Aromas como el olor a pino del bosque o a flores pueden ayudarnos a mejorar el ambiente de nuestro hogar y a sentirnos más a gusto. Para ello, la industria ha creado todo tipo de productos: ceras perfumadas, ambientadores, difusores de aceites esenciales, limpiadores de suelo, entre otros.
Todos estos productos perfumados llenan rápidamente la estancia con micropartículas al interactuar químicamente con el ozono del aire que entra a través de la ventilación. Estas micropartículas son lo suficientemente pequeñas para penetrar en los pulmones e incluso llegar a la sangre.
Es lo que han descubierto un par de científicos de la Universidad de Purdue (Indiana) a través de una serie de experimentos en un laboratorio creado a imitación de una casa y en el que pusieron diferentes detectores para comprobar la calidad del aire.
Contamina como un coche o una estufa
“Si estás usando productos de limpieza y aromaterapia llenos de perfumes fabricados químicamente para recrear un bosque en tu casa, en realidad estás creando una enorme cantidad de contaminación del aire que no deberías estar respirando", ha advertido la investigadora Nusrat Jung, una de las autoras del estudio.
Las fragancias reaccionan con el ozono creando grupos moleculares nuevos. Estos grupos luego evolucionan rápidamente transformándose en el aire que nos rodea. Probaron productos como la cera perfumada derretida, que generalmente se anuncia como no tóxica porque no utiliza llama. Lo que vieron es que contamina tanto como las velas.
Todos estos productos liberan terpenos, que son los compuestos químicos responsables del aroma. Estos terpenos son los causantes de las nanopartículas. En otras pruebas con desinfectantes, difusores, ambientadores y otros aerosoles perfumados obtuvieron resultados similares.
Advierten de que se pueden alcanzar con rapidez concentraciones muy altas de nanopartículas, en un grado similar o superior al de una estufa de gas o al motor de un automóvil.
Qué cantidad llega a nuestros pulmones
"Nuestra investigación muestra que los productos perfumados no son solo fuentes pasivas de aromas agradables, sino que alteran activamente la química del aire y podría tener implicaciones significativas en la salud”, explica la investigadora.
Admite que no han determinado cómo la inhalación de estas sustancias volátiles puede afectarnos realmente. Sin embargo, apunta que estamos hablando de una gran cantidad de nanopartículas respiradas en un ambiente cerrado, lo que lo hace mucho más tóxico.
Entre cien mil millones y hasta billones de nanopartículas podrían depositarse en nuestro sistema respiratorio en apenas 20 minutos de exposición a estos productos perfumados.
Lo que denuncian los autores es que se debate mucho sobre la polución en las ciudades y pasamos a menudo de puntillas sobre la calidad del aire interior, cuando tiene un impacto diario en nuestra salud.
Cómo puede afectar a la salud
El debate está abierto y no exento de polémica. Como los autores solo han planteado un hecho, queda ahora en manos de científicos médicos deducir los riesgos reales para la salud del hallazgo.
Cada poco tiempo aparecen nuevos estudios que alertan de cómo la presencia de microplásticos ha invadido nuestro cuerpo y se encuentran en diversos órganos. Sobre el daño de la contaminación de los coches también hay estudios amplios y se sabe que influye en el riesgo de cáncer, enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Estas nanopartículas de los productos perfumados pueden también aumentar estos riesgos. La duda es en qué medida y si son más o menos peligrosos que la contaminación de los coches.
“Si se usan ceras con fragancia o se queman velas muchas veces, muchas horas y estamos mucho tiempo en casa, pues probablemente vamos a inhalar mucho esos contaminante”, ha explicado la doctora Sandra Dorado, coordinadora del área de enfermedades de origen medioambiental en la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica.
Por eso considera que la clave es saber cuándo y cómo se utilizan estos productos. Lo compara con el daño que puede hacer ventilar la casa por la mañana con tráfico intenso en la calle o a última hora cuando no pasan casi coches. “La ventilación de la casa (y el momento en que se realiza según el entorno) es muy importante”, ha dicho en declaraciones al diario La Vanguardia.