¿Sabías que el olor a coche nuevo podría ser peligroso para tu salud?

¿Quién no ha comentado en alguna ocasión al subirse a un coche: "¡Cómo huele a nuevo!" ? Un aroma inconfundible que podría resultar dañino para la salud en determinadas condiciones, según un estudio.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud y nutrición

Doctor Miguel Martín Almendros
Dr. A. Miguel Martín Almendros

Médico de familia

Actualizado a

Hombre dentro del coche

El olor del coche nuevo puede resultar dañino para la salud, según un estudio.

ISTOCK

Esa agradable sensación de conducir un coche nuevo podría verse empañada por los resultados de un estudio publicado en Cell Reports Physical Science. El trabajo en cuestión demuestra que el aire que se respira en el interior de un coche nuevo podría aumentar el riesgo de desarrollar cáncer. De modo que, ese peculiar olor a nuevo que gusta a tanta gente, podría ser una amenaza para la salud.

Ahora bien, ¿qué es exactamente ese atrayente aroma? Este olor proviene de la liberación de compuestos orgánicos volátiles procedentes de los asientos, el tablero o las alfombras, cuando son nuevos. Después, poco a poco, con el paso del tiempo este olor va desapareciendo y suele ir diluyéndose con otros, como la humedad, el tabaco o los ambientadores. 

Es un olor peculiar y fácil de identificar que o te encanta o te horroriza. Incluso, hay quienes sienten mareos al percibirlo. Ahora bien, más allá de si te agrada o no, lo preocupante es lo que asegura el estudio, que podría ser un factor de riesgo en el desarrollo de cáncer. 

A qué huele un coche nuevo

El olor a coche nuevo es el resultado de la liberación de una serie de gases (formaldehído, acetaldehído o benceno entre ellos) provocados por los materiales plásticos y adhesivos del interior del vehículo.

"El formaldehído y el benceno se identifican como carcinógenos de clase I, mientras que el acetaldehído, el etilbenceno y el estireno se identifican como carcinógenos probables de clase II por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC). Todos estos compuestos se encuentran en el entorno de la cabina de un vehículo", alertan los autores del estudio.

Ahora bien, el problema no es tanto el compuesto volátil como la dosis. Cuanto mayor sea la exposición, mayor es el riesgo de cáncer. Y el interior de los vehículos, estancias pequeñas y cerradas, pueden provocar concentraciones importantes de estas sustancias.

¿cuántas horas pasas al volante?

Ya se sabía que el formaldehído, el acetaldehído y el benceno son cancerígenos pero: ¿hasta qué punto conducir un coche nuevo es un riesgo en este sentido?

El estudio ha analizado el impacto en la salud de las emisiones que se producen dentro de un vehículo nuevo durante 12 días. En concreto, han estudiado las concentraciones de 20 compuestos orgánicos volátiles y han visto que los niveles de formaldehído y acetaldehído superan el límite sugerido, con un 34,9 % y un 60,5 % por encima de la tasa estándar.

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Mediante una técnica que mide el riesgo de desarrollar cáncer a lo largo de la vida (ILCR), se ha comparado cómo afectaría los gases del interior del vehículo a un taxista que pasa 11 horas al día dentro del coche y a viajeros que están 1,5 horas al día. Los resultados del estudio revelan que el formaldehído y acetaldehído afectarían por igual al taxista y al viajero, lo que indica que pasar 1,5 horas al día respirando el aire del interior de un vehículo nuevo ya resulta muy perjudicial porque los niveles de estas dos sustancias superan con creces los permitidos. En el caso del benceno, cuyos niveles no son tan altos, el conductor del taxi resultaría más afectado por la acumulación de horas pasadas en el vehículo.

Más calor, más riesgo

Además de la dosis, también es importante la temperatura en el interior del vehículo. A esta conclusión llegan los autores del estudio, quienes comprobaron que la emisión de compuestos volátiles nocivos aumenta con el calor. Por tanto, cuanto mayor sea la temperatura del vehículo, más gases cancerígenos libera.

"En verano, la temperatura diaria dentro de la cabina de un vehículo puede cambiar en 40°C o más", advierten los investigadores.

La conclusión a la que se lleva es lógica: no hay que dejar el coche a pleno sol en los meses de calor y si no hay más remedio conviene ventilar el interior antes de entrar en él. Una solución intentar bajar un poco la temperatura y así ahorrarnos respirar las sustancias tóxicas, es encender el coche, abrir las ventanillas, dejar que el aire acondicionado funcione unos minutos para que renueve el aire y expulse al exterior los gases contaminantes y luego entrar dentro del vehículo.