Una de las imágenes más impactantes que ha dejado la historia es la de un monje budista vietnamita que en 1963 se prendió fuego para protestar con un grado de concentración tal que no sintió dolor alguno y ardió impasible.
Es un caso extremo que refleja hasta qué punto con el entrenamiento adecuado podemos enseñar a nuestro cerebro a no tener dolor o, al menos, reducirlo mucho. El dolor son señales de advertencia que nos manda nuestro cerebro. También se implican factores emocionales y psicológicos. Por eso, cuando nos sentimos bien y felices podemos llegar a olvidar que algo nos duele.
En eso tiene un papel muy importante uno de los trasmisores que llevan información al cerebro: las endorfinas. “Las endorfinas son las hormonas de la alegría; suprimen el dolor”, explica el catedrático de Psiquiatría Enrique Rojas. “De las endorfinas depende algo tan sencillo y esencial como encontrarnos bien o mal”.
Cómo nos ayudan las endorfinas
Las endorfinas se han celebrado siempre como una de las hormonas de la felicidad, junto con la serotonina o la oxitocina. De ahí la importancia de poder generarlas. La realidad es algo más compleja.
La auténtica felicidad “no es un estado perfecto y permanente, sino un balance existencial positivo”, puntualiza el doctor Rojas. Es decir, en una vida de altibajos, la felicidad es que esas subidas y bajadas sean leves y que mayoritariamente tengas momentos buenos. Este psiquiatra lo sabe bien puesto que es uno de los más veteranos expertos en bienestar que hay en España.
Todas las hormonas influyen en nuestro cerebro. La serotonina es la que más se relaciona con el bienestar. La oxitocina se asocia más con el enamoramiento y la endorfina con el alivio del estrés y del dolor. Sin embargo, el bienestar es una mezcla de estas tres y de otras, como la melatonina o la dopamina.
El doctor Rojas insiste en que la mejora del estado de ánimo es una regulación de todas estas hormonas. Las investigaciones recientes han ayudado a entender cómo se generan estas hormonas y qué pasos hemos de dar para producirlas. La buena noticia es que nosotros con nuestros actos y actitud podemos ayudar a generar más.
Cómo frenan el dolor las endorfinas
Por tanto, sí podemos ayudar a crear más endorfinas y por ende a reducir el dolor. Esto último se consigue mediante un complicado mecanismo bioquímico.
Por simplificar diremos que las endorfinas son mensajeros del cerebro que se unen a unos receptores que tenemos en el sistema nervioso llamados receptores opiáceos. Estos son los mismos a los que se unen los analgésicos químicos, los medicamentos que tomamos. Por tanto, hacen lo mismo pero de manera natural.
Al unirse a los receptores opiáceos, las endorfinas bloquean los mensajes de dolor que envía el cerebro. Esto disminuye la sensación de dolor.
Paralelamente, las endorfinas intervienen generando otros trasmisiones de bienestar, alivio y recompensa que en nuestra mente consciente relaciona con el fin del dolor. Ya ves, todo eso no son más que combinaciones químicas en nuestro cerebro.
Cómo podemos generar más endorfinas
La ciencia ha demostrado que existen diversas formas en que se puede aumentar la producción de endorfinas (y no solo de endorfinas, también de otras hormonas del bienestar). El doctor Rojas destaca estas seis:
- Ríete. “Practica la risa con amigos, familia o en pareja”, dice el psiquiatra. A reír también se aprende. Hay cursos de risoterapia para incentivar técnicas de humor. No tomarte las cosas tan en serio y ver a todo el lado absurdo es una buena forma de empezar. ¿Quieres un buen truco? Imagina a cualquier persona que te imponga respecto o temor, en el váter con cara de estreñido.
- Sonríe más. “Una simple sonrisa transmite la orden al organismo de fabricar endorfinas”, asegura. El gesto y la postura son muy importantes. Si vamos serios y encorvados nuestro cuerpo le dice a nuestro cerebro que estamos alicaídos. Así que esforzarnos por sonreír ya es positivo. Ha de ser una sonrisa sincera, con toda la cara, no la que pones al saludar a alguien que no te cae bien.
- Ponte música. “Disfruta de la música y baila hasta cansarte”, es su consejo. La música despierta sentimientos de todo tipo. Nos puede emocionar y hacernos llorar. Y la música animada, que avanza al ritmo de nuestro corazón
- Da besos y abrazos a tus seres queridos. Los abrazos contagian emoción y solidaridad. Las muestras de cariño nos crean bienestar. Somos seres sociales. Querer y sentirnos queridos nos beneficia.
- Disfruta de la cocina. “A través del sabor y aroma de los platos, preparando y disfrutando de nuestros alimentos estimulas la producción de endorfinas”, recalca el doctor Rojas. Ojo, que hincharte de comida basura y dulces tiene el efecto contrario.
- Haz ejercicio al aire libre. El último consejo pero no el menos importante. Sal a correr o a caminar, porque el ejercicio es una de las formas más contrastadas de crear bienestar mental. Cada uno en la medida de sus posibilidades y mejor si es al aire libre.