Alrededor del tabaco se mueve una industria internacional muy importante que mueve unas cantidades enormes de dinero. Por eso, cualquier información, cualquier estudio, por riguroso que parezca, se ha de vigilar muy bien. Ver la fuente y quién está detrás de su financiación.
Solo hay que fijarse en los años que se tardaron, pese a las aclaparadoras evidencias médicas sobre el daño que hace a la salud, en poner coto a la publicidad del tabaco. O de cómo, pese a todo, sigue permitiéndose fumar y todas las restricciones se hacen con mucha cautela.
Acaba de aparecer un nuevo estudio, con vocación de ser el definitivo, por amplitud, que puede ser muy útil para aclarar dudas a las personas que quieren dejar de fumar. Unos expertos independientes han analizado cuáles son los métodos más eficaces que pueden ayudar a abandonar el tabaco. Son tres, pero uno, en principio el más atractivo, ha despertado suspicacias.
Las tres mejores métodos para dejar el tabaco
El estudio lo ha llevado a cabo la red de científicos del grupo Cochrane. Es una organización internacional de mucho prestigio con sede en Inglaterra y que se dedica a analizar estudios previos, investigar y proponer consejos de salud.
Lo que han hecho en este caso es revisar más de 300 estudios, con más de 157.000 participantes que habían indagado en distintos métodos para dejar de fumar. Sus conclusiones es que los tres tratamientos más efectivos son:
- La vereniclina, un medicamento que se comercializa como Teva, Norton, Champix o Chatix. Bloquea los receptores de la nicotina y hace que fumar sea menos placentero.
- La citisina, otro medicamento, un compuesto vegetal con efectos similares. Se comercializa como Todacitan o Recigarum, entre otros.
- Los cigarrillos electrónicos con nicotina. Es un sustituto menos dañino de los cigarrillos tradicionales.
No son los únicos métodos eficaces. Los dos autores principales, el profesor Jamie Hartmann-Boyce, de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos) y el profesor Jonathan Livingstone-Banks, de la Universidad de Oxford (Inglaterra), también señalan que los parches de nicotina son útiles, combinados con chicles de nicotina para los momentos de mayor ansiedad.
Y hay otros medicamentos útiles, como el bupropio (Zyntabac). No hay un único método que elimine a los otros. A unas personas les puede ir mejor una solución u otra. O una combinación de dos.
Estos especialistas también constatan que cualquier de estas opciones es más eficaz si se tiene un apoyo, asesoramiento psicológico o de hábitos.
Las dudas sobre los cigarrillos electrónicos
Sus conclusiones no son una gran sorpresa puesto que estos tratamientos ya se estaban administrando con eficacia y se recomendaban a los pacientes en los centros de salud. Pero es una selección que no está exenta de polémica por culpa de los cigarrillos electrónicos.
Como señalamos al principio, es importante mirar quién está detrás de cualquier investigación. En principio, el grupo Cochrane se finanza por aportaciones que nunca son empresas y básicamente por organismos de sanidad, como el servicio de salud de Dinamarca o el Ministerio de Sanidad alemán.
Sobre su independencia no se siembran dudas. Lo que se ha puesto en tela de juicio, por ejemplo, por parte de algunos médicos españoles especialistas en tabaquismo, es sobre quién hay detrás de algunos de los estudios que se han revisado. En concreto, sobre los de cigarrillos electrónicos, puesto que es un negocio en el que entran las tabacaleras.
“Los estudios sobre los cigarrillos electrónicos tienen importantes limitaciones metodológicas y su rijo deja mucho que desear”, ha explicado el doctor Carlos Rábade, coordinador del área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología, en declaraciones a La Vanguardia.
Critica que sobre los fármacos sí hay una legislación muy estricta y una evidencia científica firme. En los cigarrillos electrónicos con nicotina no se dice, por ejemplo, que te desenganchan del tabaco, pero te enganchas a ellos.
La mejor estrategia para dejar de fumar
Los especialistas ven poco adecuado sustituir una forma de fumar por otra. Lo único realmente saludable es dejar el vicio del todo. Sin subterfugios.
Admiten que no es fácil. Hay dos aspectos que conviene dejar claros:
- Los medicamentos son útiles siempre que se sigan bien. Por ejemplo, la citisina tiene una posología muy estricta que hay que mantener a rajatabla.
- No hay solución mágica. “La gente cree que es ponerse un parche de nicotina y se acaban las ganas, pero no es así; requiere un tratamiento combinado”, explica el doctor Rábade.
La guía de los neumólogos españoles recomienda que se combinen varios métodos, por que se ha visto que es más eficaz que recurrir a un solo medicamento. Por eso, coinciden con el estudio Cochrane en que lo ideal es medicamentos, apoyo de un especialista y la ayuda de sustitutos de nicotina, como parches, aerosoles o chicles.