Premio Nobel de Medicina para los descubridores del microARN, un gran avance para controlar los genes

Los doctores Victor Ambros y Gary Ruvkun han logrado el premio Nobel de Medicina por su descubrimiento del microARN, un componente de la célula que regula la producción de proteínas. Parecía que el microARN no tenía importancia y con el tiempo se ha demostrado vital. Puede contribuir al cáncer y a problemas cardiovasculares, y también ayudar a detectarlos y quizá curarlos.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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La investigación del microARN puede darnos la clave de varios tipos de cáncer.

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El premio Nobel de Medicina que se ha concedido este año a los investigadores Victor Ambros y Gary Ruvkun es la culminación de una descubrimiento que es digno de película. Su hallazgo, el microARN, fue considerado inicialmente como algo puntual, que ocurría en las células de unos determinados seres vivos.

Hoy, más de tres décadas después de que publicaran sus primeros descubrimientos, el microARN ha cambiado la manera de ver las cosas en todos los campos de la investigación biomédica: desde el desarrollo embrionario a la investigación de diversas enfermedades, especialmente el cáncer.

Los microARN pueden ser la clave para detectar muchas de estas enfermedades de modo temprano, especialmente cánceres difíciles de diagnosticar, como el de páncreas o pulmón.

Además, las microARNs “podrían utilizarse como biomarcadores en enfermedades cardiovasculares como la miocarditis, la aterosclerosis, la hipertensión o la fibrosis cardiaca”, ha explicado la doctora Pilar Martín, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares a la agencia SMC.

Qué es el microARN que descubrieron

El ARN se dio a conocer a nivel general con la pandemia de covid. Fue la base sobre el que se hicieron las vacunas de mayor éxito, y su investigación se llevó también el Nobel.

Recordemos: todas las células tienen el mismo ADN, la información genética. Pero cada célula no usa todo el ADN. Saca solo parte de esa información, la “expresa”. Eso hace que unas células sean diferentes a otras y hagan funciones distintas. No expresa los mismos genes una célula de la piel que una neurona del cerebro, por ejemplo.

Antes se creía que el ADN manda la información genética que va a utilizar esa célula mediante unas moléculas, el ARN mensajero. Y a partir de esas instrucciones, la célula crea proteínas y ejerce su función. Eso era todo.

Los investigadores Ambros y Ruvkun descubrieron que el microARN son moléculas muy pequeñas, que pasan casi desapercibidas, pero que pueden dar una contraorden al ARN mensajero y decirle que no cree las proteínas que tenía encomendadas. Por tanto son claves en la función de la célula.

Qué importancia tienen en la salud

Al primer microARN que descubrieron estos investigadores se han ido añadiendo más y más. La ciencia ha comprobado que intervienen en la regulación de un gran número de proteínas. Pocas moléculas están implicadas en tanto procesos biológicos como estas.

Desde su descubrimiento, se ha revelado cómo un solo microARN puede regular más de 100 ARN mensajeros, y de igual manera, cómo un ARN mensajero puede estar regulado por varios microARNs”, ha explicado la investigadora Noemí Rotllan, del Instituto de Investigación Biomédica Sant Pau.

Además, los microARNs están implicados tanto en procesos de salud como en el desarrollo de enfermedades: “Una regulación anómala de los microARN puede contribuir al cáncer”, como ha destacado el comité que concede el Nobel.

Y es que las moléculas de microARN controlan procesos tan relevantes como la multiplicación celular. Los tumores son un desarrollo descontrolado de células, así que si las microARN se descontrolan, puede ser el principio de un cáncer.

También se ha comprobado que una alteración en el microARN puede llevar a enfermedades neurodegenerativas o con problemas cardiovasculares. Al regular la producción de proteínas, también regulan muchas funciones de nuestro cuerpo, por ejemplo, cómo metabolizamos el colesterol.

Cómo puede ayudar a curar el microARN

Hoy el estudio del microARN es un campo muy prometedor. Además de que la aparición de algunas moléculas de microARN en los análisis puede ser un indicador de enfermedades, existe la posibilidad de manipular las moléculas de microARN para el tratamiento de estas enfermedades, como el cáncer o los problemas cardiovasculares.

Se están ensayando medicamentos que incentivan la aparición de microARN en la célula o, al contrario, bloquean su aparición. “Algunos de estos estudios han avanzado hasta ensayos clínicos, como es el caso el caso de Miravirsen (contra la hepatitis C), el primer fármaco dirigido específicamente a un microARN, que actualmente se encuentra en fase II (evaluación de seguridad y eficacia) en pacientes”, ha explicado la investigadora Rotllan a la agencia SMC.

Solo por poner algunos ejemplos más que han querido destacar el comité del Nobel, la investigación en este campo puede ayudar en otras enfermedades en la que está muy implicado el microARN, como la sordera congénita, algunos problemas de visión y enfermedades de los huesos.