Virgilio, el poeta romano, asegura en una de sus frases más famosas que “audentes fortuna iuvat”, la fortuna ayuda a los audaces. Aquellas personas que son capaces de salir de su zona de confort y probar algo nuevo tienen muchas más probabilidades de que les vaya bien en la vida y logren más felicidad.
Para ello es fundamental que sepas el terreno que pisas, que seas una persona segura de sí misma y que no vas a derrumbarte al primer contratiempo. ¿Y cómo se consigue? ¿Uno nace o se hace? Pues aunque la genética y la educación juegan sin duda un papel importante, hay maneras en las que podemos conseguir tener mayor seguridad en nosotros.
Lo ha querido demostrar el profesor y psicólogo Adam Grant, uno de los más brillantes alumnos de la Universidad de Harvard, analizando el caso de una parte de la población que no siempre lo ha tenido fácil: las mujeres.
Por qué fijarse primero en las mujeres
Al profesor Grant le llamó la atención algunas frases que había oído. Por ejemplo, una periodista de la BBC, Katty Kay, le explicaba que las mujeres parecen carecer de confianza. “He tenido suerte” o “estaba en el momento adecuado” son algunas de las expresiones que dicen cuando explican su éxito profesional.
Son expresiones que pocas veces oyes decir a los hombres. Kay le confesó que alguna colega llegó a decir que no estaba lista cuando le ofrecieron un ascenso. Es algo que puede suceder en el ámbito profesional y que no se observa en sus vidas familiares.
Y no es una mera percepción. Un estudio de la Universidad de Columbia reveló que los hombressobreestiman sus habilidades en un 30%, mientras que las mujeres en un alto porcentaje se consideran menos capaces de lo que realmente son.
Les faltaba confianza. La confianza es la capacidad de convertir los pensamientos en acción. Uno de los motivos es que ellas se juegan más. Parece que el miedo al fracaso puede ser más grande que en el caso del hombre. Frases como “mujer tenía que ser” o “¿ves cómo no son iguales?” pesan mucho.
Eso llevó al profesor Grant a estudiar esas otras mujeres que sí habían conseguido romper ese techo estadístico y destacar en autoconfianza.
5 hábitos para reforzar la autoestima
Este psicólogo ha buscado identificar lo que hace a esas mujeres tener una alta autoestima y, sobre todo, les permite actuar con seguridad. Se ha dado cuenta de que hay cinco rasgos muy definitorios. Válidos para cualquier persona y que, en el caso de las mujeres, son claves:
- Pasa rápido por los errores. Muchas mujeres, y en general las personas con baja autoestima, se quedan atrapadas dando vueltas a lo que han hecho mal. Es básico dejar los errores atrás. Se han de aceptar, porque los fallos siempre pueden ocurrir. Aprender de ellos lo que haya que aprender y no pensar más.
Grant aconseja que las personas han de prepararse para equivocarse y que eso no les detenga. Mirándolo de esta manera, se puede frenar algo la velocidad en la que avanzamos en nuestros logros, pero no se detendrá del todo. Podremos seguir adelante.
- Has de tener un objetivo. Las mujeres seguras tienen metas que les importan. Un horizonte al que miran y que ni los comentarios externos críticos ni las dudas van a hacer que desfallezcan.
- No te quedes en tu zona de confort. Hubo un libro de autoayuda muy famoso, titulado ‘¿Quién se ha llevado mi queso?’ que lo exponía muy bien. Nos cuesta salir de las cuatro habitaciones conocidas incluso si hemos dejado de conseguir las cosas que teníamos en ese cuarto. El exterior, lo desconocido, crea incertidumbre. Pero estas mujeres saben que, si no salen, están condenadas a repetirse en lo mismo. No avanzan hacia cosas mejores.
- Ve con personas que te aporten. El acierto de estas mujeres es que todo su círculo íntimo son personas que les dicen cosas positivas y constructivas. No hablamos solo de aduladores. Puede haber voces críticas, pero no destructivas, sino consejos que te hagan recapacitar de cómo ir mejor. Gente que cree en ti.
- Reconoce tus méritos. Hay muchas cosas que puedes haber hecho bien y que no son grandes logros, pero son importantes. Desde haber logrado crear una familia unida o haber tenido unas buenas notas o haberte atrevido a viajar sola. Hay un sinfín de retos que puedes superar y que son triunfos para ti.
Lo qué se dicen y no se dicen estas personas
Christine Lagarde, quien fuera directora del Fondo Monetario Internacional, y una de las mujeres más poderosas del mundo, dio un buen consejo a todas las mujeres: “Sé auténtica y no renuncies a las cualidades que te hacen valiosa”.
Muchas personas, especialmente mujeres, tienen especial capacidad para escuchar, crear un consenso y una especial nivel de observación, que les permite hacerse un mapa de situación rápidamente de la gente que les rodea.
La calidad de trato es otra enorme cualidad que puede darte capacidad de éxito. Frente a los actos de bravuconería y arrogancia que suele acompañar el exceso de testosterona, la seguridad en ti misma puede ser que tengas una mejor inteligencia emocional y menos fanfarronería.
El error de estas mujeres, y de las personas en general, es creer que hay que jugar en la misma liga que los hombres arquetípicos que reflejan la imagen del éxito, desde dirigentes dictatoriales a ejecutivos de éxito.
Cada uno tiene sus propias bazas. Juega con las tuyas, porque pueden ser ganadoras. Por tanto: no te compares con otros, no te exijas más de lo que puedes ni te minusvalores.