Cuando los periodistas de temas de salud hablamos de enfermedades, hemos de hacer un esfuerzo por no impregnarnos del lenguaje médico y tener bien presente que los lectores no conocen muchos de los términos que en medicina se utilizan habitualmente. Es lo mismo que los pacientes piden a sus médicos.
“Cuando salen de la consulta los pacientes deben haber entendido lo que les pasa”, dice el doctor Joan Ramón Masclans, decano de Medicina en la Universidad Pompeu Fabra (UPF), en Barcellona.
Esta universidad, junto con el Hospital del Mar, han puesto en marcha un estudio pionero para conocer qué esperan los pacientes de la nueva generación de médicos. El objetivo es poder adaptar mejor los estudios a las necesidades sociales. Los autores admiten que las conclusiones les han sorprendido.
Un médico al día pero más humano
El principal aspecto que destaca la investigación es una aparente contradicción: los pacientes quieren nuevas tecnologías y también humanismo.
Los pacientes encuestados no temen a la tecnología. Consideran que los médicos están bien preparados y esperan que las nuevas promociones de doctores se mantengan al día y utilicen todas las ventajas que les dan las nuevas tecnologías.
“Gusta que los médicos tengan curiosidad y se mantengan al día en genética o inteligencia artificial”, explica el doctor Masclans. La sociedad valora que puedan usarlos para acelerar trámites y buscar el mejor tratamiento del paciente.
Pero, al mismo tiempo, esperan que ese tiempo que les permite ganar la tecnología lo inviertan en el paciente. Que sepa que delante tiene una persona con unas circunstancias particulares. Que tenga en cuenta no solo la parte física, sino su salud mental y emocional.
Los pacientes quieren que haya una visión más holística para no sentirse un número más en la lista de espera que sale con una receta. Quiere saber qué le pasa. “El médico debe hacer el esfuerzo de entender que el paciente no es un profesional de la salud y, además, es probable que esté nervioso”, recalca este catedrático.
Cómo ha de cambiar el plan de estudios
El informe ha permitido ver que conviene cambiar el orden de algunas materias en Medicina. La carrera ya incluye una asignatura que trata del humanismo en medicina y de la relación entre médico y paciente. Pero se dan al principio de todo. Esos conocimientos quedan muy lejanos cuando se acaban los estudios.
“Lo que hemos hecho es reforzar todos estos aspectos de empatía y humanización en el último curso, igual como hemos hecho con el tema de saber informar correctamente a los pacientes y sobre cómo dar malas noticias”, comenta el doctor Masclans.
Este profesor admite que seguramente no se ha sido suficientemente incisivos a la hora de explicar la importancia de estos aspectos a los futuros médicos. También admiten que se ha de reforzar el estudio sobre la salud mental.
Respecto a la Inteligencia Artificial, admite que no era algo que se tocara. Ha avanzado tanto que, al menos en la UPF, se van a poner las pilas y ofrecer una asignatura optativa para que sepan utilizar mejor esta herramienta.
Salir algo de la especialización excesiva
Los pacientes valoran que los médicos se especialicen y conozcan bien su materia. Lo que lamentan es que muchas veces es acaba en una hiperespecialización que no les deja ver todos los otros aspectos que puede tener la enfermedad.
En este sentido los participantes en el estudio (un grupo de una veintena de personas, pues se primó la calidad de la conversación antes que hacer una encuesta amplia) coincidieron en que los médicos han de insistir más en tareas de prevención.
Admiten que están los médicos saturados y que es difícil. Aun así, les gustaría que no se centraran tanto en dar soluciones farmacológicas o en operaciones. La recomendación bien razonada de un médico para cambiar de hábitos puede ser más útil ante futuros riesgos.
Por último, los pacientes valoran que los médicos tambiénsepan trabajar en equipo junto a otros especialistas o con las enfermeras y ayudantes. Todo redunda en esa visión más completa de la salud del paciente.
Y que estos profesionales no sean engreídos y admitan posibles errores o que necesitan consultar con otro colega. No les hará perder autoridad, sino que permitirá que el paciente se sienta más cercano y atendido.