El parto puede ocurrir en cualquier momento. Debes estar atenta a las señales de alerta para llamar a tu médico o matrona de inmediato: rotura de la bolsa, contracciones fuertes y frecuentes o calambres en la parte baja de la pelvis son los signos más frecuentes.
La madre en la semana 38 de embarazo
La diarrea es común en las últimas semanas del embarazo, debido a que las hormonas del parto están presentes en tu cuerpo y a que este puede llegar muy pronto.
El bebé está bastante bajo en la pelvis y puede presionar los nervios que tienes ahí y provocar una sensación similar a la de una pequeña descarga eléctrica.
Estos son otros síntomas que puedes notar en la semana 38 de embarazo:
- Puedes tener fugas de calostro en los pechos.
- Es posible que tengas más contracciones de Braxton Hicks, que, aunque pueden ser incómodas, ayudan a preparar el útero y el cuello uterino para el parto.
- La presión del bebé en tu sistema digestivo puede causar acidez estomacal y reflujo.
- Es probable que sigan los problemas para dormir, que te hacen estar cansada todo el día.
- La hinchazón de pies y tobillos seguirán acompañándote hasta el fin del embarazo.
- Es posible que tengas más flujo vaginal o que notes una secreción espesa de color ligeramente sanguinolento (el tapón mucoso). Esto último puede ser señal de que el cuello uterino está comenzando a dilatarse para prepararse para el parto.
El bebé en la semana 38 de embarazo
Tu bebé mide unos 35 centímetros de largo de la cabeza a las nalgas, pesa unos 3,2 kilos y tiene un tamaño parecido al del ruibarbo.
Estos son los principales cambios en el feto a las 38 semanas:
- La mayor parte del lanugo, la fina capa de vello que recubre el cuerpo del bebé, se ha caído.
- Todavía está cubierto de vérnix caseosa, una sustancia blanca y cremosa que protege la piel del bebé del líquido amniótico.
- Su intestino está lleno de meconio, una sustancia oscura verdosa que saldrá en sus primeras deposiciones.
- Su cabello puede medir unos dos centímetros.
La placenta mide unos 17-18 centímetros de ancho y puede pesar hasta 1 kilo y procesar unos 12 litros de sangre por hora.
- Si tu parto es vaginal, la placenta saldrá después del bebé, normalmente en la primera media hora después del nacimiento, aunque puede tardar algo más.
- Es posible que te pongan una inyección de oxitocina después del nacimiento del bebé para favorecer la salida de la placenta y así evitar un sangrado excesivo.
Pruebas en la semana 38 de embarazo
En la visita prenatal de esta semana, tu médico comprobará si el bebé está colocado boca abajo y si su cabeza se ha movido hacia la pelvis. También te hará un examen pélvico para verificar si hay borramiento (es decir, acortamiento) y dilatación en tu cuello uterino, señales de que se está preparando para el paso del bebé. Debes tener en cuenta que la presencia de borramiento y dilatación no tiene necesariamente que indicar que el parto vaya a ser inmediato, podrían pasar horas o semanas antes de que comience.
Si el embarazo ha ido bien, es probable que no te hagan más ecografías, pero si el médico quiere realizar un control más profundo u ocurre uno de los siguientes casos sí que puede hacerte alguna más:
- Si vas a tener gemelos o más de un hijo.
- Si tienes alguna enfermedad como la diabetes gestacional o la preeclampsia.
- Si has tenido problemas en embarazos anteriores.
- Si hay dudas de que el bebé esté creciendo de manera saludable.
- Si el bebé está de nalgas.
- Si el líquido amniótico que rodea al bebé es insuficiente o excesivo.
Si tu bebé nace esta semana, se considera que ha nacido a término temprano.
Semana 38 de embarazo, ¿cuántos meses son?
La semana 38 del embarazo se sitúa a mitad de los nueve meses de gestación. Estás a finales del tercer trimestre y las molestias derivadas del peso del bebé pueden ser cada vez más insoportables. Ten paciencia, ya queda muy poco para el parto.