible para conectar con nuestro interior.
Y es que, "si vives la vida en modo fast, enfocándote solo en lo emocionante, te quedarás con lo intenso, pero perderás los detalles de muchas de tus vivencias".
De modo que, la recomendación de la psiquiatra es "en plena sociedad del FOMO (fear of missing out, miedo a estar ausente), practica el JOMO (joy of missing out, la alegría de perderte cosas). Te abrirás a grandes sensaciones.
Ordena las ideas
Es este es uno de los consejos estrella de la psiquiatra, pues "quien no sabe lo que quiere, no puede ser feliz". Y, para saber lo que se quiere, es fundamental identificar y ordenar las ideas.
Este proceso requiere una pausa, hacerte preguntas clave e íntimas y ser completamente sincero en las respuestas. De ellas depende que consigas avanzar en tu propósito de aprender, crecer y, en definitiva, recuperar el equilibrio emocional (ser feliz), que es de lo que se trata.