¿Hay alguien enfermo en casa? Esto es lo primero que tienes que hacer para evitar patógenos

La limpieza es fundamental para reducir el riesgo de contagio cuando alguien está enfermo en casa. Una norma que también hay que seguir aplicando cuando ya se ha curado, porque los virus y bacterias pueden seguir presentes. ¿Sabes qué es lo más importante que has de limpiar? Los expertos nos lo aclaran.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

Mujer en lavadora

Las prendas de la persona enferma se han de lavar al menos a 60 grados.

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Con la pandemia de covid hicimos un curso intensivo de limpieza y desinfección de nuestros hogares. En algunos casos, el desconocimiento llegó a límites exagerados, como algún ciudadano que preguntaba a los profesionales sanitarios si era necesario desinfectar una silla de ruedas cada vez que se volvía a casa.

Cinco años más tarde, algunas de esas recomendaciones se nos han olvidado. La limpieza sigue siendo una asignatura que hay que repasar cuando tenemos un enfermo en casa, ya sea por una infección de virus respiratorio o alguna otra que pueda transmitirse a través de virus y bacterias cuando son expulsadas por la boca al hablar y, sobre todo, al toser y estornudar.

La primera lección es ventilar lo más posible. Al menos dos o tres veces al día. Pero esos patógenos no solo están en el aire. Caen a tierra, también pueden quedar en las manos del enfermo. Por eso hay que tener cuidado y saber qué limpiar durante y después de la enfermedad.

La limpieza durante la enfermedad

Además de la habitación del enfermo hay dos zonas de la casa donde debemos poner especial atención. Son las mismas cuya higiene hemos de cuidar más siempre, la cocina y el baño. Como bien sabes, son zonas con abundante humedad, que facilita la proliferación de patógenos.

Limpieza lavabo

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Estos son los puntos a los que has de prestar más atención:

  • Superficies muy tocadas: “limpia regularmente picaportes, interruptores de luz, controles remotos, teclados”, apunta el doctor Alberto Espeleta, del Hospital Miguel Servet, de ZaragozaHazlo al menos dos veces al día con desinfectantes que contengan alcohol al 70%, como el gel hidroalcohólico.
  • Baño: desinfecta grifos, tapa del inodoro, asiento y manillas, después de cada uso por parte de la persona enferma. Recuérdale que baje la tapa antes de tirar de la cadena. Usa una mezcla de 20 ml de lejía doméstica por cada litro de agua, según recomienda el servicio de Salud de la Región de Murcia.
  • Ropa de cama y toallas: lava toda su ropa cada dos días con agua caliente (al menos 60 °C) y detergente. Evita sacudirlas para no dispersar partículas en el aire.
  • Utensilios de cocina: lava los platos, cubiertos y vasos de la persona enferma inmediatamente después de su uso con agua caliente y jabón. Si es posible, utiliza un lavavajillas.
  • Juguetes o móviles: si hay niños enfermos, desinfecta sus juguetes diariamente con toallitas desinfectantes o soluciones de alcohol al 70%. También las tabletas y móviles de los adolescentes.

Limpieza tras la recuperación

Inmediatamente después de que haya pasado la enfermedad puede seguir habiendo riesgo. No solo para el resto de los miembros de la familia. Puede haber riesgo de reinfección para el paciente convaleciente, y que está más débil. Por eso los primeros días hay que extremar las precauciones.

  • Cambio completo de ropa de cama: sustituye todas las sábanas, fundas de almohadas y mantas. Lávalas en agua caliente y sécalas al sol si es posible.
  • Desinfección profunda del baño: realiza una limpieza exhaustiva, incluyendo paredes y suelos, utilizando agua con lejía. Primero hay que quitar el polvo y la suciedad visible con agua y jabón.
  • Después se desinfecta con el preparado de lejía, en la proporción de 20 ml por litro de agua. Espera 5 minutos antes de aclarar con agua.
  • Limpieza de muebles tapizados: usa un aspirador con filtro HEPA para eliminar partículas.
  • Desecha con seguridad: acuérdate de que los medicamentos sobrantes han de llevarse a la farmacia para que los reciclen.

Consejos para evitar reinfecciones

Hay algunos objetos en los que pensamos menos y que también hay que vigilar:

  • Si el enfermo se ha sentado a la mesa, el mantel se ha de cambiar a diario.
  • El cubo de la ropa sucia seguramente ha quedad también infectado. Si tiene bolsa de tela, sácala y lávala con la ropa. Al plástico, pásale el producto de limpieza con lejía o alcohol que has usado en otras zonas.
  • No olvides tampoco la importancia de lavarnos con frecuencia las manos. ¿Recuerdas las enseñanzas de la covid? “Has de estar al menos 20 segundos”, recalca el doctor Espeleta, el tiempo que se tarda en cantar el cumpleaños feliz. Lava entre los dedos.
  • Cuando sales, es habitual que traigas numerosas bacterias en los zapatos. No está de más descalzarse a llegar a casa o al menos frotar bien la suela en el felpudo para despegar la mayor cantidad de patógenos posible.