Kaizen: la filosofía japonesa que te ayuda conseguir tus propósitos con pequeñas metas diarias

¿Te imaginas lo maravilloso que sería poder conseguir todo lo que te propongas en la vida sin darte cuenta y sin hacer grandes esfuerzos? Eso es lo que nos ofrece el método Kaizen, una antigua filosofía japonesa que podría cambiar tu forma de ver las cosas.

Celia Perez León
Celia Pérez León

Redactora especializada en estilo de vida y nutrición

Actualizado a

metodo kaizen

El método kaizen hace hincapié en la importancia de los pequeños pasos, el presente y aquello que se encuentra bajo nuestro control. 

CANVA

La vida está llena de sufrimiento. Sin intentar ser pesimistas, es indudable que esta frase está cargada de verdad. Es inevitable pasar por situaciones complicadas en la vida y, uno más que otros, hemos tenido que enfrentarnos a desagradables adversidades. Por eso, en algún momento de nuestra vida, nos proponemos enfrentarnos a un nuevo camino de crecimiento personal.

Si es tu momento, has llegado al lugar indicado. Con la filosofía kaizen puedes conseguir recuperar el control de tu vida, y transitar el camino hacia tus objetivos sin ansiedad, sin miedo y sin grandes complicaciones. Con la simpleza que, en realidad, resulta inherente a este mundo en el que vivimos.

¿Qué es el kaizen?

La experta en el método kaizen, María Martínez, autora de Vivir en modo Kaizen, lo define como “la filosofía de las pequeñas acciones que puedes poner en práctica ahora en relación con lo que depende de ti”.

Como nos explica Martínez en su libro, la palabra kaizen proviene de los términos japoneses kai (cambio) y zen (amable, fluido, sencillo). De esa forma, podemos comprender este término como la idea de que todo cambio puede lograrse con los pasos lo suficientemente pequeños, tomando medidas sobre aquello que depende de ti.

Es decir, el método kaizen nos obliga a volver la mirada hacia el interior, haciendo que recuperemos el poder que habíamos cedido al exterior. No puedes cambiar la dirección hacia la que sopla el viento, pero sí hacia donde diriges las velas de tu barco.

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¿Cómo aplicar el kaizen a tu vida?

Aunque no lo veamos, el kaizen está integrado en muchos procesos de nuestra vida. Incluso en modelos de producción, de gestión de empresas, etc. Es el método de la optimización, hacer menos con más. Lo realmente revelador, es aplicarlo a la vida en sí misma. Como dice Martínez, cambiarnos de gafas para ponernos las lentes de la percepción kaizen.

Para ello, la experta nos explica que las características de esta percepción kaizen son las siguientes:

Todo es más fácil de lo que parece

Lo primero que debes hacer para aplicar el método kaizen en tu vida es tomar esto como una verdad absoluta. Responde a uno de los principios de esta filosofía: la mejora continua a través de los pequeños pasos.

El kaizen promueve la idea de que las mejoras, aunque sean pequeñas, pueden generar un gran impacto a largo plazo. Al comprender que todo es más fácil de lo que parece, conseguimos mantener la calma ante los obstáculos que aparecen en la vida, ante la magnitud de los objetivos u problemas a los que nos enfrentamos.

Sin perder la calma, el kaizen nos invita a descomponer las tareas en acciones más pequeñas y manejables, que facilitan el proceso de mejora continua.

Lo que depende de ti

El siguiente filtro de estas gafas kaizen que nos estamos preparando dice que debes separar lo que depende de ti, de lo que depende de los demás, respondiendo al principio kaizen que nos invita a enfocarnos en el control individual y en los procesos.

El kaizen enfatiza la importancia de concentrarse en aquellos aspectos de la vida que pueden controlarse de forma directa. Al separar lo que depende de ti de lo que depende de los demás, puedes dirigir tu energía y tus recursos de forma más eficaz, consiguiendo un impacto directo en tu vida, optimizando los procesos y evitando la frustración que generan los factores externos.

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Prestar atención a lo que depende de ti

El método kaizen tiene otro principio importante, el de responsabilidad y mejora personal, bajo el que llega el siguiente filtro de estas gafas nuevas que nos estamos fabricando. Porque no se trata tan solo de separar aquello que depende de ti de lo que no. Toca pasar a la acción.

Esta filosofía fomenta la auto-responsabilidad y el empoderamiento personal. Nos invita a prestar atención a aquello que depende de nosotros, puesto que esto nos permitirá identificar las áreas en las que podemos mejorar y nos ayudar a tomar acciones proactivas.

Con este nuevo enfoque, conseguirás concentrarte en tus habilidades y en cómo puedes mejorar poco a poco en tus propias responsabilidades y objetivos.

Bloqueos

Por más que, hasta ahora, lo hayamos pintado todo del color de rosas, nos es fácil empezar a ver el mundo con esta nueva perspectiva de vida. Por eso, debemos asumir que, tarde o temprano, llegará el bloqueo. Es ahí donde entra el siguiente paso de esta filosofía: saber que cuando te bloqueas es por qué estás viendo todo, en lugar de enfocarte en las partes pequeñas y manejables, que dependen de ti en este momento.

Cuando te sientas bloqueada, descompón el problema en partes más pequeñas, más fáciles. Esto no solo hará que te sientas menos abrumada, sino que facilitará la tarea de identificar soluciones prácticas y realistas. Al enfocarte solo en lo que puedas hacer en este mismo momento, puedes lograr avances pequeños, pero significativos.

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Valora todo lo que puedas hacer ahora

Ahora que has descompuesto el problema en pequeñas partes y que has pasado a la acción, es hora de celebrar las pequeñas victorias, la mejora continua, que es la base del kaizen.

Este método pone énfasis en reconocer y valorar cada pequeño avance que hacemos. Cada pequeña mejora contribuye al progreso general. Si lo piensas así, conseguirás mantener tu motivación y tu compromiso con tus objetivos a largo plazo.