Dentro de unos días, el 12 de julio, será el cumpleaños de Victoria Anna Perea. Puede que esta información no te diga nada, o puede que sí. En cualquier caso, ese día no es solo el 40 aniversario de Victoria Anna, también es la conmemoración del nacimiento del primer bebé nacido en España gracias a la reproducción asistida. Ocurrió en Barcelona, concretamente en la Clínica Dexeus y supuso uno de los grandes hitos en la historia de nuestro país desde diversos puntos de vista, tanto médicos como sociológicos. En definitiva, un antes y un después para muchas mujeres y, por extensión, para la sociedad al completo.
Los responsables que hay detrás de este caso de éxito son Anna Veiga, directora del Laboratorio FIV del antiguo Instituto Universitario Dexeus y miembro del equipo médico que realizó la primera FIV de España, y Pere Barri, presidente de la Fundación Dexeus Mujer y responsable del equipo del primer nacimiento por FIV en España.
Nacer gracias a la ciencia
Para comprender mejor lo que supuso este avance científico, las cifras son el mejor aliado. Así, hace cuarenta años no había nacido ningún bebé en España a través de una fecundación in vitro (FIV). El nacimiento de Victoria Anna fue el séptimo a nivel mundial. Solo seis niños habían nacido antes mediante técnicas de reproducción asistida. La primera fue la británica Louise Brown, en 1978. Desde entonces, más de 120 millones de niños han nacido gracias a la ayuda científica.
Más datos que nos hablan de la evolución de la fecundación asistida en España y de su presencia en la sociedad son los publicados por la Sociedad Española de Fertilidad. La institución señala que el número de bebés nacidos en 2021 con la ayuda de la medicina reproductiva superó los 40.000. Esto supone el 11% de los embarazos en España.
Por tanto, la conclusión es clara. El panorama actual de la FIV es radicalmente distinto al que se vivía hace décadas. Todos los estudios y estadísticas confirman de un modo u otro que el uso de la técnica se ha generalizado sobremanera. Según el International Committee for Monitoring Assisted Reproductive Technologies, actualmente hay en el mundo 12 millones de niños que han nacido con la ayuda de la FIV y otras técnicas de reproducción asistida.
¿Cuándo se recurre a la FIV?
En el marco de esta evolución de la FIV, además de los datos que hacen referencia al número de tratamientos, también se ha visto una alteración en cuanto a los motivos por los que se recurre a la fecundación in vitro. Según los expertos, en origen, esta técnica estaba pensada para mujeres, relativamente jóvenes (35 años), con pareja, que querían tener hijos y no podían porque sufrían alguna patología, como por ejemplo, las trompas de Falopio obstruidas. También se daban casos en los que eran ellos quienes presentaban algún tipo de problema.
Con el paso del tiempo, no solo ha aumentado la edad media de la paciente, que actualmente se sitúa en los 39 años. En cuanto a su perfil, en general, se describe como mujeres con o sin pareja, que tienen problemas de fertilidad asociados, en su gran mayoría, y que tienen una edad avanzada para ser madre.
Por esta razón, un porcentaje muy elevado de las parejas que optan por una FIV lo hacen usando óvulos de donante. Esto es así porque las mujeres cada vez retrasan más el momento de ser madres, lo que significa que han agotado su reserva ovárica. De modo que el motivo para recurrir a la FIV deja de ser el hecho de tener un problema de fertilidad y pasa a ser una cuestión de que se ha acabado su periodo reproductivo.
De hecho, las españolas están entre las madres más tardías de la UE. En España, la edad a la que las mujeres tienen su primer hijo ha ido aumentando progresivamente desde 2009 y actualmente se sitúa en 32,6 años, mientras que la media de la UE es de 29,7.
Un deseo creciente
Las cifras mencionadas no hacen si no sumarse a otras para corroborar una misma realidad. También el Instituto Nacional de Estadística señala que en los últimos diez años, el número de mujeres que son madres a partir de los 40 años ha aumentado un 27%. Este colectivo representaba en 2012 un 6,2% del total, mientras que en 2022 la cifra aumentó hasta el 11%. Además, entre 2014 y 2023 la cifra de mujeres que han congelado sus óvulos se ha multiplicado por diez. Por otro lado, resulta revelador el aumento de mujeres que recurren a la ovodonación para ser madres.
A la luz de todos los datos vertidos en este artículo se constata el interés firme y creciente de las mujeres por la FIV. Un deseo que en muchos casos se ve truncado debido a las dificultades económicas que sufren para acceder a este tipo de técnica. Y es que, el 80% de la actividad relacionada con la FIV tiene lugar dentro el marco de la sanidad privada. Por esta razón, no son pocos los expertos que abogan por que se mejore el acceso de la población a estas técnicas dentro de la sanidad pública.