Un estudio revela que Ozempic también reduce el riesgo de demencia

Uno de los medicamentos que ha revolucionado este siglo XXI, el Ozempic, pensado para la diabetes y luego probado con éxito contra la obesidad, aporta también posibles beneficios para la salud mental, según un macroestudio. Sin embargo, no todo es positivo. Tiene riesgos serios que se han de valorar.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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doctora y paciente

Antes de iniciar el tratamiento de este tipo de medicamentos se han de valorar los pros y contras.

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Los agonistas del receptor GLP-1 son una clase de fármacos, como el Ozempic, Wegovy y Mounjaro, que están cambiando la vida a miles de personas con problemas de obesidad y la diabetes.

Funcionan mimetizando la incretina, una hormona que estimula la liberación de insulina y ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. Numerosos estudios han demostrado la eficacia en el control de la diabetes tipo 2. Pero su fama radica en que se han demostrado los más efectivos para reducir el apetito y promover la pérdida de peso.

Ello conllevaba una mejora de salud, en especial en los riesgos cardiovasculares. Ahora un macroestudio del Centro Epidemiológico de San Luis, en Estados Unidos, ha descubierto otros efectos del Ozempic, que es el primero de estos medicamentos que se distribuyó masivamente.

El Ozempic actúa en el cerebro

Lo más sorprendente del estudio es los efectos de este medicamento en la salud cerebral, tanto neurológicos como psiquiátricos. Tras analizar a casi dos millones y medio de veteranos de guerra que fueron tratados de diabetes con Ozempic entre 2017 y 2023, se comprobó que puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y la demencia.

La inflamación y el estrés oxidativo son dos de los principales factores que contribuyen al desarrollo de estas enfermedades. Los investigadores apuntan que los agonistas del receptor GLP-1 parecen tener propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que podría explicar su efecto protector sobre el cerebro.

Además, se ha observado una disminución en el riesgo de suicidio entre los usuarios de estos fármacos. Esto podría estar relacionado con las mejoras en la salud mental general y el bienestar que experimentan los pacientes debido al mejor control glucémico y la pérdida de peso.

Otros beneficios psiquiátricos son menor riesgo de trastornos psicóticos, bulimia, adicciones y autolesiones. Todos ellos también relacionados con esa mejor percepción de uno mismo y de su bienestar.

Los posibles efectos adversos

Los investigadores dejan claro que este estudio no pretende ser un incentivo para un mayor uso de este medicamento. Recuerdan que todos los tratamientos farmacológicos no están exentos de efectos secundarios. En este caso también son importantes.

Algunos de los efectos secundarios más comunes de los agonistas del receptor GLP-1 son náuseas, vómitos y diarrea, que generalmente disminuyen con el tiempo. Además, existen riesgos más serios que deben ser considerados antes de iniciar un tratamiento.

Aunque la reducción de peso puede tener efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular, han encontrado que también pueden aumentar los casos de infarto. Es crucial que los pacientes con antecedentes de enfermedades cardiovasculares sopesen los pros y contras con el médico.

También se ha observado un incremento en los casos de pancreatitis aguda. La pancreatitis es una inflamación del páncreas que puede ser potencialmente grave.

Un uso continuo de Ozempic puede afectar a los riñones. Y otros estudios vieron un aumento en el riesgo de cáncer de tiroides. Aunque la evidencia no es concluyente.

¿Se recomienda contra el alzhéimer?

Como todos los medicamentos, a medida que se va extendiendo su uso se observan ventajas e inconvenientes a largo plazo que en los ensayos clínicos iniciales no se habían podido registrar por el poco tiempo pasado y el número limitado de voluntarios que lo probaron.

Con el Ozempic y los otros fármacos similares está ocurriendo lo mismo. Las farmacéuticas tampoco están de brazos cruzados. Cuando aparecen estos estudios trabajan en nuevas formulaciones para mejorar los resultados y disminuir efectos secundarios en lo posible, como las náuseas y el estreñimiento.

En los dos últimos años han aparecido medicamentos similares que ya no son inyectables como el Ozempic, sino en pastillas y más fáciles de tomar.

Los medicamentos GLP-1 son una gran ayuda para los pacientes con obesidad y diabetes. Pero no se pueden recetar alegremente. No son mágicos. No se adelgaza solo con pastillas. Requieren cambios de hábitos o volverás a engordar tras dejar de tomarlos. De la misma manera, no son la solución a la demencia o el alzhéimer ni están pensados para eso.

Se ha de individualizar. Los pacientes deben discutir detalladamente con sus médicos para evaluar si estos medicamentos son adecuados para su situación específica y asegurarse de que están bien informados sobre los beneficios y riesgos potenciales.