La detección temprana del cáncer es esencial para aumentar las probabilidades de curación. Sin embargo, las pruebas de cribado que se realizan para detectar algunos tumores (como los de mama o los de colon) no se realizan de forma rutinaria en otros, como los de pulmón.
El cáncer de pulmón es, a día de hoy, el segundo diagnosticado con más frecuencia en España y el que más muertes provoca (supone el 18,2% del total de muertes por cáncer). De acuerdo con la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) se estima que este año 2024 se diagnosticarán 32.768 nuevos casos de cáncer de pulmón.
Aunque con 22.483 en los hombres y 10.285 en las mujeres está claro que son ellos los más afectados, los casos en mujeres no paran de aumentar (con un 12,3% más respecto al 2023), en gran parte debido al aumento del consumo de tabaco en las mujeres a partir de los años 70.
El tabaquismo es, en efecto, el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón, pero hay otros factores que pueden favorecer su desarrollo, como la exposición al gas radón, es el segundo factor de riesgo de esta enfermedad.
El cribado del cáncer de pulmón reduciría la mortalidad
Las elevadas cifras de mortalidad del cáncer de pulmón podrían reducirse si se realizaran pruebas de cribado. Así lo afirman diversos estudios europeos, que sitúan la reducción de la mortalidad en el 26%.
"La TC de tórax de baja dosis de radiación permite detectar el cáncer de pulmón en fases precoces de la enfermedad, cuando puede ofrecerse a los pacientes tratamientos eficaces y curativos", explica el Dr. Luis Gorospe, radiólogo especialista cardiotorácico de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM).
De hecho, la evidencia sobre su eficacia es tan alta que diversas sociedades médicas llevan años pidiendo a las administraciones públicas la implantación de un programa de cribado de cáncer de pulmón en España.
Tomografía, la prueba para la detección precoz del cáncer de pulmón
Son diversos los estudios que avalan la instauración del cribado para reducir la mortalidad por cáncer de pulmón.
Tras 10 años de seguimiento a casi 16.000 personas, dos de los más importantes, el MILD de Italia y el NELSON de Bélgica, han demostrado una reducción de un 26% de la mortalidad por cáncer de pulmón con la realización de pruebas de tomografías computarizadas de baja dosis de radiación (TCBD) en personas con un alto riesgo de desarrollar la enfermedad.
En el 50% de los casos detectados en el grupo del estudio, el cáncer de pulmón estaba en una fase precoz. En cambio, en el grupo de control el 75% de tumores detectados se encontraban en fases avanzadas.
Cómo se realiza una tomografía
"La TCBD consiste en una TC del tórax que emplea una dosis de radiación significativamente menor que una TC convencional y que permite detectar nódulos pulmonares con gran precisión", afirma el Dr. Luis Gorospe.
"Se trata de una prueba radiológica sencilla de realizar, no invasiva, indolora, y que no requiere de la administración de contraste intravenoso. Además de permitir la detección de nódulos pulmonares, la TCBD también detectar la presencia de enfisema pulmonar, calcificaciones de las arterias coronarias o la existencia de osteoporosis, por lo que se trata de una potente herramienta de cribado", concluye el especialista.
Objetivos para reducir el cáncer de pulmón
La incidencia y la mortalidad por cáncer de pulmón podrían reducirse mucho trabajando en dos frentes esenciales: la diminución del tabaquismo y la detección precoz mediante la implantación de programas de cribado.
"Sabemos que todavía hay mucho por hacer contra el tabaquismo ya que han demostrado las políticas antitabaco actuales ser insuficientes, pero si no se lleva a la práctica el programa de cribado de cáncer de pulmón estaremos siendo testigos silenciosos de la alta mortalidad por cáncer de pulmón, cuando podría evitarse", concluye el Dr. Juan Carlos Trujillo, cirujano torácico y miembro del Área de Oncología de SEPAR.