La inteligencia artificial (IA) está cambiando muy rápidamente la manera de relacionarnos con los sistema informáticos y los buscadores en internet. Ha entrado en todas las facetas de nuestra vida y la investigación biomédica no se ha quedado atrás.
Uno de los primeros en ofrecer resultados es la farmacéutica británica AstraZeneca, a la que conocemos bien por ser artífice de las primeras vacunas contra el coronavirus.
Acaban de presentar Milton, que es un analizador que incluye una herramienta informática de IA capaz de detectar signos tempranos de más de mil enfermedades. Ya había marcadores biológicos que pueden alertar de que algo no va bien en nuestro organismo. Para eso nos hacemos análisis de sangre periódicos. La novedad es la enorme capacidad de análisis y detección y la exactitud de esta nueva herramienta.
Cómo funciona este doctor de IA
Milton es como un doctor con un cerebro increíble que tiene en la cabeza mil posibles riesgos y que los analiza todos. Normalmente iríamos al médico de cabecera con nuestros análisis. El médico tiene unas tablas y compara la evolución y posibles riesgos unos pocos aspectos de nuestra salud.
La capacidad de esta IA para predecir una enfermedad es “excepcional” en 121 enfermedades y “de alta predicción” para 1.091 enfermedades más, según explican en el informe que acaban de hacer público.
“Hay toda una cascada de señales que ocurren en la sangre antes de que la enfermedad dé síntomas”, ha explicado el investigador Slave Petrovski, que ha dirigido los primeros ensayos de la IA.
Milton lo analiza todo. Biomarcadores de la sangre, orina, controles de presión, capacidad respiratoria y los combina con la edad, el peso, el sexo. Tiene comparativas de más de 3.000 proteínas que hay en la sangre y sabe que indica cada una. Es capad de detectar patrones de riesgo. Es imposible que una persona los tenga todos en la cabeza.
Cómo va a utilizarse esta IA
AstraZeneca asegura que Milton acelerará el desarrollo de tratamientos más específicos. La farmacéutica ha explicado que está poniendo esta herramienta a disposición de otros investigadores especialistas.
Con la información que da Milton podrían desarrollar pruebas diagnósticas y con un tratamiento preventivo más temprano para evitar que la enfermedad llegue a desarrollarse.
El profesor Petrovski insiste en que abre la puerta a avisar con tiempo de “enfermedades como el alzhéimer, la enfermedad pulmonar obstructiva o problemas renales, entre muchas otras”.
De todas formas, toda la comunidad científica, incluida la propia farmacéutica, frenan cualquier optimismo excesivo que pueda dar pie a una mala interpretación. Milton es una herramienta de investigación. No está aún preparada para que se comercialice y los médicos puedan utilizarla.
En general, los expertos consideran que más que un médico que se adelante y nos diga con mucha antelación qué nos va a pasar, es un instrumento para seguir investigando.
Qué dudas plantea la nueva herramienta
“Hemos de tener cuidado cuando afirmamos que podemos 'predecir la enfermedad' cuando en realidad queremos decir 'podemos tener una idea ligeramente mejor de tus posibilidades de desarrollar una enfermedad, pero todavía hay muchos factores desconocidos'”, ha puntualizado el profesor Tim Frayling, experto en genética de la Universidad de Exeter.
No le quita mérito, ya que se trata de un estudio muy exhaustivo sobre muchas enfermedades y su riego. Pero a su entender, esta IA “quizá tenga más impacto a la hora de mejorar nuestro conocimiento sobre cómo se desarrollan las enfermedades que a la hora de predecir exactamente quién va a desarrollarlas”, ha añadido en declaraciones a la agencia SMC.
La nueva herramienta también plantea dudas éticas. “Si no se regula, podría ser mal utilizada por compañías de seguros de salud o empleadores para evaluar a las personas sin su conocimiento o consentimiento”, ha advertido el profesor Dusko Ilic, biólogo del King’s College de Londres.
El riesgo es alto. Podría llevar a una clara vulneración de la privacidad y a una discriminación. “Es esencial que el uso de estos sistemas se regule con cuidado para proteger los derechos de las personas y garantizar que no sean sometidas a evaluaciones injustificadas”, ha añadido el profesor Ilic.