Polémica médica por los pellets hormonales: el supuesto milagro antiedad

Un tratamiento conocido popularmente como pellets de hormonas bioidénticas se está convirtiendo en tendencia en algunas clínicas privadas por sus buenos resultados al tratar los trastornos asociados con la menopausia o la andropausia. Pero hay asociaciones médicas los desaconsejan.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

Pareja madura guapa

Los pellets hormonales se prescriben para recuperar vitalidad, pero no hay estudios que los avalen.

ISTOCK

Los tratamientos hormonales para tratar los problemas que surgen con la menopausia o la andropausia vuelven a generar polémica. Hace años se abrió el debate sobre si eran o no conveniente recetar la Terapia Hormonal Sustitutiva a las mujeres.

Como recordarás, era la gran solución para los sofocos y la sequedad vaginal, por ejemplo, pero se frenó su uso por el posible riesgo cancerígeno. Actualmente, con unas pautas más ajustadas, se considera ese riesgo muy bajo. Por tanto, se prescribe bajo estricto control y no en todos los casos.

Ahora se suma una nueva polémica con la aparición de la Terapia Hormonal Bioidéntica, conocida popularmente como los pellets hormonales. La buenas valoraciones de los especialistas que las utilizan y de los pacientes contrastan con la poca evidencia científica que hay al respecto.

En qué consisten los pellets hormonales

Los pellets de hormonas son pequeños implantes que se colocan debajo la piel, concretamente en la grasa, metidos en un pequeño cilindro (los pellets). Estos pellets van liberando en la sangre una dosis constante de un combinado de hormonas, personalizado para cada paciente.

Están compuestos de hormonas que son químicamente idénticas a la que produce el cuerpo de manera natural”, precisa la ginecóloga Eugenia Romaguera, del hospital IMED de Gandía.

A diferencia de las hormonas de laboratorio, se denominan bio porque derivan de plantas, aunque luego también se tratan en el laboratorio para transformar su estructura e imitar a las hormonas humanas, como el estrógeno, la progesterona o la testosterona, que disminuyen con la edad.

Se utilizan en personas que experimentan síntomas relacionados con desequilibrios hormonales: sofocos, fatiga, irritabilidad, pérdida de lívido, sequedad vaginal, insomnio y aumento de grasa corporal”, enumera la doctora Romaguera.

Entre sus ventajas destaca esta ginecóloga que “permite que los niveles hormonales se mantengan estables, evitando los picos y valles que a veces se observan con otros métodos, como los comprimidos, cremas o parches”. También es mejor para las personas olvidadizas o que no son constantes en el tratamiento.

Por qué resultan tan polémicos

Los que han sido más tajantes en sus críticas a los pallets han sido los miembros de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM): “Se preparan de manera individualizada y pueden utilizar combinaciones de hormonas no aprobadas”.

También apuntan que no hay estudios científicos que las avalen. El que se hizo en 2016 constató que no hay evidencia de que sea más eficaz que un placebo.

La dosificación se hace a partir de pruebas hormonales de saliva u orina, que se consideran poco fiables”, añaden. Por todo lo cual “esta terapia puede presentar problemas de seguridad”.

Exigen que se prohíba la venta de estos pellets hasta que haya una regulación. Como se venden con el prefijo bio y como un efectivo tratamiento antiedad, son dos poderosos reclamos comerciales.

Los ginecólogos que los aplican se defienden

Los especialistas que los prescriben se quejan de que no hay aval científico porque no se están estudiando. “Hay una muestra suficiente de personas que usan los pellets hormonales para que se pueda hacer un buen estudio de sus beneficios”, asegura la ginecóloga Ana Torres, del Instituto Vila-Rovira, de Barcelona.

Critican que lo que pasa es que, al ser fórmulas magistrales que se encargan a laboratorios especializados, las grandes marcas farmacéuticas no pueden sacar dinero, que sí consiguen con sus productos hormonales estándar.

“No ponemos hormonas raras, son testosterona y estradiol; la diferencia es que en el tratamiento hormonal convencional te dan una pastilla igual a los 45 años que a los 60 y si pesas 60 kilo o 90, con los pellets hacemos un análisis para calcular las hormonas que necesita la persona”, explica la doctora Torres, en declaraciones a La Vanguardia.

Admiten que son aún pocos ginecólogos que las aplican aquí, pero remarcan que en Estados Unidos llevan 30 años de práctica y la experiencia demuestra que recuperas la energía, la lívido, la sensación de bienestar y curas los sofocos.

El debate sigue muy abierto

Claro que con la testosterona subes el ánimo, pero no sabemos qué efectos adversos tiene metida en un pellet”, advertía el presidente de la AEEM, el doctor Pluvio Coronado. En las mujeres también puede hacer crecer el clítoris, perder pelo y aumentar el vello, por ejemplo.

Los que se oponen añaden que se vende como un método para mejorar la vitalidad, pero no se habla del riesgo de sangrados difíciles de controlar.

También es verdad que en Estados Unidos llevan tres décadas de adelanto en su prescripción. Sin embargo, desde la Clínica Mayo han publicado un informe en el que señalan que las hormonas bioidénticas no son más seguras ni más eficaces que la terapia hormonal tradicional.

Actualmente no hay base científica que sustente que estas preparaciones magistrales tengan una ventaja sobre las preparaciones comerciales”, zanjan.

Otro factor de disuasión es el precio. El tratamiento cuesta algo más de mil euros al año en las mujeres y unos 600 en el caso de los hombres.