Los dentistas alertan sobre el mewing, la perjudicial tendencia entre jóvenes que daña los dientes

Se trata de una técnica que se extiende gracias a las recomendaciones en redes sociales. Consiste en colocar la lengua de una forma para mejorar la estética facial, pero que puede tener consecuencias perjudiciales.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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Algunas modas que surgen en redes sociales pueden tener una buena base médica y un buen fin, sin embargo no las está dando ni la persona correcta ni en el sitio adecuado. El resultado puede ser desastroso. Es lo que está pasando con el mewing.

El mewing lleva unos años divulgándose como una recomendación de ejercicio estético. Algunos ‘influencers’ aseguran que consigue que tengas una mandíbula más prominente y bella y un rostro más estilizado y estructurado. Y la técnica no parece muy complicada. Consiste en un ejercicio de colocar la lengua haciendo una presión sobre el paladar.

Los especialistas han advertido que una practica incorrecta puede provocar más daños que beneficios. Por ejemplo, acabar con un fuerte dolor muscular.

De dónde surge el mewing

El mewing proviene de un médico, el ortodoncista británico John Mew, que propuso ejercicios para establecer y potenciar una deglución correcta, que es lo que todos deberíamos saber hacer”, nos explica la odontóloga Núria Noguerón, de la Clínica Dental Noguerón de Barcelona.

Uno de esos ejercicios es el que se ha extendido y se ha bautizado con su nombre, el mewing. El mewing es simplemente la posición que debería tener nuestra lengua. Es pegarla ligeramente al paladar, justo detrás de los dientes incisivos, con la boca cerrada y respirando por la nariz.

¿Qué pasa? Hay toda una generación que ya no lo hace. “No saben deglutir bien, porque no hay tanta lactancia materna, y después no se les ha enseñado a masticar, sino que se les ha alimentado básicamente con papillas y dietas muy débiles”, enumera la doctora Noguerón.

Como mucha gente no aprende a deglutir bien no desarrolla bien la cara, porque la cara es el resultado de cómo deglutimos, como pasamos la saliva y de cómo respiramos.

Eso explica muchas más caras largas, gente que respira por la boca y los dientes mal montados, porque no los hemos desarrollado bien”, añade esta doctora.

Por qué hay debate sobre el mewing

La solución a estos problemas pasa porque de niños aprendamos a deglutir bien, nos acostumbremos a respirar por la nariz y tener la boca cerrada, y nos forcemos a tener la lengua en su sitio.

Más allá de que no hay consenso entre los ortodoncistas sobre todas las técnicas del profesor Mew (no todos creen que ayude a alinear los dientes), el mayor riesgo está en que uno decida seguir estos ejercicios sin un buen asesor profesional que haya visto la situación de tu boca.

En el caso del mewing, no es una moda especialmente peligrosa, si la comparamos con otras tendencias absurdas que se han convertido en virales en redes.

Pero el problema está en que algunos creadores de contenido venden el mewing, que no deja de ser una técnica pensada para educar a los niños, como la solución mágica para la estética de la cara de los adultos.

Los pros y contras de esta técnica

Si vas por la vida con la boca abierta como un perrito, seguramente te ayudará a mejorar tu imagen. Te puedes sentir mejor psicológicamente y te dará más confianza en ti mismo.

Sin embargo, hay que poner en duda que este ejercicio también ayude a eliminar la papada y modifica la estructura de la mandíbula, como aseguran algunos influencers.

Puedes estar dedicando tiempo y esfuerzo a un ejercicio que seguramente te va a decepcionar y con el que no vas a conseguir lo que esperas.

Esta técnica está triunfando sobre todo entre los hombres, aunque mujeres como la modelo Bella Hadid también la han popularizado.

Otros problemas que puede comportar

Más allá de sus supuestos beneficios, no hay que olvidar que el mewing consiste en forzarse a mantener la lengua en una posición específica durante largos periodos.

  • Si no haces la postura correcta o te pasas un poco se te puede complicar más el problema. Puedes forzar los músculos y tener dolor en la articulación y en la zona faríngea”, advierte la doctora Noguerón.
  • Puede crear problemas en los dientes, desplazándolos y no precisamente para alinearlos”, explica la profesora de Anatomía Gema Díaz Gil.
  • Faltan estudios científicos que respalden su efectividad y seguridad. Muchos de las afirmaciones provienen de anécdotas personales en redes sociales”, recuerdan desde la clínica A.G.dent, en Madrid.