Desde el 1 de julio ya estará disponible en las farmacias Mounjaro,el nuevo medicamento contra la obesidad y la diabetes tipo 2 de la farmacéutica Lilly. Su principio activo es la tirzepatida, que actúa sobre la secreción de insulina, la hormona encargada de controlar los niveles de azúcar en la sangre. Las personas con diabetes, con unos niveles bajos de insulina, consiguen así equilibrarlos.
La tirzepatida actúa de forma similar a la semaglutida, el principio activo de Ozempic y Wegovy, los fármacos ya existentes en el mercado contra la diabetes tipo 2 y la obesidad. Además de ayudar a controlar los niveles de insulina, estos medicamentos son eficaces para controlar el apetito y mejorar la sensación de saciedad, resultando así de gran ayuda para las personas con obesidad.
Mounjaro también tienen estos beneficios y, según sus datos de la farmacéutica, aumentados. El motivo es que estimula dos hormonas gastrointestinales y no solo una como hacen los otros medicamentos.
“Es una innovación que marca la diferencia”, ha asegurado el doctor Javier Escalada, presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición.
Qué resultados consigue Mounjaro
- Los resultados muestras que el 90% de las personas con diabetes tipo 2 conseguían un control glucémico bueno. El 50% pudo normalizar este control, cuando sus competidores se quedan en un 19,7%. En cuanto a pérdida de peso, frente a los 6,2 kilos que se perdían con los anteriores fármacos, este consigue duplicarlos: 12,4 kilos.
- En los casos de obesidad sin diabetes, se consigue perder más de un 22% de peso, hasta más de 23 kilos después de 72 semanas (un año y cinco meses).
- Los resultados clínicos muestran que el 40% de pacientes consigue perder una cuarta parte de su peso. Eso son resultados que solo se consigue con una operación de reducción de estómago.
Eso por lo que se refiere a los casos más exitosos.
- A nivel global, los resultados reflejaban que la inmensa mayoría de pacientes, un 96%, se beneficiaban del fármaco con algún tipo de reducción de peso. Habían tenido una reducción igual o superior al 5% de su peso.
Estos resultados también se reflejan en el perímetro de la cintura, donde se acumula mayor cantidad de grasa y más perjudicial para la salud. Los ensayos clínicos mostraron una reducción de hasta 20 centímetros.
Los expertos insisten que, a pesar de su eficacia, no es un medicamento milagro y el tratamiento debe ir siempre acompañado de una buena dieta y hábitos saludables para no recuperar el peso perdido.
Cómo es el tratamiento
Mounjaro se recomienda a pacientes con diabetes o con sobrepeso que tengan un índice de masa corporal superior a 27 y que este sobrepeso les provoque algún tipo de complicación.
“No es para personas que quieren perder algo de peso para irse de fiesta”, explicaba la doctora Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española de Obesidad. Debe tratarse de obesidad con riesgo de diabetes o problemas cardiovasculares.
El tratamiento empieza de forma escalonada, con 2,5 mg durante 4 semanas. Si no da los resultados previstos, se amplía la dosis a 7,5 mg durante cuatro semanas más. Y, en último término, se utiliza el de 10 mg. Disponen de un envase de 15 mg, la dosis máxima que recomiendan, aunque no se comercializa en España.
El tratamiento no está exento de posibles efectos secundarios. Los más habituales son molestias gástricas, como diarreas, estreñimiento o náuseas. Afectan a un 4,2% de los pacientes hasta el punto de no poder continuar el tratamiento.
No deja de ser un medicamento reciente y, por tanto, no se sabe si hay efectos a largo plazo. Lo que sí se sabe es que si no se acompaña de un cambio de estilo de vida, las personas obesas vuelven a recuperar peso en cuanto acaban de tomarlo.
Cuánto cuesta Mounjaro
Mounjaro solo se compra con receta médica y de momento no está financiado por el Ministerio de Sanidad. Se comercializa en dos tipos de dosis, de 5 mg y de 10 mg, que cuestan 271 euros y 358 euros respectivamente.
Así pues, según el cálculo de los expertos, la dosis de 10 mg costaría 12 euros al mes. No hay que olvidar que es un fármaco de larga duración, ya que en el caso de la diabetes se trata de una enfermedad crónica.