Un macroestudio revela que los casos de ictus mortales han aumentado un 72% y apunta a la contaminación como principal causa

Uno de los estudios más importantes que se han hecho nunca sobre el ictus ha comprobado que se han disparado los casos a nivel mundial. Hoy hay un 72% más de muertes prematuras por accidentes cerebrovasculares que en 1990. Varios motivos lo explican, aunque la contaminación es uno de los más evidentes. ¿Qué podemos hacer?

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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chica respirando con ojos cerrados

Podemos tomar medidas para revertir el aumento de casos de ictus.

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Es un hecho ampliamente probado que la contaminación afecta a nuestra salud. Hay muchos estudios que relacionan la polución del aire sobre todo con problemas respiratorios. Pero se están sumando nuevos estudios que ponen en evidencia que las micropartículas de la contaminación también pueden afectar a nuestro cerebro.

Se acaba de publicar una de las investigaciones más importantes sobre los accidentes cardiovasculares, es decir, lo que se conoce como ictus o hemorragias cerebrales. Revela un dato impactante: la muerte por ictus ha aumentado en los últimos 30 años un 72%. Y señala que uno de los factores de este importante incremento es la contaminación, a la que equipara con la del tabaquismo.

El estudio también pone de relieve que estamos ante uno de los problemas de salud que supone mayor impacto no solo por el número de muertes, sino también por la situación de casos de dependencia que crea en todo el mundo.

¿Qué provoca el aumento de ictus?

El estudio se ha realizado analizando la evolución de informes de 204 países, desde 1990 hasta 2021. “Supone una de las aportaciones más importantes de los últimos 30 años”, ha señalado el doctor Andrés García Pastor, neurólogo del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid.

El informe identifica los hábitos de vida de riesgo que ya conocemos (bebidas azucaras, comidas grasas, sedentarismo). Pero también otros que no podemos controlar individualmente: las olas de calor y la contaminación.

El doctor García Pastor aporta otros factores que lo explican:

  • El aumento de la población mundial. Si hay más gente, hay más casos de todas las enfermedades.
  • Una mayor longevidad; en este caso, el envejecimiento sobre todo en los países ricos.
  • Medidas de prevención poco adecuadas. Hay mucha diversidad de actuación a nivel de salud según el país.

Sobre este último aspecto, cabe destacar “las importantes disparidades en función del nivel económico del país”, ha puntualizado el neurólogo, en declaraciones a la agencia SMC España.

Cómo afecta la contaminación

Como bien sabes, el ictus es uno de los accidentes cardiovasculares. Un taponamiento de uno los conductos que lleva sangre a las neuronas deja una parte del cerebro sin oxígeno. Otras veces es un deterioro de las paredes de las arterias que acaban rompiéndose y hay una hemorragia cerebral.

En cualquiera de estas causas, la contaminación es un factor de riesgo. Las micropartículas que hay en el aire puede pasar a la sangre junto al oxígeno que respiramos. Su presencia en la sangre facilita que se formen los coágulos que interfieren en la circulación. Se calcula que hasta un 30% de los ictus son debidos a la contaminación.

No es el único problema detectado. Hay otros estudios que han encontrado una relación entre zonas más contaminadas y el aumento de casos de alzhéimer y otras enfermedades degenerativas, aunque no se ha podido establecer la relación directa.

Una investigación de la Universidad de Yale observó menos rendimiento escolar en grupos de estudiantes de zonas muy contaminadas.

Respecto a las olas de calor, que también se mencionan en el macroestudio, la deshidratación, el estrés térmico (el corazón bombea con más fuerza por el calor) también agravan el riesgo de ictus.

Qué podemos hacer para protegernos

Las células del cerebro, sobre todo las neuronas, son de las más sensibles a la falta de oxígeno y mueren rápidamente. De ahí que sea fundamental una detección rápida y una actuación decidida frente al ictus.

En España se han hecho las cosas bien y la sanidad pública tiene un protocolo específico para estos casos. Nosotros podemos ayudar sabiendo detectar el ictus en seguida:

  • Parálisis de un lado de la cara o cuerpo.
  • Mareo, confusión y pérdida de coordinación.
  • Problemas de visión repentino en uno o los dos ojos.
  • Dolor de cabeza repentino y muy intenso.

Respecto a la prevención, los consejos individuales son bien conocidos: hacer ejercicio y dieta sana. Pero ¿qué podemos hacer contra la contaminación? “Las medidas de prevención hasta ahora han sido insuficientes.  Son necesarias políticas globales encaminadas a luchar contra la contaminación atmosférica y el cambio climático”, ha pedido el doctor García Pastor.

Sí podemos aportar nuestro granito también a eso. Deja el coche y ve andando o coge la bicicleta. Harás deporte y no ensuciarás el aire de la ciudad. Procura salir al campo cuando puedas y mejor si lo haces en transporte público o en vehículo eléctrico.