El Dr. Ramón De Cangas alerta de los malentendidos sobre los ultraprocesados: "Se evitan productos saludables"

¿Es lo mismo una pizza congelada, una patatas de bolsa y un zumo que compras en el supermercado? Ninguno de ellos es un alimento natural, y todos ellos están alejados nutricionalmente de una manzana o un huevo. Ahora bien, ¿son todos ultraprocesados?

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Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

Actualizado a

iStock

El creciente interés por la nutrición y, en concreto, por llevar una dieta saludable ha propiciado la difusión de una cantidad tal de información que podría decirse que vivimos al borde de la saturación de contenidos sobre alimentación. Algo preocupante, no tanto por el exceso de información, como por las teorías, sugerencias y consejos que circulan por internet, especialmente, por las redes sociales. 

Partiendo de este escenario, uno de los puntos sobre los que existe más confusión es el que hace referencia a los alimentos ultraprocesados (UPF). Con el fin de averiguar hasta qué punto los consumidores conocen la diferencia entre los productos UPF y los mínimamente procesados y aclarar conceptos, recientemente se ha llevado a cabo un estudio a cargo del Fruit Juice Science Centre (FJSC).

Una de las muchas conclusiones a las que llegan sus autores es que el 58,3% de los españoles no está al corriente de qué bebidas y alimentos se consideran ultraprocesados. Asimismo, el 30% de los encuestados reconoció no saber con exactitud qué quería decir el término "ultraprocesado".

Según Ramón De Cangas, Dietista-Nutricionista, estas cifras, a día de hoy, "se consideran alarmantes, ya que la falta de una correcta información nutricional contribuye a malas elecciones alimentarias que tienen un impacto negativo en la salud".

información saludable

Una forma de acotar el significado del concepto ultraprocesado es identificando las diferencias entre "alimento ultraprocesado" y "alimento mínimamente procesado". Una distinción que no está clara para el 32,6% de los españoles, tal y como se desprende del estudio de Fruit Juice Science Centre.

Este asunto no es un tema menor. De hecho, el doctor De Cangas, lo considera de gran importancia, ya que distinguirlos "ayudaría a muchos ciudadanos a sentirse mucho más seguros a la hora de establecer una rutina alimentaria”.

Qué son y qué no son los ultraprocesados 

Según De Cangas, "un alimento ultraprocesado es (según la clasificación NOVA que categoriza a los alimentos en función del procesamiento que han recibido) aquel que se elabora a partir de ingredientes procesados y no contiene ingredientes frescos o que puedan identificarse en su presentación final. Y un alimento mínimamente procesado es un alimento natural que ha sido alterado sin que se les agregue o introduzca ninguna sustancia externa. Usualmente se sustraen partes mínimas del alimento, pero sin cambiar significativamente su naturaleza o su uso".

¿a qué estamos renunciando?

Uno de los daños colaterales de la existencia de creencias erróneas en el campo de la nutrición, y más concretamente de una categorización de productos equivocada es que "muchas personas eviten los beneficios saludables de muchos alimentos", advierte el experto.

Es el caso de los zumos de naranja. Según el estudio de FJSC, el 21% de los españoles creen que es una bebida ultraprocesada, a pesar de estar mínimamente procesada. Es más, precisamente por ese motivo, el 32,8% afirmó que incluso evitaba comprar zumo de naranja.

Un comportamiento en absoluto recomendable, ya que "los productos como el zumo de naranja 100% son esenciales en una dieta equilibrada y aportan vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina C y el potasio, necesarios para ayudar a satisfacer las necesidades nutricionales de una persona", advierte el doctor De Cangas.

beneficios y matices del zumo de naranja 

zumo naranja

Frente a las opiniones que arrinconan el zumo de naranja y que lo tachan de ser un alimento ultraprocesado con todos los efectos negativos que esto conlleva para la salud, veamos los puntos fuertes de este alimento:

1. El zumo de naranja no contiene azúcares añadidos y no puede diluirse con agua según la legislación europea. Esta es una de las diferencias fundamentales que lo distancian de los verdaderos productos ultraprocesados.

Ahora bien, conviene recordar que, aunque no contiene azúcares añadidos, sí contiene azúcares libres. ¿Qué diferencia hay entre unos y otros? Los azúcares presentes en la fruta exprimida no son azúcares añadidos, son azúcares libres. Estos se generan cuando exprimimos las naranjas. Al romper la matriz que los protege, dentro de la fruta, se liberan y se comportan como los azúcares añadidos, contribuyendo a las tasas de caries, obesidad y otras patologías crónicas del mismo modo que lo hacen los azúcares añadidos.

2. Beber zumo de fruta es una buena manera de obtener muchos de los beneficios de la fruta. Eso sí, sin perder de vista que cuando tomamos una pieza de fruta entera en lugar de exprimida, además nos estamos beneficiando de su contenido en fibra, compuesto al que renunciamos cuando optamos por el zumo.

3. Los altos niveles de vitamina C que se encuentran de forma natural en el zumo de fruta ayudan al sistema inmunitario a combatir los síntomas de los resfriados y enfermedades comunes y favorecen la salud normal de la piel. 

4. El zumo de fruta contiene potasio, que contribuye a una tensión arterial normal. Se estima que 100 g de naranja contiene unos 180 mg de potasio. 

5. Beber zumo de naranja ayuda al organismo a absorber el hierro de los alimentos vegetales. De hecho, los cítricos, en general, debido a su contenido en vitamina C o ácido ascórbico, ayudan a asimilar el hierro de origen vegetal, porque lo cambian de no hemo a hemo. Por tanto, si un día comemos lentejas (legumbre rica en hierro), lo ideal es comer una naranja de postre en esa misma comida o a lo largo de ese mismo día.